17 de abril de 2015.
Es la única fecha en la que puede pensar la camerunesa Christelle Nangnou, que cumple ya 24 días retenida en la sala de inadmitidos del aeropuerto de Barajas en Madrid. Es el día en el que le van a decir si se puede quedar en España o si por el contrario debe volver a su país, del que ha venido huyendo y al que no quiere volver porque va a ser perseguida.
Su crimen es ser lesbiana, algo prohibido por ley y que acarrea penas de cárcel. El hecho de haber huido de la justicia camerunesa también puede agravar su caso. Sin embargo, sus argumentos parecen hasta el momento insuficientes para las autoridades españolas, que la han denegado el asilo de refugiada.
Christelle tiene 29 años y hace algo más de un mes la policía se presentó en su casa, persiguiéndola por su condición sexual. Apareció incluso su foto en un periódico en el que se anunciaba su búsqueda –y que está siendo usado como prueba de su difícil situación-.
Su propia familia le dio de lado cuando se enteraron del motivo por el que se la querían capturar, por lo que la joven decidió huir. Primero se alojó en casa de una amiga, después voló a Nigeria y finalmente a Madrid, pero lo hizo con un documento de identidad falso y no pasó los controles del aeropuerto madrileño.
Solicitó el asilo al Ministerio del Interior y le fue denegado, por lo que el siguiente paso fue interponer un recurso ante la Audiencia Nacional, que tuvo el mismo resultado. El camino que la esperaba era la expulsión, pero la resolución del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, al que acudió el abogado de Christelle, llegó justo a tiempo. Paralizaba la deportación y daba 10 días de margen para presentar más documentación que fundamentase la persecución que teóricamente está sufriendo. Ese plazo vence el próximo 17 de abril y es cuando la muchacha sabrá su destino.
Amnistía Internacional inició una campaña en junio de 2014 para denunciar el encarcelamiento injustificado de homosexuales en las cárceles camerunesas y la negación de los derechos fundamentales.
Al respecto, tanto las autoridades como la sociedad son profundamente tradicionales y las personas en esta situación se exponen a ataques violentos. La misma Christelle recibió numerosas amenazas antes de partir hacia España.
Una petición lanzada en Change.org en la que se le pide al Gobierno español que le conceda el asilo ya lleva más de 57.000 firmas, aunque el objetivo es llegar a las 75.000.
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