La alargada sombra de la sospecha (II-Final)

 Parte (I):  http://www.creatividadinternacional.com/profiles/blogs/la-alargada-...

            Pasado un mes, ante la falta de acontecimientos, decidimos disolver la comisión. Las reuniones se habían hecho anodinas, ya sin nada que contar, con todas las suposiciones hechas y expuestas, eran francamente aburridas, una rutina pesada. Llegar al portal, vernos las caras, tomar posiciones pegados a la pared, preguntar, ¿hay algo nuevo?, y todos moviendo negativamente la cabeza. Ninguna ocurrencia novedosa, sólo alguna variación especulativa sobre lo mismo. En silencio, dudábamos y nos avergonzábamos de nuestras zafias capacidades detectivescas. Todas nuestras teorías quedaban en entredicho. Sin pronunciar palabra, uno de los presentes, por ejemplo, bajaba la cabeza y comenzaba a subir la escalera, después otro y otro, y, de este modo, el portal, lugar que habíamos tomado para estos menesteres, se iba despejando,.  Cada día el número de asistentes era menor. Finalmente, cierto día, los allí presentes  decidimos acabar con aquellas inútiles reuniones.

            Habían transcurrido seis o siete meses, cuando recibimos una comunicación del presidente de la comunidad citándonos a una asamblea sobre un tema de interés general, por lo que rogaba inexcusablemente nuestra asistencia. La sorpresa fue mayúscula: Beltrán denunciaba a la comunidad por infamias y acoso. El juicio, según nos leyó el secretario, se celebraría el veinticinco de Junio; es decir, quince días después de la fecha en que se había recibido la citación.

            Sin vacilar, por mi cuenta, decidí contratar a un detective profesional. Le dije que no reparase en gastos, que quería un informe amplio y preciso de ese individuo. Le  puse en antecedentes, le facilité los datos y un carné  del club social con su foto. El presupuesto que me dio era abultado, pero estaba decidido a realizar ese sacrificio económico para llegar hasta el final. Sí, definitivamente había decidido atar todos los cabos y acabar con ese peligroso individuo. Di una entrega a cuenta y quedamos en que me llamaría pasada una semana.

            El séptimo día llamé a su móvil. Me dijo en tono malhumorado que estaba acabando de redactar el informe, que además tenía otros asuntos y que aún tardaría uno o dos días. Como no podía esperar —mi estado de ansiedad no me lo permitía—, dije que no era preciso un informe escrito, que simplemente me lo contara. Concertamos la cita para el día siguiente en una cafetería del centro. Insistió en que debería llevar el resto de la suma de dinero acordada.

            Comenzó por decirme que en el registro domiciliario habían encontrado un arma corta de pequeño calibre, que el individuo se había negado a responder a las preguntas, a mostrar la licencia de armas y que, en determinado momento, durante el registro, se había manifestado con cierta agresividad, motivo éste y porque no quiso hablar del paradero de su familia, la razón por la que se lo habían llevado esposado y precintado la vivienda. Crecía en mí la ansiedad por saber lo verdaderamente importante, pero el detective, impasible, seguía su discurso paso a paso, sometido a método.

            Hasta el momento, dijo, no había conseguido contactar con el beneficiario de la transferencia, pero sí sabía de buena tinta la razón de la misma. A las cinco de la mañana del día previo a la desaparición, Beltrán había recibido una llamada de su mujer. Le ponía al corriente de su decisión, le imponía una cantidad y le daba el nombre y el número de la cuenta bancaria de un individuo, Smith. Le informó que no volvería y que era mejor que los niños permanecieran en el hogar. Parecía obvio que el perceptor  de la transferencia era el amante de la mujer. Parece ser que, además, amenazó al marido con una demanda por malos tratos, que disponía de alguna prueba fraudulenta, que se llevaría a los niños y que iba a conocer su verdadera personalidad, en fin, que convertiría su vida en un infierno. Ante ese cúmulo de sorpresas, superado por las circunstancias, cedió a sus pretensiones. Desde luego no enseguida, pero la nueva situación que le había planteado no le dejaba reposo y, vencido o perdido, acabó por sucumbir.

            —Y nosotros colaboramos —dije.

            “De algún modo —continuó obviando mi comentario—, Beltrán no soportó la presión, ese cambio brusco e inesperado en su vida, y decidió internar a los niños en un colegio hasta restablecerse anímicamente”.

            La verdad es que a medida que desgranaba los hechos, tan lógicos, tan simples, iba palideciendo por nuestro exceso de celo ciudadano, de nuestro exceso de celo de  colaboración con la justicia. Tuve la sensación de hallarme desorientado en medio de un oscuro laberinto. La historia empezaba a perder interés. No había cadáveres, no había víctimas, no había agresor, al menos en la forma en que nos lo habíamos planteado.

            Dijo que tenía licencia para el arma corta que habían encontrado en la casa. Resultó que practicaba tiro olímpico y que cumplía con todos los requisitos legales.

           Y algo debí perderme, porque el detective continuó hablando, aportando datos y  aclarando los cabos sueltos.

          Seguramente, Juan Luis, se sintió agobiado viendo cómo psicológicamente zarandeaban su persona. Primero su mujer; después, los vecinos y, finalmente, debió estallar cuando se presentó la policía. Verdaderamente para volverse loco. Esto explicaba su modo adusto de conducirse.

            Le pregunté por la situación actual del hombre, las razones por las que no había vuelto. Creo que lo hice por preguntar algo. Era sencillo de explicar y, sobre todo, de entender: se encontraba reponiéndose en un centro psiquiátrico. Creo que esto, de no ser por mi pregunta directa, no lo hubiera dicho. De algún modo, intuí, observando su forma de mirarme, que desprendía algún tipo de animadversión hacia mi persona.

            Por supuesto que esta información quedó sellada dentro de mí. No tenía por qué hacer partícipe a una comisión que por unanimidad se había disuelto y que, además, no había colaborado en sufragar los gastos de la investigación.

 

 

©Del libro de relatos “Algo que contar” 2011   T.H.Merino

Visitas: 73

Comentar

¡Necesitas ser un miembro de Creatividad Internacional para añadir comentarios!

Participar en Creatividad Internacional

Libros – Editores

Creatividad Internacional’, es una red abierta, sin fines de lucro, donde no se tiene que registrar para ver su información y colaboraciones, hay +6,000 Foros de Discusiones sobre grandes escritores y cineastas; actualización diaria de noticias literarias y cinematográficas y +18,000 blogs con creaciones literarias de gran talento. 

Un espacio para exponer creaciones y opiniones a críticos, editores y productores, ya por 15 años de fundada. Los invitamos a participar.

Ismael Lorenzo, Director, Creatividad Internacional

Robert Allen Goodrich, Subdirector

Liss Rivas Clisson,  Subdirectora

Alina Galliano R.I.P.

Jorge Dominguez, Carlos Rubio, Oscar Martínez Molina,  Eduardo Casanova

Consejo Editorial

____________

PROGRAMACIÓN RADIAL DE 'CREATIVIDAD INTERNACIONAL'

ENTREVISTAS, CINE Y LIBROS,  CONVERSATORIOS  

720 Programas radiales, +85,000 visualizaciones en Youtube, Pags en FB, Twitter y en Instagram. 

___________

Creatividad Internacional' no se hace responsable por los contenidos y opiniones publicados por sus miembros. 

Somos una entidad sin fines de lucro. 

___________

La niña del zapato roto, de Griselda Roja

La niña del zapato roto

___________

El silencio de los 12

Ismael Lorenzo

'El silencio de los 12', narra las historias, en sus propias voces, de mujeres agredidas sexualmente, sus consecuencias y secuelas de estos abusos. Desde el Líbano hasta España, desde Francia hasta Italia

El silencio de los 12

Nueva edición revisada

__________

'Matías Pérez baila la Macarena

Ismael Lorenzo

La Pentalogía de los 'Matías Pérez', iniciada  hace un par de décadas: 'Matías Pérez entre los locos', 'Matías Pérez regresa a casa', 'Matías Pérez en los días de invierno', 'Matías Pérez de viaje por el Caribe', y 'Matías Pérez baila la Macarena'.  Disponibles en las Amazon.

MATIAS PEREZ BAILA LA MACARENA

____________

Amigos en Tiempos Difíciles'

Ismael Lorenzo

En este libro recién publicado 'Amigos en Tiempos Difíciles', Ismael Lorenzo describe las vicisitudes y pérdidas sufridas por la estafa que condujo a una orden judicial de desalojo y como muchos volvieron la espalda pero aparecieron otros

AMIGOS EN TIEMPOS DIFICILES

__________

PREMIO LITERARIO 'REINALDO ARENAS, DE CREATIVIDAD INTERNACIONAL 2023'

En el 2023, su 9va versión, el ganador ha sido Carlos Fidel Borjas.

_________

Libros de Ismael Lorenzo

_________

Ismael Lorenzo

‘Años de sobrevivencia’, es la continuación de las memorias comenzadas en ‘Una historia que no tiene fin', y donde se agregan relatos relacionados a su vida de escritor y a su obra 

Años de sobrevivencia

__________

Madame Carranza

Renée Pietracconi

La novela basada en hechos reales relatados por Josefina, tía abuela de Renée y añadiendo un poco de ficción para atraparnos en historias dentro de historia

Madame Carranza

_________

Casa Azul Ediciones

Súmate a la campana de promoción a la lectura 

TE INVITO A LEER 

Email: casazulediciones@gmail.com

'Creatividad Internacional', red de Literatura y Cine, un espacio para exponer creaciones y opiniones a críticos, editores y productores.

© 2024   Creado por Creatividad Internacional.   Tecnología de

Emblemas  |  Reportar un problema  |  Términos de servicio

VISITAS DESDE MARZO 5/09: