(Entre los abrazos de un amigo encontré mi almohada, y cuando creía que me dolía el pecho para reventar encontré el calor del cuerpo infantil, del cuerpo del hijo. A veces la gente no sabe que los hijos consuelan más a las madres, que ellas a sus hijos)
Dos hermosos ojos azules acompañados de mucha ira eran los ojos de Daniel. Con tan sólo 4 años de edad Daniel había logrado encontrar rincones me…