Sentada en su butacón, así esperaba cada día el desenlace. Su tristeza era tal que sentía como su pecho se hundía. Arreglada con sus mejores galas y al lado, la foto de su difunto marido. La cogía y la besaba esperando el momento de encontrarse, cincuenta años juntos, eran muchos años. No pudieron tener hijos, eso no le impidió ser feliz, desde que su pareja la dejó, parte de ella también se fue.…