EL HOMBRE QUE NO SABÍA REZAR
“Padre nuestro que estás en el cielo…”, “¿Cómo sigue? ¡Carajo, Doña Fe! ¡Mira que sobaste empachos, santiguaste verrugas, y caminaste leguas entre los montes pa asistir a las guajiras parturientas y no enseñaste a rezar a tu hijo!... ¡Debes estar ardiendo en el infierno! Conmigo, na más regaños y la correa de barbero que siempre tenías colgá en el clavo de la puerta d…