Después de hablarlo durante meses Pablo y yo decidimos que la luna de miel sería en Brasil.
La discusión siguió por algunas semanas más cuando nos encontrábamos frente a la pregunta ¿A qué parte de Brasil vamos a ir? Y la respuesta se decidió por medio de un sorteo.
Faltaban cinco días para la boda, tomamos algunas hojas en blanco, escribimos diferentes nombres de los lugares que más nos atraían…