Los posts de Luis Alberto Gontade Orsini - Creatividad Internacional2024-03-29T05:42:41ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsinihttps://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/2985135450?profile=RESIZE_48X48&width=48&height=48&crop=1%3A1https://www.creatividadinternacional.com/profiles/blog/feed?user=1p6uc5lt88cj7&xn_auth=noNOtag:www.creatividadinternacional.com,2013-08-09:3073384:BlogPost:3366552013-08-09T14:48:52.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>NO</p>
<p> </p>
<p>Las consecuencias de lo inesperado.</p>
<p>Lo gallardo de la contienda entre lobos.</p>
<p>Las recetas destinadas a engañar tontos.</p>
<p>El mal humor del contrario, su sangre...</p>
<p>No acierta con el significado del yo:</p>
<p>Cree firmemente en el ombligo amigo.</p>
<p> </p>
<p> </p>
<p>Desgraciado Dios dudoso, maestro de ciegos.</p>
<p>¿Americanos? Sinfonía india o Rivera celoso.</p>
<p>¿Es droga o catedral?, Manizales gris de sol.</p>
<p>Causa rubor vender gorras u…</p>
<p>NO</p>
<p> </p>
<p>Las consecuencias de lo inesperado.</p>
<p>Lo gallardo de la contienda entre lobos.</p>
<p>Las recetas destinadas a engañar tontos.</p>
<p>El mal humor del contrario, su sangre...</p>
<p>No acierta con el significado del yo:</p>
<p>Cree firmemente en el ombligo amigo.</p>
<p> </p>
<p> </p>
<p>Desgraciado Dios dudoso, maestro de ciegos.</p>
<p>¿Americanos? Sinfonía india o Rivera celoso.</p>
<p>¿Es droga o catedral?, Manizales gris de sol.</p>
<p>Causa rubor vender gorras u ofrecer hostias.</p>
<p>Cornudos y conversos ¿Qué utilidad aportan?</p>
<p>Eso de la "utilidad"... es el materialismo ¿No?</p>
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<p>La verdad lastima al necio, lo confunde.</p>
<p>El retórico vuélvese, por comodidad:</p>
<p>Pelmazo.</p>
<p>Se inspira en la ignorancia de los sabios.</p>
<p>Responde a todo siseando…</p>
<p>para salvar el pellejo,claro.</p>
<p>¿Qué es esto de la luz Divina?</p>
<p>¿Un joven, otro joven?,</p>
<p>o la muerte en camiseta.</p>
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<p>Casa Blanca “White House” de semen.</p>
<p>Casablanca, espías de cartón. Bogart on the rock.</p>
<p>Casablanca,”Dar-el-Beida”: superfosfato, carbón. .</p>
<p>Capablanca. Jaque Mate y Blanquita Amaro.</p>
<p>Casablanca: Churchill, Roosevelt y De Gaulle.</p>
<p>Aclaración al pie: De Gaulle les sirve el te.</p>
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<p>Coplas del maestre Don Rodrigo de Manrique.</p>
<p>Ha visto el abismo bajo los relieves de mármol.</p>
<p>Elegía acerca de la transitoriedad... bostezos.</p>
<p>Conformidad de una cosa con otra.</p>
<p> ¿Y qué más?</p>
<p>Pincelazos que estilizan la muerte: El Greco.</p>
<p>¿Mercedes? El niño implora por la teta.</p>
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<p>El tipo flota con escafandra y tubos retorcidos.</p>
<p>Un astroso prende la tele y se sienta.</p>
<p>En el piso.</p>
<p>Al hijo se lo comen los mosquitos.</p>
<p>Ya no grita.</p>
<p>¡Malditos¡ Buzz,buzz…¡ Mujer estás pasmada¡</p>
<p>Tú no comes flores ¡Que olor¡</p>
<p>Siéntate; infórmate.</p>
<p>El hombre en Marte. Eso es civilización.</p>
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<p>Descartes puso en duda su existencia.</p>
<p>La Infantería de Marina lo confirmó:</p>
<p>El desierto atrae como flor carnívora.</p>
<p>Alejandro gay y guerrero.</p>
<p>Habrase visto.</p>
<p>Confirma con los jesuitas la buena nueva.</p>
<p>Permiso…subiré la persiana.</p>
<p>¿Todo bien? doña Rosa.</p>
<p>Como el culo de la Madelón.</p>
<p>Que es decir…</p>
<p>Ya lo creo…</p>
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<p>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI</p>
<p> </p>TRONCO BOYtag:www.creatividadinternacional.com,2013-07-12:3073384:BlogPost:3301012013-07-12T03:13:46.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>TRONCO BOY</p>
<p>Una vuelta me tocó “trillar” el Pericón Nacional en el colegio.<br></br>La casi totalidad de los alumnos éramos descendientes de inmigrantes europeos. <br></br>Nunca la tuvimos clara.<br></br>Nuestros olores, picardías, el amor por el aire libre y el ejercicio formativo, la “pasta schiutta” de los domingos, la disciplina feroz de la Europa, matriz de ferocidades; el culto a la Virgen María y San Genaro, el persignarse con el pulgar, la Nochebuena en torno a un enorme pesebre con el…</p>
<p>TRONCO BOY</p>
<p>Una vuelta me tocó “trillar” el Pericón Nacional en el colegio.<br/>La casi totalidad de los alumnos éramos descendientes de inmigrantes europeos. <br/>Nunca la tuvimos clara.<br/>Nuestros olores, picardías, el amor por el aire libre y el ejercicio formativo, la “pasta schiutta” de los domingos, la disciplina feroz de la Europa, matriz de ferocidades; el culto a la Virgen María y San Genaro, el persignarse con el pulgar, la Nochebuena en torno a un enorme pesebre con el niño Jesús como estrella rutilante y las inolvidables exquisiteces, sobrecargadas de calorías, incorporadas a los barcos repletos de escapados al hambre procedentes de aquellas patrias lejanas y nevadas por esas fechas…verano aquí. <br/>La túnica blanca y la moña azul, bien planchaditas con almidón. ”Il primo amore” interpretado por Carlo Buti en la desquiciante noche de los inviernos montevideanos a pura radioemisora; la pelota democrática y prole, hecha con papel de diario apretado como una bola y metido en una media de muselina de la abuela, etc.<br/>Nada que ver.<br/>¿Qué sé yo? No nos reconocíamos en ese paisaje de Patria Vieja, átono y arcaico que tozudamente nos imponían los servicios estatales de la “Escuela Nacional de Enseñanza Primaria y Normal” en oportunidad de los festejos patrios.<br/>Luego lo comprendí: La República Oriental del Uruguay es una construcción permanente. <br/>El Imperio Británico que la inventó en sus grandes trazos, le encomendó el diseño definitivo a quince o veinte ingenieros y arquitectos de otras tantas escuelas profesionales; tozudos, caprichosos, cínicos, levantiscos, virtuales representantes de una alegoría de corteses y serviciales, no obstante particularmente bárbaros por definición. Unos abiertos a las corrientes de renovación del pensamiento, los más, aferrados a un conservadurismo estrecho y mezquino. <br/>Hasta hoy los inmortales en cuestión no se ponen de acuerdo con el Plano a registrar. <br/>Unana historia de desencuentros en la que aún estamos enfrascados lo que no ha impedido - faltaba más - que con veinte chiquilines seamos potencia mundial futbolística y el “Pepe Mujica” le confiase recientemente al Presidente Chino (andá “llevando”) que “en China eran unos “giles”, que la mejor alimentación, la de mayor potencial de proteínas se encuentra en la carne de vaca y que por eso tienen que hacer negocios con nosotros pa` que “puédamos” desarrollarnos y ustedes dejarse e´joder con el pescado crudo. <br/>Cuando gran parte de América del Sur celebró hace poco tiempo los 200 años de Independencia del yugo español barato, visto lo incierto de nuestro origen político, discutido y discutido hasta el cansancio, aquí inventamos en su defecto:“Montevideo, Capital de la Cultura”. <br/>Como una capillita perdida en medio del campo…no tenemos cura. <br/>Pero más allá de los plomizos debates aderezados de “sangre charrúa”, (aborígenes de estas latitudes, indómitos y muy higiénicos, asesinados sin piedad por quienes luego fundarían el “Uruguay moderno” que en cierto modo, unificó los criterios de aquellos cismáticos profesionales de las ventanas redondas con orientación Norte-Sur), esa cuestión del bailecito criollo, el pañuelito bordado y la ronda con versos, era un asunto francamente fastidioso para nosotros, los hijos del implante.<br/>Si hubiera que destacar alguna virtud de toda esa bobada diría que puede hallarse en la posibilidad de “tomarnos los vientos” de la clase para ensayar diariamente el tal bailecito criollo, al tiempo que eludíamos los problemas aritméticos del maldito librito de Pedro Martín, y como agregado de rango…dado el carácter protagónico (fruto de circunstancias que no buscábamos ninguno de nosotros), “canchereábamos” con las “niñas”.<br/>Admiración y respeto, novias seguras, joda total. <br/>Aún hoy, me consta, se suplicia con esas cosas a los niños en 3D y hamburguesa con fritas.</p>
<p>Los orígenes del “Pericón” se remontan a un tiempo anárquico y abierto a las batallas brutales donde los hombres libres como los pájaros comían, dormían y mataban arriba de un caballo. <br/>Bueno…no es tan así. De vez en cuando se bajaban del equino, obviamente. <br/>Necesitaban entre otras cosas satisfacer” aquéllo”… y “aquéllo” era escaso y no era cuestión de echar mano eternamente de las ovejas o de las pobres gallinas abandonadas en estado calamitoso a su suerte, con pase urgente al sicoanalista.<br/>Este no es el objeto de la narración pero se me calentaron los motores y no puedo evitar internarme en el pintoresquismo de la sobrevivencia hostil de aquellos tiempos que ha llegado a mi vulgar conocimiento de las cosas. Todo en el intento de levantar un telón de fondo en el que se inscriba con la mala leche que me caracteriza, lo que realmente quiero transmitir.<br/>Y lo haré por el puro gusto de escribir, soy franco: Sepa quien ha llegado hasta aquí que aún no he abordado el tema que me interesa. Y esto va para largo, creo. La literatura producto del chambón es un ombú con pretensiones de madera noble. Meras fatuidades y ambiciones de gallo enano; vuelo corto y contextura gomosa, intrincada, libertina y con las ramas tendidas soberbiamente hacia el caos.<br/>El escritor mediocre escribe para perder lectores y a eso me aboco yo con singular entusiasmo, lo admito.<br/>Al asunto.</p>
<p>En un tiempo pretérito se levantaban en medio de la llanura hostil, establecimientos cimarrones de parada obligada para el descanso de los jinetes y los caballos; oportunísimas para echarse en el garguero “unas cuantas” y constatar, en vivo y en directo “qué” de nuevo ofrecía el contacto con la gente y si era posible, probar el filo del cuchillo en el pecho de alguno. <br/>Se les conocía como “pulperías” donde como digo, se ejercitaba el instinto gregario y de vez en cuando se organizaba “bailantas”, donde acudían las “chinas” de las cercanías y las parejas jóvenes de la zona y sus adyacencias. <br/>A no confundir: No eran tiempos de la “mona” Giménez , Pocho “la Pantera” o la inolvidable “Bomba Tucumana”. <br/>Una lástima.<br/>Bailongos de rompe y raja sobre tierra apisonada, precariamente iluminados por la luz mortecina de algunas velas de sebo rancio y adornados con guirnalditas de colores. <br/>Las “chinas” luciendo sus mejores galas, debidamente provistas de su caña y el correspondiente anzuelo, aguardaban impacientes su peoncito soñado. <br/>Requiebros e indirectas rebosantes de picardía iban “armando el ambiente” hasta que un par de guitarras y la infaltable “acordeona” conjuntaban las primeras piezas. <br/>Las parejas se armaban en un santiamén. <br/>Lamentablemente en la planicie bravía de esos tiempos, saturada de sangre y odio, sobraban los guerreros y escaseaban las curvas femeninas, de modo que eran escasos los que “disfrutaban” de la buena compañía y muchos los que quedaban papando moscas prendidos al mostrador. <br/>Se “domaban” a tamangazo limpio, “gatos”, “mazurcas”, “cielitos” y como final de fiesta el susodicho “Pericón”, que constaba de una coreografía elemental de parejas en graciosa formación con vueltas, requiebros y medias vueltas revoleando los pañuelos. Culminaba la apoteosis una ronda circular que encerraba dentro de sí, a su turno, a las parejas en cuestión una por una. <br/>El asunto era intercambiarse zafadurías veniales para que todo el mundo gozara de las ocurrencias y la pasara rebién.<br/>Sin embargo la chacota entre los sexos (como antes y como ahora) constituía un mero pretexto.<br/>Se podía advertir en las miradas que se dispensaban un ansia animal:”Hoy te hago pomada en los pajonales “china” pretenciosa”; y la réplica de ella respecto a su compañero que cortaba el cielo como un rayo en cielo despejado:” Cuando agarremos pal’ lao de las tomateras no te me vayás a desinflar de entrada gaucho de goma porque te degüello de parao”…<br/>Otros había que le daban a la caña brava apoyados, como digo, al mostrador. Perdida a fe…destrozada la ilusión. <br/>Para aliviar su desdichada soledad “chupaban” pólvora con menta. <br/>Las “chinas” revoleaban las polleras y al pobre gaucho le llegaba el olor desquiciante de la oveja en celo.<br/>“Sirva otra doble, pulpero (vida disgraciada la de uno, ¡juepucha¡)”<br/>De pronto un grito estentóreo y autoritario estremecía el local…<br/>¡¡¡¡¡PAAAARE LA MUSICA¡¡¡¡<br/>Un peso pesado con el sombrero echao pa’tras sujeto por el barbijo, cara llena de granos y manos tipo Fránkenstein, transmite la intempestiva ordenanza que es acatada ipso facto. <br/>Se le acerca a uno de los bailanteros, contoneando el cuerpo con ese menao que llevan los guapos al caminar en Panamá.</p>
<p>“Yo creo mi amigo que esa “china” le anda quedando un poco grande a usté. Me disculpará la franqueza”<br/>“Pero… ¿no me diga?”, le contesta el otro con sarcasmo. <br/>El aludido, también de noventa quilos y guantes de ocho onzas, crenchas grasientas, cribado de pequeños pozos virueláceos en la cara, lo observa de hito en hito, brazos en jarras. Hace un globo con el chicle.<br/>“Sí le digo…y no quiero ser atrevido”.<br/>“Está disculpao. Y si; puede que sea como usté dice, capaz que sí - le contesta el aludido - ; capaz que tiene razón el hombre… ( infla otro globo con la lengua y lo revienta con estruendo sobre la cara de su interlocutor) Pero yo creo - y usté me dispensará la insolencia -, yo creo mesmamente que usté tendría que hacer la “pata ancha” pa’ demostrar que esta “china” es pa’ su hechura y no pa’ la mía. Digo…no sé”. <br/>Escupe el chicle lejos.<br/>“Es así como usté dice con mucha cencia: El asunto es probarlo. Vamos a comprobar si yo tengo razón o si la tiene usté, compañero ¿No le parece?<br/>La concurrencia va dejando libre un amplio círculo y el silencio se torna sepulcral.<br/>“Pero ¿cómo no me va a parecer? Aura sí: Tengo pa’ mi que este no es un buen lugar pa’ demostrar esos asuntos. Lo invito a dir a la pieza del fondo…y que la gente se siga divirtiendo ¿Nu haya?”<br/>“Eso mesmo diría yo, pero antes permítame que lo invite con una copa…si se le ofrece”<br/>“Usté me va a perdonar compadre… pero yo tomo sólo bebida lai por la diabete”<br/>“Muy bien. Pulpero: sírvale al hombre un jugo de pomelo sin azúcar y a mí me enyena otro vaso con caña y… QUE SIIIIIGA LA MÚSICA”…<br/>Todo vuelve a la normalidad en tanto los dos hombres abandonan rápidamente el recinto tras intercambiar algunos conceptos respecto al tiempo reinante y el precio de la soja. <br/>En el camino uno de ellos se ajusta la cintura del calzón caronero; el otro acaricia el mango del brutal “facón” que lleva cruzado a la paleta. <br/>La “china” en disputa se espolvorea la cara y controla con el espejito de la polvera el estado del lunar que se ha pintado con un crayón. <br/>Adivina la mirada de las envidiosas y se ajusta el corpiño con una violenta sacudida del busto. Particularmente controla que asome como es debido el valle de los senos.<br/>Dos hombres se van a jugar por ella…y los dos son muy atractivos según se vea.</p>
<p>Ya se había armado el Pericón y la algarabía reinante hizo olvidar por un momento el infeliz incidente. “Hasta ayer usté me amaba y hoy la noto muy distante…Su corazón no palpita por mi ¿hay por ai un atorrante?... La “china” le contesta a su vez con no menor impudicia: “Yo no cortejo atorrantes, soy una dama muy fina. Yo sólo conozco a uno, que a más que ser atorrante se parece a una gallina”…<br/>Gritos, silbidos…”Eso sí que estuvo güeno”.<br/>OOOOOTRA PAREJA AL MEDIO - exige el bastonero.<br/>De pronto…<br/>¡ Ahijuna que se abre la puerta¡”, pega el grito uno que iba camino a la letrina.<br/>Asómanse los contrincantes mirando el piso con los torsos desnudos, tomados de la mano tiernamente. Cada uno con un cuchillo en la otra.<br/>“Pero lo que son las cosas de la vida… ¡jue pucha¡” <br/>Uno de ellos, visiblemente turbado explica a la frustrada concurrencia:<br/>“Fue desnudarnos del ombligo pa’rriba y enamorarnos ahí mesmo como dos comadrejas. ¡Quién lu iba a decir¡…”Monosesuele vinimo a ser…Si señor…así nomás son las cosas… <br/>------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------</p>
<p>Ensayamos y ensayamos varias semanas con aquella profesora paciente como un monje, especialmente dedicada a mí, que no daba con la sincronización del paso en circuito cerrado, medio frenado, como aplastando cucarachas, tomado de la mano de mi paciente pareja. Por momentos cada cual debía trenzarse con los otros que asimismo se desvinculaban grácilmente entre sí hasta encontrar el compañero inicial. <br/>Una cuestión diabólica.<br/>Trato de recordar por qué yo tenía que integrar aquél grupo de gauchos de moña azul, siendo como era materia granítica en casi todas mis manifestaciones. No puedo llegar a encontrar un solo rastro de las razones que hubiesen incidido para que un tarado optarse por mi elección<br/>Inverosímil. <br/>Lo cierto es que figuraba en el elenco estelar.<br/>No soy supersticioso más allá de lo normal pero creo firmemente que hay un sino inevitable que nos acompaña y es inútil tratar de eludirlo. <br/>Está escrito que tenés que olvidarte de los anillos el día de la boda frente al cura y tu futura esposa que te fulminará con la mirada …” Si hago este papelón te juro que te estrangulo”.<br/>Te preparás como nunca el día que vas a visitar por primera vez a los padres de Zulema y justo-justo, a dos metros del umbral pisás un excremento de perro. Está escrito, no hay vueltas...<br/>El asunto fue así:<br/>A cierta altura de la matraca, con el público expectante, parientes,( hasta uno de mis tíos, Salvino, que odiaba la vida y me enseñó a vivir, estaba), vecinos, la Señora Directora mirando todo (¡¡Dios mío¡¡) en el decurso de una ronda por demás complicada a mi me da por agarrar en dirección de las agujas del reloj y el resto, mi pareja incluida, vuelca un ¡¡aura¡¡ estruendoso en sentido contrario. <br/>Flor de berrodo y yo con cara de “notengolaculpadesertanestúpido”.<br/>La profesora – beatificada por el Papa años después- frente al abismo que se abría ante sus pies no tuvo mejor idea que agarrarme del brazo y sacarme de la florida exhibición. Mi compañera se mordía las uñas y a ratos me puteaba. Quedó inmerecidamente “guacha” de pareja y haciendo la tonta. Optó por sacar un cigarrillo y hacer poses a lo Simone Signoret, sin fumarlo. <br/>Risas, murmullos…Lo llevo grabado a fuego entre mis vergüenzas. <br/>Y claro…un drama de tal magnitud necesariamente produce su propia onda expansiva.<br/>Era inevitable.<br/>--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------<br/>Mi vieja.<br/>Su moral, sus apetitos, su fe, incluso sus pasiones no ejercían presión apreciable en su talante habitual. Sólo destacar sí, que desde aquellos ojos de puma italiano, esmeraldinamente profundos, asomaba todo el tiempo un fuego rudo, como el que se escapa a lengüetazos por la virola de un horno de fundición. Una energía recluida que parecía pugnar por liberarse y derramarse incontrolable. <br/>Sin embargo algo más poderoso la contenía y le impedía estallar. Un propósito del entendimiento aceptado por la voluntad. <br/>Sometió su existencia al autosacrificio sin hacer bandera, discretamente No creo que sus pensamientos hayan aterrizado alguna vez en el explìcalotodo convencional: “pará pibe... la vida es una sola y hay que vivirla a full”.<br/>En lugar de eso con lealtad incondicional cuidó de su prole con las garras recogidas. <br/>El final que la aguardaba, cruel y grotesco, me cuestionó para siempre muchas zonceras en que la gente cree.<br/>Tenía sus cosas, claro. <br/>Consideraba indigno para una dama subir sola a un taxi, del mismo modo que una afrenta personal no ser llamada, la primera, para “hacer la noche” cuando lo requería la atención continua de un enfermo querido o del barrio. O no avisarle cuando el hijo de la comadre – un inveterado rapiñero - caía preso y había que llevarle vituallas. Vivíamos cerca de “Miguelete”, una correccional que ya no existe.<br/>Ella era “nosotros” sin drama.<br/>Lavaba y planchaba la ropa propia, la de los otros cinco mayores y los dos menores de la casa. Pasaba el trapo a los muebles, cocinaba, subía las dos escaleras hasta la azotea cargada con la ropa mojada. Bajaba con la seca, bancaba a mi viejo, un bohemio AAA.<br/>Cada cuatro años se hacía un tiempito para arreglarse el pelo<br/>Con un tío, el menor de los tres, desplumaba los pollos recién liquidados por mi otro tío, el mayor, que los “bajaba” quebrándole el cogote a mano limpia como quien quiebra una rama. Mi vieja los abría con una tijera y los evisceraba. Mi abuela en ese acto se santiguaba y al final de la faena quemaba las patas de los bichos en una plancha al rojo. El olor que despedía eso es sencillamente indescriptible pero valía la pena: El “mal de ojo” no entraba en mi casa.<br/>Jamás, jamás de los jamases probé ave a conciencia. Me han pasado el “perro” y me la he bancado pero a conciencia, jamás. <br/>Mucho antes que Violeta Parra mi vieja ya le agradecía a la vida “que le daba tanto”.<br/>En verano, cuando todo Montevideo “hacía” playa (30º a la sombra; en la cocina de mi casa, 45) el susodicho tío mayor, de profesión verdulero, combatía el ocio de la hermana donando entusiastamente varios cajones de tomates maduros. <br/>Ella los hervía pacientemente en una olla grande durante horas: Cuando se ablandaban al punto de deshacerse en el agua los sacaba (hirvientes que era una hermosura) y frotaba sobre el colador de alambre fino.<br/>Un espeso jugo manaba intermitente sobre el recipiente de lata colocado debajo, zumo celestial el cual era vertido oportunamente en varios platos chatos, expuestos al sol de enero sobre un paredoncito de la azotea de la casa. <br/>No es difícil advertir que a través de ese procedimiento secular se obtenía la deshidratación natural del susodicho zumo que afortunadamente, afortunadamente digo… siempre le llegó antes que a mi vieja. <br/>De noche había que entrarlos y eran como diecisiete. ¿Motivos?: Los gatos, la acción oxidante de la humedad, el choreo de los vecinos…y siempre pispiando el tiempo. Si amenazaba lluvia...adentro otra vez. Sube y baja las escaleras con los tachos.<br/>¿Los “machitos” de la casa?... atorrando, haciendo boliche o jugando al fútbol.<br/>El producto final se resumía en una pasteta seca color marròn rojizo, que mi abuela revisaba diariamente como si fuese preciso controlarle la presión.<br/>Eso supo llamarse “conserva” y servía básicamente para hacer el sacramental tuco de los domingos, de manera que nosotros, los dignatarios del clan, nos sintiésemos reconfortados y justicieramente agasajados con el proverbial aderezo rabiolero, no fuera cosa que perdiésemos vigor… <br/>Se acostumbraba regalar algunos bollones de esa pasteta a los “paisá”. <br/>De eso me encargaba yo. Ligaba buena propina para ir a la “matinée” de los sábados en el entrañable “Oriental”, el lugar donde “la turca” Haydee, una vuelta me miró fijo y me encajó el primer beso que me dieron en la boca. <br/>--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------<br/>Los ojos verdes y triangulares del puma esperaron a la profesora en la calle. <br/>- Oiga señorita... ¿por qué sacó a mi hijo del brazo delante de toda esa gente? <br/>La interpelada quedó petrificada.<br/>En esas circunstancias la cara de mi vieja reflejaría la misma tensión crispada del campesino corso que ante el amor no correspondido, se rebana una oreja con la navaja de pelar las habas sin hacer un solo gesto.<br/>Un presentimiento “fulero” cruzó por la cabeza de la interpelada. <br/>Había olor a azufre.<br/>- Bueno...es que su hijo se distraj...<br/>El cachetazo imponente resonó como un latigazo.<br/>La inocente mujer cayó como un saco de harina entre varias señoras que apenas la pudieron sostener, hecha un gemido doliente. Alguno de por ahí se animó a intervenir con gestos aparatosos llamando a la cordura. <br/>La gente contemplaba el incidente tocándose con el codo. “¡¡Doña Luisa es brava¡¡”<br/>Me agarrò de la mano y sin mirar a los costados musitó entre dientes:<br/>- Apurate, “Rey del Compás”(así se nombraba al inolvidable Juan DÄrienzo) que tengo que hacerle las milanesas a tu padre...</p>
<p>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI</p>
<p>Julio en Montevideo.</p>BOBADAStag:www.creatividadinternacional.com,2013-05-17:3073384:BlogPost:3164912013-05-17T21:35:32.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>6 de mayo de 1968.</p>
<p>Después de algunos disturbios callejeros en París durante un par de semanas, estudiantes de la Sorbona toman la universidad y piden soluciones radicales al problema del desempleo. Su actitud sirvió de ejemplo para otros estudiantes y trabajadores de todo el país que se declararon en huelga, y al cabo de una semana el país estaba totalmente paralizado. El Presidente Charles de Gaulle, tras un intento fallido de acabar con la huelga general, disolvió la Asamblea…</p>
<p>6 de mayo de 1968.</p>
<p>Después de algunos disturbios callejeros en París durante un par de semanas, estudiantes de la Sorbona toman la universidad y piden soluciones radicales al problema del desempleo. Su actitud sirvió de ejemplo para otros estudiantes y trabajadores de todo el país que se declararon en huelga, y al cabo de una semana el país estaba totalmente paralizado. El Presidente Charles de Gaulle, tras un intento fallido de acabar con la huelga general, disolvió la Asamblea Nacional y convocó nuevas elecciones. Aunque su partido ganó la reelección el descontento continuó vigente hasta su dimisión en 1969.</p>
<p>16 de mayo de 1937: Bombardeo aéreo de aviones italianos sobre Valencia.</p>
<p>BOBADAS</p>
<p>El silencio es iracundo.<br/>Sin gemidos ni impaciencia.<br/>Trasudados y nerviosos,<br/>ajústanse los correajes,<br/>Se burlan de su orfandad.<br/>Meros temblores de vida.</p>
<p>Piedras, raíces hurañas<br/>cubren la sierra insurgente.<br/>Solamente un ave, un canto.<br/>tempranero, indiferente<br/>rompe el silencio pesado.</p>
<p>El más joven mira el cielo.<br/>Una nube se hace sombra<br/>sobre la tierra quemada.<br/>Máscara de madera<br/>que ya no oculta el desprecio.</p>
<p>Aquél… <br/>El de la torva mirada.<br/>Ese que lo vio morir…<br/>de pie,<br/>mira las botas astrosas.<br/>y la mueca del caído.<br/>Tiempo ha, olvidó los “cómo” <br/>Igualmente los” por qué”<br/>Sólo le cerró los ojos… al Joaquín.<br/>¡Qué mierda¡</p>
<p>El que comanda la fila<br/>ordena sacarse los gorros<br/>y encuadrar las carabinas.<br/>Las sienes pulsan de rabia.<br/>“El Joaquín”…La puta vida.<br/>Si de puta tiene algo bueno.</p>
<p>La faena toca a su fin<br/>Palas y picos. Sudor vacío.<br/>“No te has de ir así…<br/>camarada”<br/>Una mano en el corazón,<br/>otra engarrotada al cañón.</p>
<p>Pero se va. <br/>El hoyo profundo y negro<br/>lo quiere.<br/>Tiene hambre de valientes.</p>
<p>¿Puedo rezar Comandante?<br/>¿Y a santo de qué?... Mocoso.<br/>Por su madre…la “Tinaja”<br/>Y…su sangre que es la mía.</p>
<p>Bobadas, solo bobadas…<br/>Mocoso.<br/>El Joaquín ya fue<br/>y ya no es. <br/>Era su ley y su hora.<br/>A la una le fue fiel…<br/>mientras pudo.<br/>Con la otra fue puntual.<br/>¿Qué más basta a un combatiente?<br/>La muerte es una vez por todas.<br/>Y nadie lo mata matando<br/>a quien está decidido.<br/>Su desprecio por la vida<br/>es misterioso desdén <br/>por la muerte.</p>
<p>Tu madre lo rezaría, dices.<br/>Ya…mocoso.<br/>Hace tiempo que lo hace.<br/>Tanto o más de lo que piensas.<br/>Por otros joaquines muertos.<br/>Ora.</p>
<p>Ese asunto de los rezos… <br/>Mira:<br/>Puede que rece a su Cristo,<br/>el que en todos estos días<br/>de pena<br/>le pone el pecho a las balas.<br/>Quien diga que no seas tú,<br/>mocoso…<br/>el próximo Cristo<br/>sacrificado.<br/>O yo, sin los clavos en los pies <br/>Ni el peso de aquella conciencia.</p>
<p>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br/>MAYO de 2013</p>UN PROYECTO DE SOCIEDADtag:www.creatividadinternacional.com,2013-05-09:3073384:BlogPost:3142342013-05-09T02:57:20.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>Móvil 1.- Apoyada sobre el vidrio de la ventanilla, encorvada, susurrante:<br></br>…! Ay! No sigas malito. Si…porsu…y eso también, claro. Lástima que me duele un poquitín (apantalla el aparato con la otra mano)… Cuando voy a ca…!No! No digo que no me guste pero… ¡Ah¡ bueno con eso estaría mejor ¿Me lo jurás?...Sos un mentiroso vos que…Hoy salgo a las nueve del labur…! Ay! terminala que me estoy mojando toda…Bueno pesadito de mi vida, síii…llevo puesta una combinación rosada, con puntillas…</p>
<p>Móvil 1.- Apoyada sobre el vidrio de la ventanilla, encorvada, susurrante:<br/>…! Ay! No sigas malito. Si…porsu…y eso también, claro. Lástima que me duele un poquitín (apantalla el aparato con la otra mano)… Cuando voy a ca…!No! No digo que no me guste pero… ¡Ah¡ bueno con eso estaría mejor ¿Me lo jurás?...Sos un mentiroso vos que…Hoy salgo a las nueve del labur…! Ay! terminala que me estoy mojando toda…Bueno pesadito de mi vida, síii…llevo puesta una combinación rosada, con puntillas blanc…Te voy a cortar porque estoy por hacer un org…Chau.</p>
<p>Móvil 2.- Bochinchera y cholula:<br/>¿Volvieron los chicos del cole?... ¡Ah qué bueno!, ¿Con el carné?..¿Cómo? ¿No se los entregaron todav...En fin…para las malas noticias hay tiem… ¿Josefa?… por favor les prepa…si, la marienda Josefa; yo…este… (tomada de la mano de un tipo menor que ella) voy a llegar un poco más tarde ¿sabe? Tengo que probarme el vestido para la…Si, y puedo retrasarme un poco, muchas client…La entiendo pero esta vez hágame el favorcito ¿eh? quédese un ratito más. ¿De acuerdo? También dígale a Florindo, que no se preocupe, que no me vaya a buscar. Me tomo un taxi… ¿Quién? Bueno póngala al tubo…Hola Paula… Si, si, Josefa ya me informó que no te dieron el carné trimestr... ¿Vos estás loca?…ahora no puedo. Los deberes, siempre los deberes. ¿No sabés hacerlos sola? “Mamá” hoy no puede porque tiene que hacer algunas…cositas. No llores mi amor, a la vuelta nos vamos a un Mac Donald’s ¿ta?...<br/>Se aprieta al tipo y le da un beso en el cuello.</p>
<p>Móvill 3.- El vecino de asiento observa atentamente y sin recato una revista pornográfica Varios escolares se han plantado ahí y no quieren correrse de lugar. (Su compañero de asiento, se comunica con voz de susto:)<br/>…Y… los resultados no son buenos… No, no. Parece que se confirma el primer diagn…No llores Isolina ¡¡Por favor¡¡. dejame explicarte…No llores y dejame… ¡CARAJO¡ Escuchá: El médico me aseguró que el tratamiento es caro pero bastante eficaz y me garantizó una sobrevida “interesante”…Sí, qué sé yo…”interesante “, dijo ¿Sos sorda?... No, no me preparés nada. No tengo apeti…sí ya sé…no jodás… Qué le voy a hacer si no tengo ganas de tragar nada y ahora mismo me estoy aguantando para no vomitar. ¡¡¡¡NO LLORÉS ISOLINA¡¡¡¡ Teneme paciencia que de últimas nunca fui fumador ni bebedor… y bueno sí, me gustaba comer bien…¡¡¡ISOLINA ¡¡¡ NO ME TRATES DE CERDO DE MIER… ¡TERMINALA DESGRACIADA!...¿Ah sí ¿:¡OJALÁ TE MUERAS VOS ANTES¡ HIJADESIETEMILPUTAS¡…Si mudate a lo de tu madre y no vuelvas nunca más al bulín. ¡VÍBORA PODRIDA! Los escolares dejan por un instante las tetas grandes y se miran azorados. Hay un silencio de muerte en el colectivo. Un cura anota algo en su libreta, lo subraya. Ya repuesto uno de los escolares le pide al hombre de la revista que sea buenito y de vuelta la página…</p>
<p>Móvil 4.- Con la blusa abierta inconvenientemente hasta un botón que pugna por reventar. Guerrera cuarentona con varios combates encima. Las uñas pintadas con los colores de un equipo de fútbol muy conocido.<br/>…Loquepasaesquelalocaesatienelospajaritosentreveradosylefaltanalgunos”caramelos”…Clarofijatequereprocharmequebailéconsuexcuandoellabiensabe¿entendés?queltiposaliaconcualquieraysiemprefueunacornudaquenisebañabapostapostaMiguelnosoportabaelolorapichíquelargabalabombachadeesaasquerosallenadesarnacomolosperrosFijatevosquesetomatresocuatroguisquisyentraapararseenlasmesasylehaceelestritisalosguarangosquelaaplaudenyletocanelculoEsaputonajustamentemevieneahablarmeamídemoralytodoeso…Nonenayademáseltipolatienechiquitaasíyesdetirocortovosmeentendés¿no?YyametienepodridaconquelepongaelcondónyesascosasYametengoapuntadoaunrubiopuromúsculollenodetatuajesconunbultodenovelaParecequeespatovicaenunbolichedelaaduanUnjentlemanquepasatodoslosdiasalasieteyseagarradeahíabajoparasaludarmeUncachondodivinoAcáhaceuncalorbárbarodentrodequinceminutosestoyenlapisinaycomoteibadici…¿hola?...¿hola?...</p>
<p>Móvil 5.- El individuo sube al colectivo, mira de soslayo al conductor y le aguanta la mirada al guarda. Todo bien, todo claro, todo conversado. Extrae el celular, se levanta el saco, frunce los labios y se comunica con un hilo de voz:<br/>Poné atención “Pelado”: Metele la “lanza” a la vieja que está entre el “punto” de colorado y el guacho de campera. De ese “gil” me encargo yo después. Me le acerco por el costado derecho y la empujo contra ustedes dos y de paso lo separo. Ese que está sentado al lado del minún de rulos tiene pinta de “tira”, no lo pierdas de vista y avisale al “Efra”. Pasado el puente se sube el “Bebe” y completamos el trabajo en este “bondi”. La tenemos que hacer rápido porque atrás viene el 212 con la gente que va para el Shopping…Corto</p>
<p>Móvil 6.- Busca desesperadamente el celular que se le cayó del bolsillo, cerca de la puerta delantera. Atropella a medio mundo hasta que lo encuentra y se acomoda resollando en uno de los asientos laterales. Se intercala con prepotencia entre dos ancianos que nada pueden hacer salvo rogarle a Dios que se los lleve cuanto antes. Se hurga a fondo la nariz. Come con deleite las excrecencias y se chupa el dedo con talento de diva. Despatarrada, con el borde inferior de la mini a la altura del ombligo llama a…</p>
<p>…Ola ¿Sos vo Vale?; ¿vas a la fiesta que organizó la Bety, noseké, creo que para mañana en el rancho de Punta? Va a estar re de más,… ovio voluda…Sí, mi madre nos yeva en el auto, noseké,… ovio voluda .. Kon el nuebo nobio que se hizo, ke está fuertísimo y me lo voy a levantar en kualquier momen…Una kagada sí,… justo hoy ke ando con la regla pero es lo de meno… ovio guaranga. Ahora me vi’ a encontrar al boliche con la Delfi y la Paula. Me vi’a pedir una amburguesa gigan…ovio voluda, con guevo y esas cosa…Me voy a morfar todo. Flor de bream tengo, flor… ¿El sábado?, dejame pensar kon la cavesa voluda… ¡Ah sí¡ para esa fecha ya se me fue,… ovio voluda….Y ¿ke se yo?, un chupín blanco con un remera rayada de gris y blanco. Y vos ¿con ke te vas a tapar el kulo?... Ok, bárbaro…Si, con plataforma, ovio boluda. Chau, te dejo porke estoy sin vatería. Ovio voluda. Y klaro… estoy en el bondi boluda, ovio….¿Proleta yo?...andate a kagar ¿kerés? Hay un holor a tamvo aká arriba que da asko…Ké se yo voluda…y¿ Ke te voy a decir? Hay biejas con el pelo teñido, guachos por todos lado…un asco…te korto que no tengo vatería…Sí…noseké,ovio. Los konsola y los preserva los yevás vos. Ok… ¡¡ovio¡¡ …El vino lo pongo yo… ovio, voluda. Baibai.</p>
<p>Movil 7 Encantada con la mano extraña que le acaricia el trasero y fastidiada con la conversación que la distrae del placer que le produce el toqueteo del degenerado:<br/>Y si… no me gusta estudiar, yo quiero ser modelo…Matame sí queré mami pero yo quiero ser mo-de-lo… ¿Si no me dejás hablar?…Bueno te digo… Cuando me llamaron kuedé helada como una cameya. Abrieron la puerta… pase Isabel Gurméndez – dijo un flako -, siéntese ahí y ke no sé ké y ke no sé ké kuánto. Dos tipo y una mina estaban en la mesa de esámene. Tenía ke contestar una jodida cosa y no sabía un carajo. Ke la bolilla contaba de no sé ké y ke estava en el programa. Me volvió a preguntar sobre el proseso de la cloforila o no sé ké mierda, y yo justo que no lo había estudiado y bueno… (Esperá un poco mami. (El degenerado no la deja en paz y ella hace un ademán sobrio para que no se vaya de mambo).Te sigo contando. La mina me dijo: Le voi a dar la última chanse: A ver: El perro y el gato ¿son mamífero o son coleótero? Y yo me acordaba bien y le dije: “En la escala biliar son animale que chupan de las teta y mean en cualkier parte”. Retírese un momento me dijo la muy estúpida. Conversaron bajito dos minuto los tré, al final la tipa se akomodó los lente y me dijo: El tribunal considera que usted debe volver a la escuela…No me relajes mami…yo kiero ser mo-de-lo ¿ta?... <br/>El degenerado la toma de la cintura y le hace una proposición. Ella asiente…<br/>Móvil 8. Está nervioso y tenso, se mira las uñas exquisitamente esmaltadas al rosado viejo, muy elegante. Se arregla la golilla y tuerce la muñeca con fastidio. Un par de chicas se percatan y comentan entre ellas. El tipo las mira con desdén y saca el celular del bolsillo con rabia contenida:<br/>…Vos creés que sho soy tu esclavo ¿no?...Pero no soy tan bobo para que lo sepás.Hace tres días que no me shamás y asher te vieron con Ricardo. Shoré toda la noche. Sha no me querés ¿no es cierto? Claro…¡¡Cashate la boca¡¡… dejame desahogarme…¿Ah sí?…Chocolate por la noticia…No, de mi no te vas a desprender aunque te vashas con ese traidor.¡¡PUTO DE MIERDA¡¡…Sho estoy decido a todo…a ese lo deguesho con el filo de las uñas ¿oíste?...Si…burlate de mi shanto, ¡¡MALDITO¡¡ ¡¡¡TE ODIO ¡¡¡ TE MALDIGO, SHUSHO DEL PANTANO¡¡¡NO CORTÉS, GASHO SIN PLUMAS¡¡¡ ¡Hay por qué no me moriré y que me entierren en un desierto shermo¡ (dirigiéndose al que dormía a su lado) …Y vos aflojale al apolisho, pedazo de un idiota… Los pasajeros se miran con sorna y las chicas se ponen una mano en la boca para no reírsele en la cara…¡¡¡SHEGUAS¡¡¡ ¿De qué se ríen?... El de al lado continúa su lectura como si nada.</p>
<p>Móvil 9. Una señora de pelo entrecano cumple años ese día. El marido ansioso la espera para darle el beso de todos los años y el regalito. La llama al celular. Ella atiende el aparato justo en el momento en que la iban a punguear. El delincuente chasquea la lengua…</p>
<p>Siiiiii. <br/>Soy yo Pochita, espero que llegués pronto. ..Ya puse el asado a la parrilla (se emociona y lagrimea) Todos te estamos esperando. Escuchá esto Pochita,(el marido coloca el celular en el parlante de la radio) así te vas entreteniendo .¡Ah¡ y te adelanto que esta noche hay regalo extra en la “catrera”. Vas a ver las estrellas con satélites y todo junto. Escuchá mi vida:<br/>(Con Angelito Vargas en las cruces, Angel D’Agostino la arrulla tiernamente)</p>
<p>…Me faltas tú<br/>Con tu piel de jazmín.<br/>Me faltas tú<br/>con tu voz, tu reír.<br/>Y en la terrible tortura de mis noches<br/>tan dramáticas y frías.<br/>Escucho siempre tu voz<br/>Toco tu piel…<br/>Tu piel de raso y de jazmín…</p>
<p>(Trozo del tangazo “Piel de Jazmín” con textos del gran poeta José María Contursi y música del “inmortal” Mariano Mores).</p>
<p>¿Te gustó? Ella mira para afuera. Una “tranca” le cierra la garganta. Finalmente le contesta: Mirá gallito que las promesas son para cumplirlas y yo a vos te conozco cuando empinás el codo…aflojás siempre en los últimos quinientos… Te amo Jacinto. En media hora estoy en casita. Chau…</p>
<p>El autobús, como de costumbre, detiene su marcha frente al liceo. <br/>Mascando chicle suben atropelladamente diez o doce estudiantes de ambos sexos cargando sus mochilas con los auriculares puestos; algunos llevan el celular pegado a la oreja como si se tratase de un rito. Se empujan y se pegan los mocos unos a otros. El quilombo no cesa. El pasaje se queja, pero ellos constituyen la aurora del mañana, el sueño de una sociedad más justa, los depositarios de nuestros sueños y hay que bancarlos. <br/>El colectivo se va desplazando por el largo puente cuando uno de los chicos le “baja” un reglazo a un compañero muerto de risa. El agredido da un traspié, pierde la vertical y por efecto dominó empuja al resto de tres o cuatro que acompañaban la joda más algunos laburantes medio dormidos. Se le caen encima al conductor que en esos momentos se comunicaba con la Central omnibusera por celular. Sorprendido y con una sola mano al volante pierde el dominio del bus. <br/>La maniobra desesperada que intenta no evita el choque estrepitoso y de frente con un pesado camión con acoplado, cargado de troncos que se desplazaba a gran velocidad en sentido contrario. Tras una dantesca serie de vueltas el bus rompe la baranda de contención y cae al vació hundiéndose lentamente en el profundo lecho del río. <br/>La costura abierta en la superficie del agua es rápidamente suturda por unas olitas breves y juguetonas que aprovechan para besarse.</p>
<p>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br/>MAYO de 2013.</p>CUANDO SE CIERRAN LAS SOMBRAStag:www.creatividadinternacional.com,2013-03-05:3073384:BlogPost:2984692013-03-05T01:34:35.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>Desconozco si existe en la historia de la humanidad antecedente similar; un oprobio moral de tamaña magnitud. <br></br>No improbablemente alguno de los protagonistas de la pequeña historia que relataré, atemperase su deshonra a virtud de la preeminencia de factores temperamentales cuya fortaleza de natural salvaguarda, proporcionaríale un medio indirecto para enfrentar la vergüenza letal que en tales circunstancias devasta al individuo.</p>
<p>Quizá una vuelta de rosca imprevisible, al abrigo de…</p>
<p>Desconozco si existe en la historia de la humanidad antecedente similar; un oprobio moral de tamaña magnitud. <br/>No improbablemente alguno de los protagonistas de la pequeña historia que relataré, atemperase su deshonra a virtud de la preeminencia de factores temperamentales cuya fortaleza de natural salvaguarda, proporcionaríale un medio indirecto para enfrentar la vergüenza letal que en tales circunstancias devasta al individuo.</p>
<p>Quizá una vuelta de rosca imprevisible, al abrigo de un escalafón de recuerdos entrañables, o una alegórica guitarra que tiñese de olvido y resignación la marisma alcohólica del abatido y proporcionase a la mente enajenada el bálsamo vital para sobrevivir.</p>
<p>Puede incluso que un anómalo efecto camaleón estimulase la adopción del tono y el color del entorno indiferente, o sabe uno quién se convirtiese en mosca pegada a la pared para escuchar y ver sin ser advertido, vendiendo el alma al precio vil de una herramienta.</p>
<p>Lo que trasladaré a continuación es absolutamente verídico y ha sido tomado en versión propia del suscrito, de un libro autobiográfico del extraordinario escritor italiano, Curzio Malaparte Falconi (Prato, 9 de junio de 1898 – Roma, 19 de julio de 1957), de nombre real Kurt Erich Suckert , intitulado “La Piel”.<br/>Malaparte fue actor bélico de primera línea del ejército regular italiano en las dos últimas confrontaciones mundiales. <br/>Su bibliografía y sus formidables artículos periodísticos rezuman la extrema amargura de quien asociado al horror, exorbitado en este caso en tanto vencido y pisoteado por los vencedores, arroja sal sobre su pecho supliciado por el deshonor y la duda, procurando salvar con el sacrificio de la palabra valiente y al mismo tiempo piadosa, el alma y el espíritu de un pueblo trucidado por la inacabable tortura de la guerra.</p>
<p>OOO</p>
<p>Las tropas estadounidenses, combinadas con las inglesas, eligen Nápoles como cabeza de puente, (entre otras), para el desembarco e invasión de las tropas aliadas en la Europa continental sometida al eje Roma-Berlín. <br/>Mientras la defensa y posterior ofensiva de Stalingrado ya se ha cobrado tres millones de víctimas, la ocupación nazi en el resto del continente se torna insostenible. El predador enceguecido por la impotencia retrocede y forcejea en Italia, buscando cubrir su retirada con carne de cañón italiana. Múltiples deserciones, el acoso permanente de la guerrilla partisana y el sufrimiento sin tregua de un pueblo que resiste lo indecible, inclina al comando nazi a tomar las riendas de la contienda. Desde ahora y con prescindencia de su aliado fascista asumirá el control exclusivo de la situación e impartirá las órdenes pertinentes para no perder posiciones en el Sur y cubrir su retroceso.<br/>Pero las cartas están echadas. Huida y arrasamiento van de la mano. <br/>El ejército liberador entra a Nápoles bajo palio y desde entonces el postramiento del pueblo napolitano, por el hambre y la desolación, cambia de dueño. <br/>Muchos niños son alquilados por sus propias madres a los soldados del "liberador", especialmente a los árabes del ejército inglés, degustantes reconocidos de ese plato exquisito a cambio de unas monedas o libras de chocolate.<br/>En cuanto a las mujeres... ¿Qué decir? <br/>Mussolini es ejecutado por la guerrilla y el comando político provisorio del Gobierno italiano encabezado por el nefasto Bidoglio ofrece al invasor la rendición incondicional pero además, propone "colaborar" con sus precarias fuerzas en la lucha contra sus ex aliados.<br/>“All right fucking Italian. Put on and take off these clothes that bear that another lousy start. And make it quick before we repent and go through the weapons you as you deserve” (*)<br/>Entre burlas y risas las tropas italianas son obligadas a despojarse de sus uniformes y sustituirlos por un remanente de material de desecho. <br/>Zapatos agujereados o reconstruidos a las apuradas, casacas y pantalones cribados de agujeros de bala, cosidos de apuro aún con sangre seca, proveniente de las fuerzas aliadas que lucharon y murieron en el desierto poco tiempo antes constituyen la nueva indumentaria.<br/>Hasta el fin de la guerra el atavío de los míseros soldados italianos perteneció a los muertos que sobrevivieron en otros muchachos con la misma mirada inocente.</p>
<p>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br/>MARZO DE 2013</p>
<p>(*) Todo bien, italianos de mierda. Poneos esta ropa y quitaos esa otra piojosa que lleváis puesta. Y que sea rápido antes que nos arrepintamos y os pasemos por las armas como os merecéis…</p>
<p>-------------------------------------------------------------------------------------------------</p>VENTUROSA INOCENCIAtag:www.creatividadinternacional.com,2013-02-11:3073384:BlogPost:2942502013-02-11T01:25:10.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>Me envuelve el sensual campanilleo <br></br>de tu rubor enamorado.<br></br>Pestañas bajas, enjambre de sueños.<br></br>Y una lágrima<br></br>que asoma,<br></br>renuente al esplendente abismo<br></br>de tu blusa palpitante.</p>
<p>Retuerces ansiosa el pañuelo.<br></br>Carmín y romance, <br></br>vértigo ansioso.<br></br>Y los pliegues de tu falda,<br></br>avance provocativo<br></br>de tus muslos <br></br>a mis manos… advierten.</p>
<p>De pronto un silencio incómodo,<br></br>trivial y súbito.<br></br>Fogonazo adolescente.<br></br>Banderillas de…</p>
<p>Me envuelve el sensual campanilleo <br/>de tu rubor enamorado.<br/>Pestañas bajas, enjambre de sueños.<br/>Y una lágrima<br/>que asoma,<br/>renuente al esplendente abismo<br/>de tu blusa palpitante.</p>
<p>Retuerces ansiosa el pañuelo.<br/>Carmín y romance, <br/>vértigo ansioso.<br/>Y los pliegues de tu falda,<br/>avance provocativo<br/>de tus muslos <br/>a mis manos… advierten.</p>
<p>De pronto un silencio incómodo,<br/>trivial y súbito.<br/>Fogonazo adolescente.<br/>Banderillas de papel<br/>sin mérito ni virtud.<br/>Arcano íntimo e inofensivo. <br/>que percibe una amenaza<br/>y el coste de la profanación.<br/>“El furor de la noche<br/>es el rencor del alba”<br/>- susurra - “y la acritud <br/>del vinagre<br/>la puesta de sol indeseada”.</p>
<p>Palomín azul, <br/>jazmín en la turbulencia: <br/>Dime si mi conciencia<br/>es vergüenza… <br/>O la mueca de un blasfemo<br/>de dudosa estirpe.</p>
<p>Hazme compartir contigo<br/>El entrañable crepitar de los leños.<br/>La sutil melancolía<br/>de las amapolas escondidas<br/>en la noche insonora.<br/>El roce de tus puntillas<br/>sobre mi espalda cansada…<br/>Y que tu felicidad despeje<br/>la vaga ociosidad,<br/>de los suspiros desconsolados<br/>que obstruyen la razón.</p>
<p>Tus ojos…<br/>Hembra redentora. <br/>Miel morena.<br/>Tus pestañas bajas…<br/>obrarán el milagro inusitado <br/>de devolverme aquél que fui.<br/>Esencia intangible<br/>que por vital resistirá<br/>mi entierro en el olvido</p>
<p>Tú te sueñas y persigues<br/>los hilillos de tu falda,<br/>fabulando con tus dedos<br/>un cerco de estrellas verdes<br/>que deambulan por mi mente<br/>explorando entre los restos<br/>un atisbo de esperanza</p>
<p>Ven… <br/>Dibujemos en la arena fría<br/>un delirio mesurado. <br/>Que la eternidad nos trague,<br/>Y el sin fin del monólogo,<br/>cese.<br/>Que definitivamente<br/>la razón de nuestras vidas,<br/>aflore,<br/>chisporroteante de aliento.</p>
<p>.Tus ojos, <br/>tus pestañas bajas… <br/>convocan el gozo silente<br/>desgajado de la duda.<br/>Flor de espuma entre los riscos.<br/>El blanco estreno del alba<br/>santiguará tus promesas.</p>
<p>Un oleaje zigzagueante<br/>moja las perlas negras <br/>que dormitan en tu pecho,<br/>desnudo y fértil.<br/>Ave María de paz, <br/>Irreverente indulgencia.<br/>Apogeo <br/>de dicha intemporal.</p>
<p>Gira la rueda, muchacha.<br/>Gírala en sentido inverso, <br/>que la destreza no es arte<br/>ni mis penas tu desdicha.</p>
<p>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br/>Febrero de 2013</p>UN GALLO SEGÚN SE MIREtag:www.creatividadinternacional.com,2013-01-16:3073384:BlogPost:2894902013-01-16T14:37:28.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>Alvaro Cunqueiro fue un excelente escritor gallego de cuyo rastro sólo me ha quedado un cuento irrelevante pero digno de su ingeniosa pluma. Se intitula “El gallo de Portugal”.<br></br>Reproduzco para el lector una sabrosa miscelánea del citado. “(…) Y en aquel mismo instante don Esmeraldino se puso rojo, azul, amarillo, rompió como cohete, y se convirtió en gallo: en un gallo muy hermoso y logrado, de cresta y rabilargo, que voló de un balcón a otro y terminó posándose en el hierro donde, como…</p>
<p>Alvaro Cunqueiro fue un excelente escritor gallego de cuyo rastro sólo me ha quedado un cuento irrelevante pero digno de su ingeniosa pluma. Se intitula “El gallo de Portugal”.<br/>Reproduzco para el lector una sabrosa miscelánea del citado. “(…) Y en aquel mismo instante don Esmeraldino se puso rojo, azul, amarillo, rompió como cohete, y se convirtió en gallo: en un gallo muy hermoso y logrado, de cresta y rabilargo, que voló de un balcón a otro y terminó posándose en el hierro donde, como anuncio de mesón inglés, colgaba la tabla en que estaban las aspas mil, de las amorosas lides, índice completo”<br/>Uruguay tiene un Presidente así mismo de espectacular: José Mujica, “el Pepe”. No es un espectáculo propiamente dicho pero sí un gallo singular como aquél. <br/>Las agencias noticiosas internacionales hacen cola allí donde se encuentre; sea el edificio donde ejerce su mandato oficial, un cuadrado de vidrio de varios pisos enfrentado a nuestra vieja y solemne plaza principal, la Independencia. También una casona de principios del siglo XX, destinada a la vivienda del Presidente de turno, en la cual no vive y como máximo recibe gente según establezca la agenda que su apremiado Sub-Secretario lleva como una ristra de ajo al hombro, pues el “Pepe” es imprevisible.<br/>Si la reunión es muy importante pero lo son mucho más los sobreentendidos y las guiñadas cómplices convoca a quien sea (del mundo ancho y ajeno) a su chacrita ubicada en un paraje no muy lejano de una zona un poco “difícil” de mi ciudad. También, ocasionalmente, a instancias del Canciller que era rubio y hoy tiene el pelo blanco como el papel, suele asistir por razones de protocolo, o de carácter muy pero muy reservado a un estancia frente a Buenos Aires, en Colonia, la de los Anchorena, un lugar paradisíaco destinado también al primer mandatario, propiedad otrora de un latifundista que uno no sabe muy bien cómo llegó a poder del Estado. <br/>“Pepe” Mujica se escapó dos veces por la red cloacal de la enorme cárcel que engalana un barrio de la mosca loca, hoy convertida en un cholulo shopping. Estuvo siete años aislado, de cuartel en cuartel, comunicándose con sus compañeros de infierno por medio de golpecitos en la pared. Llegaron a jugar al ajedrez de ese modo. Nunca se les amilanó y los cagaba a puteadas a los milicos que le pegaban, se dice en varios libros editados por un par de guerrilleros que lo acompañaron.<br/>Es inmortal, ya se sabe, y sus retaconas piernas chuecas no tienen descanso por uso y costumbre. Los médicos personales están de post-grado en post-grado para entenderlo, para analizarlo, para desentrañar el origen de la madera que compone ese cuerpo y esa mente privilegiados. Es marido de otra guerrillera de fuste, senadora de la República. Entre ambos comparten la vida marital plantando flores, rabanitos y lechugas, acompañados permanentemente de una perrita de cinco kilos y tres colmillos, la “Manuela”…y por supuesto los periodistas de todo el mundo escondidos detrás de los árboles.<br/>El Sub es un muchacho joven, abogado competente, muy buen oyente y parlante talentoso que le hace los mandados al “Pepe” cuando el mundo… vale decir, todo lo que lo rodea, más los medios internaciones, no interpretan sus dichos. <br/>La traducción al inglés es para el Sub-secretario un tormento que lo va a llevar prontamente a ocupar un puesto de ascensorista en un museo. El “Pepe” lo está matando.<br/>Recientemente y antes de viajar a Venezuela sin un objetivo claro, salvo decir ¡presente¡ en la toma de mando de nuestro Chaves rejodido, los periodistas le preguntaron, en torno a la mesa de un oscuro boliche cercano al Mercado Modelo (principal centro de distribución de la verdura y la fruta que comen los montevideanos), qué opinaba respecto de algunas leyes importantes que los aguerridos parlamentarios (nuestros) conectaron de taquito, con marzo 2013; práctica constante del uruguayo cuando lo sorprende el verano y tiene cosas pendientes que pueden esperar. Transcurrido febrero Uruguay se despierta de una obscena siesta de tres meses. La ley es volver al laburo, negrito y ojeroso cuando ya el sol no es el mismo y la noche loca de Punta del Este torna a languidecer, y los niños a joder nuevamente con los deberes, la merienda y ese olor en los pies que da nauseas. <br/>Como digo, las agencias no oriundas tienen un corresponsal full-time para este fenómeno mundial. En este caso se animó a interrogarlo un muchachito representante de la empresa periodística uruguaya “El País”, muy conocida en estos lares porque se hace llamar “diario” o “periódico” y en un par de páginas, de sus treinta o cuarenta dedicadas a la bobada, rejunta lo más pútrido del periodismo de derechas, lo más a la derecha posible (si es dictadura mucho mejor), pretexto que utiliza para que se le califique como “Organo de Prensa” al servicio de la libertad (y la información al día) de los tererratenientes y las Cámaras de Comercio e Industria . <br/>El pibe, muy cándido, le pregunta a nuestro gallo de tres colores, en momentos en que revolvía displicentemente su café con leche, rodeado de moscas y peones de gorra de vasco que lo observaban con gran curiosidad, qué le parecía la actitud del Parlamento respecto a postergar la legalización de la libre asociación de los sexos, el casamiento entre machos, en fin; el membrillo ese que ya ha cobrado muchas víctimas de sotana y birrete. Estaba presente un corresponsal del New York Times que para la ocasión se había vestido con un traje de astronauta por las dudas.<br/>El “Pepe” le contestó mascando una bizcocho: “Respecto a eso el Parlamento tiene absoluta independencia para tratar el tema cuando le “cante”, y sobre el asunto de fondo que vos me preguntás no tengo opinión: que cada cual haga de su vida un pito”. Dijo.<br/>En la respuesta es evidente que nuestro gallo hizo una generosa concesión a las buenas costumbres. Un panameño que recogía notas para un canal televisivo de su país le tradujo la pregunta al yanqui. Pero como no llegó a escuchar completamente la respuesta le rogó al Sub se la tradujese al corresponsal. <br/>Echando humo gris por los oídos inclinó la cabeza y casi en un susurro le informó:”Everyone can make your life a whistle”. El tipo pescó en el aire la picardía y a su vez le repreguntó al Sub -” But... ¿do not say ass instead of life?, a lo cual recibió como respuesta: …”Roosters are not fond of the word non-protocol”. El rubio del norte atinó a un …”This is what we need the Americans. Incredible, incredible…”<br/>En ese mismo diario hoy sale un reportaje a Petru Valensky, reconocidísimo actor teatral, televisivo, del music-hall, café concert y sótanos afines, etc. Es declaradamente homosexual y la belleza de sus piernas más se la quisieran las fanáticas de Marlene Dietrich. <br/>Petru, ya veterano, derrocha simpatía a raudales y es capaz de las zafadurías más increíbles pero en una línea ajena a la chabacanería de burdel. Un auténtico divo que trabaja todos los días del año, especialmente en fiestas privadas. Descansa, por así decirlo, un solo día del año, el viernes “Santo” de la “Semana” homónima, “Semana de Turismo” o “Semana de la Vuelta Ciclista” como se denomina por aquí a ese esperado tiempo de atorre. Todos los años concurre el “viernes santo” a un cementerio hermosísimo, blanco blanquísimo, erigido sobre una lomita verde, bien verde, adyacente a una localidad de encanto de hadas, levantada a las orillas de un río que divide en dos el país, llamada San Gregorio de Polanco (Dep. de Tacuarembó), convertida en un estudio de arte, abierto y enorme según un proyecto demencial llevado a cabo por la muchachada de la Facultad de Bellas Artes. Cuesta creer que haya gente con tanto cariño escondido. <br/>Pintaron todas las casas como un cuadro de Picasso y no sé cuántas cosas más de similar maravilla. Yo participé de la sorpresa de muchos que, como todas las cosas asombrosas que se hacen en mi tierrita la gente las toma con fernet…y a otra cosa. <br/>Los esqueletos y las calaveras lo esperan a la hora de cierre, aburridos de recibir tanta flor con olor a planta podrida, llantos y cuchicheos de viejitas. Se sientan en las losas, arman un mate, prenden su cigarro de chala y lo escuchan a Petru con mucha atención, como es tradicional en la gente de “tierra adentro”. Algunas calaveras, de tanta risa que les provoca pierden alguna pieza del esqueleto que después es bravo encontrar entre ese gentío de huesos.<br/>Todo lo que toca Petru se convierte en oro. <br/>Una pieza teatral por el protagonizada, intitulada “ Qulén le teme a Italia Fausta” se mantuvo en cartel durante dieciocho años. La bestia se bajaba del escenario con su impresionante minifalda y aquellas piernotas brillosas como un espejo, se desplazaba como pantera por el pasillo y elegía al “candidato”. El pobre tipo/a absorbido/a por el pánico, pretendía inútilmente esconderse de aquella mirada felina. Mientras un foco de luz iluminaba a la víctima, se le sentaba encima y luego de mil judeadas se lo llevaba del brazo para el escenario y bueno... <br/>Yo todavía tengo algunas manchas verdes en la espalda fruto del “verano” que pasé ahí cierta vez. Me aseguraron que no es cáncer. “Usted seguramente sufrió alguna emoción al límite ¿no?”, me preguntó el nabo del especialista. <br/>Bueno, en este extenso reportaje Petru hace gala de su fina cultura y algo más. Rememora parte de su pasado cruel, porque para el homosexual de cualquier lado la vida es cruel. Sólo los años y el carácter forjan al individuo que es capaz de comerse un meñique como los sicilianos a los que se refiere el sentenciado y aún no encontrado por la Maffia, Roberto Saviano. <br/>Se separó de su pareja masculina (de añares) hace poco tiempo, aunque confiesa que mantienen la amistad y comparten cierto apoyo moral respecto al hijo varón de su ex pareja, un muchacho de veintitrés años, nos dice, estudioso, muy buena gente y “normal” según los juzgados de la moral.<br/>Concluye el reportaje con un: “En fin… qué querés que te diga nene…que en mi vida he hecho de mi culo un pito. A esta altura es una filarmónica…como te podrás imaginar ¿no? (Carcajadas) “(Diario “El País de Montevideo-Uruguay, edición del 13/1/2013)<br/>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br/>Enero de 2012<br/>Vuela, vuela mariposita y pósate donde quieras.</p>Mensaje que traen las olastag:www.creatividadinternacional.com,2013-01-12:3073384:BlogPost:2887022013-01-12T14:35:20.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
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<p>Y bien…aquí estoy nuevamente contigo mi página olvidada.</p>
<p>Por lo que se ve no ha variado tu taciturna rutina; tu fondo celeste, venoso e indefinido no luce agrietado. Menos mal.</p>
<p> Siempre pensé que no hay tiempo que te corrompa ni oscuridad que te ciegue, al punto de no distinguir una nuez.</p>
<p>¿Extrañaste mis alucinaciones? ¿El desgarro de mi alma toda vez que en ti entierro, como en un sepulcro confiable, mis amarguras y descreimientos? ¿Me aguardabas como yo a…</p>
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<p>Y bien…aquí estoy nuevamente contigo mi página olvidada.</p>
<p>Por lo que se ve no ha variado tu taciturna rutina; tu fondo celeste, venoso e indefinido no luce agrietado. Menos mal.</p>
<p> Siempre pensé que no hay tiempo que te corrompa ni oscuridad que te ciegue, al punto de no distinguir una nuez.</p>
<p>¿Extrañaste mis alucinaciones? ¿El desgarro de mi alma toda vez que en ti entierro, como en un sepulcro confiable, mis amarguras y descreimientos? ¿Me aguardabas como yo a ti?</p>
<p>Bien sé que no; de todos modos te soy fiel y aún con cierto retardo, de vuelta estoy en busca de tu abrigo estrafalario (me perdonarás la salida) que, fíjate tú, con un mínimo me consuela.</p>
<p>Te diré que tengo cosas…aquí, ¿ves? Y cuando uno tiene cosas “aquí” oportuno es separar la borra, de la simiente del algodón.</p>
<p>Digamos que un insignificante “alije” si su merced no se opone.</p>
<p> Necesito “alijar” mis bodegas de sensaciones nuevas que me colman y se desbordan lentamente como chorretes de petróleo.</p>
<p>Cerraré los puntos suspensivos que habíamos acordado. Un agitado periplo me ha llevado a no sé dónde y alejado de ti por un tiempo de abanicos blancos y muecas extemporáneas.</p>
<p> Me he beneficiado en algún aspecto pues no hay nada en el mundo que no beneficie de algún modo, como tampoco hay mujeres feas como dice el cante; pero no puedo negarlo…percibo una incomodidad.</p>
<p>Galeano, nuestro Eduardo latinoamericano, escribió hace unas semanas que los análisis clínicos, a los que se somete cada tanto, le están dando bien, pero él sospecha que tiene más palabras en la sangre que plaquetas y eso no aparece. No encuentra justa la discriminación. Escribió también que le han prescripto largas caminatas para favorecer la curación de aquello que tuvo a los ángeles en vilo. Él cumple su condena (que a la postre no lo sería) por las orillas arenosas y entrañables de la costa montevideana, insensible al cansancio.</p>
<p>Parece ser que se trata de la presión de las palabras con las alas desplegadas dentro de su cabeza no pelucona, que se le arremolinan y en su empeño por salir… lo transportan casi en vilo.</p>
<p>Claro, quieren ocupar su espacio mágico con premura, él se los tiene reservado en su ordenador, regalo de la escuela de su viejo barrio pero aquéllas, de tan presurosas, le imprimen un sobrevuelo que más parece una gaviota renga que un genio. Los niños, dice, se le ríen en la cara y él les hace adiós sin mirar para atrás.” Chau, chau…hagan bien los deberes y no meen sobre la tapa del wáter…Chau”, les grita a contra viento.</p>
<p> A los niños.</p>
<p> Tú recibes mi pobre elocuencia, página silente, sin pasarme factura y aunque pareces cuadrada como un dado yo te noto sonriente por dentro, que es la actitud facial menos renal y más discreta que adoptan los nobles para sonreír con franqueza.</p>
<p>En primer lugar y sin rodeos te diré que el Sub-Comandante Marcos está vivito y coleando; que hace poco los más desgraciados de México, los más perseguidos, los más corajudos, los que viven en sus selvas donde no entra el sol ni nadie que pretenda sojuzgarlos, desfilaron imprevistamente por miles, entre las callejuelas de San Cristóbal de las Casas, la capital cultural e indígena de Chiapas, México, provenientes de la sierra donde mayor expansión tiene el Ejército Zapatista de Liberación Nacional( junto con la selva Lacandona). Miles de mujeres, hombres y niños con el rostro tapado, vestidos enteramente de negro, bajo una lluvia torrencial, en silencio y con un puño en alto dijeron presente luego de varios años. </p>
<p>Mi página alerta, alguien habrá sin duda (en el improbable caso que me haga el honor de leer estas tonterías) que se esté preguntando a qué me estoy refiriendo.</p>
<p>Pues bien: Estoy hablando nada menos que de la libertad, la libertad espléndida y contundente representada por un pueblo insumiso y consciente de su destino, dirigido magistralmente desde las sombras por un colectivo cuya voz se expresa a través de la figura enigmática de un individuo de rostro oculto, sempiterna pipa y gorro de visera.</p>
<p>Una parte del comunicado que se leyó entre los turistas petrificados decía así:</p>
<p> “¿Escucharon? Es el sonido de su mundo derrumbándose. Es el del nuestro resurgiendo. El día que fue el día, era noche. La noche será el día que será el día. ¡Democracia¡ ¡Libertad¡¡ Justicia¡.</p>
<p>Como vinieron se fueron.</p>
<p>En absoluto silencio.</p>
<p>Ese silencio, mi página fatigada, no improbablemente hubo de romper los tímpanos de todos, y aún sordos, los que quedasen sordos, serían sordos felices pues ese viento de la sierra de nuestra América es un viento purificador y todo lo barre, particularmente las inenarrables desgracias de nuestros hermanos mexicanos y Centro América, la sacrificada.</p>
<p>Ese huracán que lo será, nos llegará a nosotros más temprano que tarde, tenlo por seguro.</p>
<p>Déjame decirte también que he visto por ahí, de la mano, al deseo y la necesidad mirando vidrieras. El tipo es un traidor y ella una inocente chica. No dije nada pues hay que dejar quieta la vida, no molestarla con tonterías vestidas de certezas como un travesti de tres esquinas. La vida se hace y se deshace. Nuestra modesta Penélope tiene los pies en salmuera.</p>
<p>Leí también que la sangre te hace pariente y la lealtad te hace familia. ¡Cuánta belleza, cuánta verdad azarosa encerrada en tan pocas grafías¡</p>
<p>Termino diciéndote, página compañera, que superando viejos miedos supe internarme en el terreno familiar de lo ignoto. Esperaba algo más. Abrigué ciertas esperanzas pero apenas si conseguí agudizar el abatimiento. Te prometo continuar explicándome.</p>
<p>Página tradicional te saludo, deseándote feliz año 2013.</p>
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<p>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI</p>
<p>Enero de 2013</p>
<p>Este texto es del mundo.</p>
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<p> </p>TORMENTA DE ARENAtag:www.creatividadinternacional.com,2012-12-21:3073384:BlogPost:2843372012-12-21T23:04:03.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>1<br></br>El petulante Califa examina sus sortijas de oro; <br></br>en gran número cubren sus finas muñecas.<br></br>Todos saben de qué se trata. Fantasía falaz,<br></br>estulta. Colección de un fauno craso: hímenes<br></br>inocentes, calenturientas a baja temperatura.<br></br>2<br></br>Un financista calvo, as de la banca carroña,<br></br>sangra sobre una automática. Su secretaria<br></br>ameniza la agonía, pintándose las uñas rojas.<br></br>“Supongo que me habrás dejado algo papi”<br></br>El no puede oírla más allá del segundo…</p>
<p>1<br/>El petulante Califa examina sus sortijas de oro; <br/>en gran número cubren sus finas muñecas.<br/>Todos saben de qué se trata. Fantasía falaz,<br/>estulta. Colección de un fauno craso: hímenes<br/>inocentes, calenturientas a baja temperatura.<br/>2<br/>Un financista calvo, as de la banca carroña,<br/>sangra sobre una automática. Su secretaria<br/>ameniza la agonía, pintándose las uñas rojas.<br/>“Supongo que me habrás dejado algo papi”<br/>El no puede oírla más allá del segundo infinito.<br/>3<br/>Mi marido es un estúpido. No es esa la cuestión. <br/>Gusta del sexo con hombres. No me espanta.<br/>Pide dinero prestado y se considera expropiador.<br/>¡Ja¡…tiene una bala destinada. Viuda joven…<br/>Lo que realmente me altera es que fume en la cama.<br/>4<br/>César fue apuñalado por su infeliz bastardo. <br/>César por Roma negoció aún con el vencido.<br/>César respetó los códigos del soldado digno.<br/>César por disoluto se prodigó en copioso semen.<br/>También lo recibió, y sus gritos hoy son de mármol.<br/>5<br/>La vanidad del esteta: ¿Agua azucarada o light?<br/>El tal imbécil cruza los dedos en cruz y sospecha.<br/>La luminosidad de Cervantes lo puebla de horrores. <br/>Impúdicos creadores la mastican aburridos.<br/>¡Qué destino nuestro idioma!:¡Asistente limpiaculos¡<br/>6<br/>Una pareja de ancianos contempla un niño dormido<br/>Mirada de rayita curva; afán sin merecimientos…<br/>El niño despierta; estimula la facultad de la muerte.<br/>Sorprendida, la pareja lo mira ¿Por qué negarle el deseo? <br/>Acuerdan favorecer sus impulsos. Se despiden con gozo.<br/>7<br/>Noto con preocupación poseer prejuicios absurdos.<br/>Invoco moralinas falsas en los personajes que ideo.<br/>Debe ser la sujeción a un arbitrio demoníaco o tal vez,<br/>la ingesta excesiva de poemas vacuos. De un modo u otro <br/>las gentes gustan de soñar castillos intolerables.<br/>8 <br/>Compartid esta experiencia: La chica de flequillos<br/>le aguarda con gesto apático: ¡Plop¡…hola…¡plop¡<br/>“Estas flores son para ti, las recogí en el prado”<br/>“ Me crees una chica o una campesina ¿eh? ¡Plop¡”<br/>Adivinasteis: Armaba, perpetraba, proyectaba urgida.<br/>9<br/>La pelirroja yace con la cabeza incrustada entre los vidrios.<br/>Su amante sabe que se ha quebrado las piernas, solloza.<br/>Las primeras luces del alba iluminan unos bichos retorcidos.<br/>El pastor arma un tabaco, lo sostiene entre los dedos:<br/>“Mañanita llueve. Cuando una vaca muere…fija llueve”<br/>10 <br/>Estaba rígidamente sentado. Igual que los escolares aburridos.<br/>Disciplina y aprendizaje según parece. Tres símbolos patrios.<br/>“Abuelo juré la bandera ¿qué te parece? Estuvo bueno ¿no?”<br/>¿Y para qué sirve jurar la bandera? ¿Qué vas hacer con eso?<br/>No sé. Pero en una vuelta le vi la bombacha a la maestra…<br/>-----<br/>-----<br/>Se me acerca un promiscuo:<br/>- ¿Qué desea?<br/>- Sr Gontade no le ha dedicado una sola frase al amor.<br/>- Seee, es cierto, pero eso ¿que presupone a su juicio?<br/>- Bueno, entiendo que no por algo en Facebook o en<br/>ciertos blogs que Ud. frecuenta la gente habla de…eso.<br/>- ¡Ah claro¡…el de las tertulias y los angelitos lacrimosos.<br/>- Si claro, pero particularmente al…este…amor “aquél”<br/>(se apantalla con las dos manos y las acerca a mi oído)<br/>“el de las poses chorreantes. La, sudadera ¡capicce¡”<br/>- Ud. seguramente se refiere al sexo y lo confunde con…<br/>- ¿No es la misma cosa para los hombres?…digo<br/>- Yo soy virgen y el otro sexo no me interesa. No tengo<br/>ombligo y no puedo opinar sobre ese asunto. Pero veré…<br/>- No me diga que Ud. es un ángel… ¿le gustan los tipos?<br/>- Usted se maneja con contrastes, con hábitos impuestos.<br/>- Trate de ser claro pues al final me he confundido yo mismo.<br/>- Veamos si lo conformo. Usted es una figura de relieve y…<br/>- Bueno, no se exceda. Hago lo que puedo con mi bigote, Jiji.</p>
<p>11</p>
<p>Los latigazos de tu escote fustigaron mi corazón moribundo.<br/>Objetos del deseo que en peligrosa y vasta conspiración urdieron<br/>símbolos, que despertaran la memoria genérica de mis instintos.<br/>En transición delusiva creo que te amé ipso-facto…y me calenté.<br/>Tus labios fueron para mí, parte de la realidad. Te clavé los garfios.<br/>¡Qué traigan más clavos¡ gritaste. Una mina con propósitos claros.</p>
<p>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br/>Diciembre de 2012<br/>Derechos reservados.</p>ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELOtag:www.creatividadinternacional.com,2012-12-12:3073384:BlogPost:2821872012-12-12T21:41:45.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>Los canes olfatean la proximidad de la manada.<br></br>Con silenciosa agitación de caderas afilan los reflejos.<br></br>Los cerdos, insomnes, meten el hocico en los tomates podridos.<br></br>Dos amantes encendidos de pasión, prometen llevarse la luna<br></br>tirana, prendida en sus cascabeles.</p>
<p>Articular la verdad absoluta obliga a pensar al soñador:<br></br>Si hablara con tu misma lengua, todopoderoso, mi Señor<br></br>Perdonaría el dolor que estimula la perversidad ansiosa<br></br>Si vociferara con mis labios…</p>
<p>Los canes olfatean la proximidad de la manada.<br/>Con silenciosa agitación de caderas afilan los reflejos.<br/>Los cerdos, insomnes, meten el hocico en los tomates podridos.<br/>Dos amantes encendidos de pasión, prometen llevarse la luna<br/>tirana, prendida en sus cascabeles.</p>
<p>Articular la verdad absoluta obliga a pensar al soñador:<br/>Si hablara con tu misma lengua, todopoderoso, mi Señor<br/>Perdonaría el dolor que estimula la perversidad ansiosa<br/>Si vociferara con mis labios aquello de “Dios de la Trinidad”<br/>sería el hazmerreír del Diablo.</p>
<p>La manada se mueve sigilosa sobre la nieve. Ventea la presa.<br/>Los perros recelan de ese silencio. El viento agita los pinos.<br/>Los amantes anegados por el éxtasis, exorcizan<br/>de su condición humana, la moral de catecismo.<br/>Un lóbrego centelleo de ojos brillantes perfora la obscuridad.</p>
<p>¿Tú crees honesto que mi esposo sea objeto de…?<br/>¿Engaño?... Con él gozas el amor pero conmigo, tu carne goza.<br/>Sin embargo hay una desazón que me persigue y...<br/>Aléjala con recato, o con instrumentos de encarnación.<br/>Piensa que no eres humanista, apenas una frustración amatoria.</p>
<p>Las horas elaboran la ancestral paciencia del predador.<br/>El papel del tonto no sintoniza con los perros. Se lamen los cuartos.<br/>Los cerdos giran en círculos nerviosos. Un cochinillo corre una rata.<br/>Ésta esquiva con soltura los colmillos del lobo hambriento.<br/>El cochinillo lo intenta inútilmente.</p>
<p>Amanece un sol helado, el horizonte celeste tornase bruma informe.<br/>Hay relámpagos y olor a tierra mojada. Los amantes se acurrucan<br/>bajo la manta: Alegres de corazón, relajados de prudencia.<br/>Un hombre se desliza sigiloso. Atisba por la ventana...comprende.<br/>Llora.<br/>Los perros se lanzan…<br/>Hágase su voluntad.</p>
<p>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br/>Diciembre de 2012<br/>Derechos reservados.</p>Si yo se bien que nunca nadie, te ha querido tanto y tanto...tag:www.creatividadinternacional.com,2012-12-01:3073384:BlogPost:2801882012-12-01T20:43:48.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>Si yo sé bien que nunca nadie, te ha querido tanto y tanto…</p>
<p>Sabrás que en estos últimos tiempos atravesé contingencias muy críticas y pensé muchas veces que un empujón aleve me dirigía imperceptiblemente a la inexorabilidad del destino escrito en alguna parte. <br></br>Una impaciencia intolerable que transmutó premiosamente en desolada resignación. <br></br>Miraba largamente el abismo a través del vidrio de la ventana. <br></br>Se abría ante mis ojos acechante, seductor. <br></br>Las copas de los…</p>
<p>Si yo sé bien que nunca nadie, te ha querido tanto y tanto…</p>
<p>Sabrás que en estos últimos tiempos atravesé contingencias muy críticas y pensé muchas veces que un empujón aleve me dirigía imperceptiblemente a la inexorabilidad del destino escrito en alguna parte. <br/>Una impaciencia intolerable que transmutó premiosamente en desolada resignación. <br/>Miraba largamente el abismo a través del vidrio de la ventana. <br/>Se abría ante mis ojos acechante, seductor. <br/>Las copas de los árboles, como ahora, se agitaban convocándome a mecerme blandamente en el proceloso lecho de hojas y ramas sacudidas por viento. El suelo distante se ofrecía seguro y lejanamente aterrador. Sólo unos segundos de vértigo…<br/>Pensaba mucho en ti. Acudías a mi mente invariablemente.<br/>En ti, que a lo sumo pasaste por mi vida como una ráfaga que circunstancias irrelevantes transformaron en burla y befa. Con el tiempo me hice cargo que me usaste para tus modestos fines bastardos. Una infamia de segundo grado, una incompetente parodia de folletín.<br/>Eras demasiado mujer para mí, no me amabas y el deseo mutuo contó con un bártulo declinable a tu voluntad. <br/>Lloré y pensé mucho. <br/>Una copa cayó de mis manos.<br/>Después, la vida que pega un giro...<br/>Cuando nuestra común compañera, al cabo de los años me sorprendió con el hallazgo, lo admití asombrado, pero por ese entonces sobrellevaba una carga de responsabilidades que tornaba efímero e infértil siquiera, pensar en un retroceso. No me había percatado de tu presencia, entre otros motivos porque nuestra brutal peripecia había transformado tu fisonomía en un desierto vertiginoso. Llevabas el escaso cabello recortado como una delgada felpa sobre el cráneo y el rostro, tenso y afilado, había borrado lo poco o mucho que podía recordar de aquella muchacha de ojos de cristal rosado que alguna vez habité como un clandestino.<br/>- ¿Tenés hijos? Tu vieja… ¿vive aún? <br/>- No, no pudo aguantar y mi niño…andará por ahí.<br/>Esbozaste una mueca ambigua y te desabotonaste la camisa para mostrarme aquel bulto verdoso que apenas sobresalía de un seno. <br/>- Es un largo cansancio, sabés; un largo cansancio. Aplaste el cigarrillo con el pie y cuando levanté la vista me estabas ofreciendo la cadenita. <br/>- No merezco llevarla, se ensucia conmigo. Tenela vos como recuerdo de un tiempo de baldosas flojas. Bueno…es hora de partir. Hasta la victoria.... <br/>- Claro… ¿me permitís tomarte de la mano y salir juntos? Sólo eso. <br/>- Por supuesto que sí compañero, por supuesto que sí…”<br/>Un pudor extremo, la sensación de ridículo que siempre me acompaña como la sombra al cuerpo y el destino que elegimos, impidió decirte lo qué pensaba, de que a lo mejor merecíamos una nueva oportunidad… Cuando nos despedimos me di cuenta que el tiempo es cada tarde y la misma historia.<br/>Pisaste un charquito y me dijiste adiós agitando la mano. <br/>Sin mirarme.<br/>Pensándote frente al abismo sentía el deleite bárbaro que deparan las ordalías sin destino. Capas de las que uno se va despojando hasta quedar blanco, blando, con la fe a la vuelta de un recodo. <br/>.</p>
<p>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br/>Noviembre de 2012<br/>Derechos reservados.</p>CASTIGO DE SOLEDADtag:www.creatividadinternacional.com,2012-11-17:3073384:BlogPost:2774842012-11-17T20:04:29.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>¿Un atardecer?: El de ayer.<br></br>Hoy… casi la nada.<br></br>Mañana será el olvido.<br></br>Mancera, timón y reja<br></br>Sobre mi corazón.</p>
<p>Estiletazo feroz <br></br>de aquel arcángel falsario<br></br>rapiñero de emociones.<br></br>Ruina de símbolos trágicos,<br></br>mi vida,<br></br>resignada a la epopeya,<br></br>falaz,<br></br>de deambular sin pericia<br></br>en busca de su otra vida.<br></br>La tuya.</p>
<p>Nunca me pregunté si eras bella<br></br>o si al final del desierto<br></br>nos aguardaba el amor.<br></br>Un disoluto deseo;<br></br>una…</p>
<p>¿Un atardecer?: El de ayer.<br/>Hoy… casi la nada.<br/>Mañana será el olvido.<br/>Mancera, timón y reja<br/>Sobre mi corazón.</p>
<p>Estiletazo feroz <br/>de aquel arcángel falsario<br/>rapiñero de emociones.<br/>Ruina de símbolos trágicos,<br/>mi vida,<br/>resignada a la epopeya,<br/>falaz,<br/>de deambular sin pericia<br/>en busca de su otra vida.<br/>La tuya.</p>
<p>Nunca me pregunté si eras bella<br/>o si al final del desierto<br/>nos aguardaba el amor.<br/>Un disoluto deseo;<br/>una figura plural<br/>sobre los terrones grises.<br/>Tú, y tu sensual alegría<br/>que palpitaba en mi carne.<br/>Ahita de tanta dicha.</p>
<p>Una súplica superflua.<br/>La tersa languidez de un beso,<br/>Insumiso... <br/>que doblegamos.<br/>Carne rosa,<br/>Senos de altivo porte.<br/>Tu piel de aguafuertes,<br/>rosario de felicidades;<br/>y al fin…<br/>Fue mi ceguera insolente,<br/>carcomida de soberbia<br/>la que nos llevó al abismo.<br/>Excusas entreveradas,<br/>plagadas de desencuentros<br/>nos arrasó, <br/>irremediablemente,<br/>como una ola impiadosa.</p>
<p>La marea del destino<br/>Nos devolvió a las arenas.<br/>exhaustos,<br/>No pude reconocerte<br/>Sal y espuma.<br/>Lunares rojos de odio.<br/>Los colmillos del olvido<br/>Hicieron presa de ti.</p>
<p>Superfluo sueño orillero.<br/>Madrugón de vino fuerte,<br/>alquitrán y barquichuelos<br/>sujetos a la maldición<br/>de un perfume de violetas.<br/>Y el adiós,<br/>que mojó mis pies.<br/>Calladamente<br/>como un cachivache de historia…<br/>mal contada.</p>
<p>La oscuridad<br/>se imprime de tiempo lento.<br/>Agónico.<br/>Nuestras almas, expuestas<br/>se reconocieron <br/>en el torpe miedo de vivir.<br/>Sudor craso de correajes,<br/>furgón de los desahuciados.<br/>Calesita alucinada. <br/>Sin niños…<br/>Nuestros sueños.</p>
<p>Paisanos de rústica mirada:<br/>Abrid un rumbo en mi congoja.<br/>Apuñaladme la espera… <br/>Cargo con una culpa impía,<br/>deliberada…<br/>Infinita.</p>
<p>LUIS ALB ERTO GONTADE ORSINI<br/>Noviembre de 2012<br/>Derechos reservados.</p>UNO SÓLOtag:www.creatividadinternacional.com,2012-10-21:3073384:BlogPost:2717942012-10-21T14:33:06.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>“ El Universo es inconcebible, por la suficiente y clara razón de que explicar un hecho es referido a otro más general y de que ese proceso no tiene fin o nos conduce a una verdad ya tan general que no podemos referirla a otra alguna; es decir, explicarla(…)” Herbert Spencer.<br></br>000<br></br>Me quedé sentado en un rincón, como cualquier visitante de los internados sin darme a conocer. El doctor de guardia llamó a los familiares y con gestos ostensibles les propuso que se retiraran a descansar.…</p>
<p>“ El Universo es inconcebible, por la suficiente y clara razón de que explicar un hecho es referido a otro más general y de que ese proceso no tiene fin o nos conduce a una verdad ya tan general que no podemos referirla a otra alguna; es decir, explicarla(…)” Herbert Spencer.<br/>000<br/>Me quedé sentado en un rincón, como cualquier visitante de los internados sin darme a conocer. El doctor de guardia llamó a los familiares y con gestos ostensibles les propuso que se retiraran a descansar. No tenía sentido esa vigilia…pude oír. Antes que ellos pasaran delante mío me retiré con un sentimiento de culpa. Ella sabía que estaba ahí. Pero un impulso más fuerte, cercano al buen criterio impulsó mis piernas.<br/>Me acosté fastidiado.<br/>Leí hasta la extenuación parte de una historia larga, plagada de perversiones y venganzas incontroladas. Asuntos escarpados si cabe la definición. El autor late en ese libro a través de sus propias venas y dos por tres se desangra. El estilo narrativo abunda en situaciones agrestes, interpela obsesivamente la sique del lector hendiendo en sus recovecos con instinto predatorio. Al cabo, un mundo acechante se desenrosca silenciosamente como una culebra. Finalmente muerde con inocencia y se disculpa discretamente con artilugios evasivos, como aquél que sin nada que decir en Facebook, etiqueta un gato. <br/>Con olfato de roedor y muñeca de artífice disecciona meticulosamente los límites del yo. El lector husmea algo pero se deja llevar.<br/>Es un réprobo, lo presiente y le seduce el mal. La asfixia de un móvil indefinido mueve sus conjeturas y con impiedad de carnicero se lanza contra las defensas de la sedición pasional. A cierta altura de la lectura no hay marcha atrás y el indolente acaba reducido al implacable lengüetazo de un sapo.<br/>Como quien se interna en Rulfo, no son visibles inutilidades ni fragmentos dispersos. El autor es Dios, o más bien dicho: El que cualquier circunstancia vulgar en él se ha forjado. Y con él se irá para volver, como vuelve cualquier Dios. <br/>Leí por ahí que el escritor de marras nació en un pesebre perdido entre las oquedades del monte Roman-Kosch, padeció innecesariamente la disciplina sofocante de cierta Universidad ucraniana, para finalmente perderse en la noche hostil de su pueblo y describir como pocos, con un estilo despojado y tímidamente vanidoso, el lance vital del mono superior que la Tierra engendró azarosamente. <br/>Normalmente lo leo por algo más de dos horas y de exprofeso, a la primer intriga que el tipo me plantea, dejo por ahí y la confronto con mis presunciones al día siguiente. <br/>Realmente fascinante.<br/>Esta vez me sorprendió la inalterable luz del alba.<br/>Horas antes habías cumplido tres años, dos meses y ocho días. <br/>Dejé el libro y te pensé entresueños, con tus collares absurdos y aquel perfume de hembra que me pulverizaba.<br/>“Disculpe que lo llame a esta hora impropia joven…pero ella me dio este número y me pidió que le avisara que lo quería ver. Yo soy el padre y me parece que…”<br/>Cuando tomaste mi mano y la llevaste trémulamente a la boca seca no comprendí todo lo que perdía. Supongo que ese pensamiento te llegó claramente porque me miraste como absolviéndome de algo. También con ese gesto final se me puso que me pedías perdón pero lo descarté por descabellado. <br/>“Por favor…esperen en el pasillo, tengan la bondad.” Un par de enfermeras y un tipo con cara severa y saco blanco irrumpieron en la sala.<br/>Tomé al padre de un hombro y salimos sin llorar. Algunas compañeras tuyas del Instituto estaban en el pasillo con los pañuelos. Me saludaron por compromiso. Ninguna me conocía. <br/>Fumé en el hall del velatorio como un condenado que aguarda el amanecer que traerá consigo el jeringazo de la sentencia, o la capucha que ha de desaparecerlo. No sentía cansancio, ni pena ni nada, pero advertía en el pulso de mis sienes que algo se estaba desintegrando. <br/>Sólo quería fumar y que el tiempo no pasara.<br/>Una funcionaria desalineada le pasaba un trapo a los pisos. Putee estúpidamente. La mujer, inmutable, hizo como que no había oído nada. <br/>Inmediatamente me di cuenta del gozo expresado roncamente en la palabrota. Me propuse la certeza de que había vivido contigo la ternura amorosa sin dibujitos animados ni tortas de cumpleaños. El amor sin preguntas ni respuestas, sólo ansiedad, caricias, arañazos y luego…ternura sin aspavientos. <br/>Un veterano de pelambre blanca y rizada, se acercó. Me preguntó si la conocía disculpándose por la curiosidad. “No, no es nada; conocerla, conocerla… lo que se dice conocerla…no. Ella era parte de mí. No la conocía como desconozco el funcionamiento de mi corazón en este momento, o algún hemisferio de mi cerebro. No sé si me entiende…”<br/>“Creo que lo entiendo… un poco”<br/>“Tampoco sabría decirle si la amaba, o ella a mí. Parece una locura pero…fue así: Dos en uno, éramos. ¿Se da cuenta?”<br/>“Me doy, me doy”, dijo mirándome a los ojos como si imprevistamente la opaca existencia le hubiese expuesto una revelación de cuya existencia ni sospechaba. <br/>“Yo fui su vecino; vivo en la casa lindera de la finadita. Era como una hija para nosotros. Nunca me habló de un chico o un amor aunque no hace mucho, cuando empezaron los mareos, me dijo: Tengo un secreto don Pablo. Si me pongo bien sólo a usted se lo voy a confiar. Sólo a usted.</p>
<p>LUIS ALBERTO GONTADE<br/>Octubre de 2012<br/>Derechos reservados.</p>DOMINGO 04:37 AMtag:www.creatividadinternacional.com,2012-10-08:3073384:BlogPost:2691232012-10-08T13:21:56.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>“…Tras aquella curva me voy a detener. No aguanto más… ¡Malditos champiñones¡”. Con el coche en marcha extrae de la guantera un rollo de papel higiénico. Se detiene frente a una sombra aún más oscura que la propia noche sin luna; probablemente un espeso bosque de pinos. <br></br>“No me tardo”. <br></br>“Ten cuidado en no enredarte con los alambres de la cerca”. <br></br>Risas…<br></br>---------------<br></br>Inmóvil, frente al espejo del lavabo se encuentra apabullado, vencido, con la desesperación oprimiéndole…</p>
<p>“…Tras aquella curva me voy a detener. No aguanto más… ¡Malditos champiñones¡”. Con el coche en marcha extrae de la guantera un rollo de papel higiénico. Se detiene frente a una sombra aún más oscura que la propia noche sin luna; probablemente un espeso bosque de pinos. <br/>“No me tardo”. <br/>“Ten cuidado en no enredarte con los alambres de la cerca”. <br/>Risas…<br/>---------------<br/>Inmóvil, frente al espejo del lavabo se encuentra apabullado, vencido, con la desesperación oprimiéndole la garganta y un escalofrío que le corre por la espalda como una cuña de cristal astillado. Las sienes pulsan los tiempos apresurados del corazón. <br/>El adhesivo plástico de protección que lleva sujeto al caballete nasal agrega a su aspecto maltrecho la desfigura del horror deliberado. Algo desdeñosamente imbécil.<br/>“Tendría que afeitarme; ¡Carajo¡ mira eso… <br/>Los ojos surcados de arroyuelos rojos, las pupilas contraídas como almejas y las profundas sombras pardas que le cubren las cuencas reflejan ostensiblemente la vigilia de varios días sin dormir. <br/>Uno de los párpados se agita en un tic descontrolado. <br/>Se lleva a la boca dos comprimidos de una sola vez echándose a la cara el agua acumulada en el cuenco de las manos. Respira con dificultad; más bien resuellan emociones profundas. <br/>Se friega la nuca y el cuello con una toalla húmeda pero el sudor vuelve a humedecer la piel enrojecida. Lo somete la compulsión de orinar. Con los brazos apoyados en la pared de mosaicos observa el goteo discontinuo del orín sobre la losa del retrete. Un chorrete de saliva babea los labios hasta adquirir la consistencia necesaria para desplomarse alargado, compacto y pegajoso como la huella de una babosa.<br/>“Debo tomar una decisión.” <br/>Sale del baño arrastrando los pies tal como si un moribundo se lo propusiese en un rapto de enajenamiento, despojándose de la máscara de oxígeno que lo mantiene vivo y las torturantes agujas hendidas en la carne. <br/>Desde la baranda del segundo tramo de escaleras Eva lo mira compasivamente; eleva brevemente un brazo en ademán de saludo sin aguardar respuesta. A su lado, echada sobre el alfombrado, “Marcia” reposa el hocico con gesto ausente olfateando la desgracia.<br/>Se acerca al inmenso recibidor ajustándose nerviosamente el nudo de la corbata.<br/>Advierte la presencia de su esposa sentada en cuclillas, apoyada sobre un enorme almohadón de lamé azul con borlas del mismo color. Sin levantar la vista de la revista le reconviene: <br/>- Te lo has pasado encerrado y se ha hecho tarde. Te recuerdo que le prometiste a las niñas un paseo por el parque y una buena barrigonada de hamburguesas. Deberíamos pedir un taxi de inmediato…<br/>Dejó la revista sobre una pequeña mesa y se ajustó la pollera. <br/>“Beatriz…quisiera decirte que te amo desesperadamente”, pensó, súbitamente agobiado.<br/>- Si, si…por supuesto. Llamaré a Eva para que lo haga y de paso me baje un gabán abrigado. <br/>En la chimenea ardía el fuego discreto de los finales del invierno.<br/>En tanto se aboca a la tarea, irrumpen las dos niñas golpeando con fuerza inusitada una de las dos grandes puertas que dan a la biblioteca. <br/>- Bien papi…estamos prontas.</p>
<p>- Es raro que nos llamen desde esta zona…todos aquí tienen dos o tres coches y bueno… Disculpe la demora: Me costó un poco ubicar la dirección ¿A dónde quiere ir?<br/>- No, no es nada. Diríjase al Parque de la Alegría. Miró hacia atrás y Elenita movió la cabeza asintiendo. Jazmín no hizo gesto alguno preocupada en ajustarse la cola del pelo. <br/>- Es un buen lugar para descansar, salvo de noche, claro. “Zona roja”, usted me entiende. Suelo llevar a mis nietos ahí. Les doy unos pesos para que se despabilen por unas horas y entretanto me duermo una buena siesta en mi coche particular. Mi mujer se aburre en esos lugares. Le “pega “a los “tragamonedas” del Shopping, ocho o nueve horas por día. Por mí que haga lo que quiera: Cuánto menos me joda mejor…<br/>- Claro, claro…<br/>- Papi, primero vamos a las hamacas y después a la Rueda Gigante. Él padre agitó la cabeza.<br/>- Oye, oye: Yo sin ir al “Buque Pirata” no me vuelvo, dijo Jazmín <br/>“Seguramente”. <br/>Observó a Beatriz por el retrovisor. <br/>Lucía bonita como siempre y ahora, con esa mirada de deliberada seriedad que subrayaba su estilo, mucho más; ligeramente abstraída en el intenso tráfico de la avenida y la riada de gente apurada y viejos andrajosos pidiendo limosna a la puerta de los lujosos comercios. Incontaminada. Un mundo esquizofrénico que no desconocía ni le era ajeno.</p>
<p>- ¿Se golpeo fiero?…tal parece.<br/>- Este…sí: Un accidente…Repentinamente sintió deseos de vomitar.<br/>- Entiendo, no me dé explicaciones. Ojalá mejore pronto, son cosas que pasan. Alégrese por no tener que experimentar en carne propia algunas cosas que yo escucho acá arriba. La vida es un inmenso océano de inmundicias. Créame. <br/>- Miró nuevamente hacia atrás. Las niñas estaban despatarradas y somnolientas. Beatriz le hizo un guiño y frunció los labios picarescamente.<br/>- Pare por ahí… al lado del monumento a la Maestra. Está bien. Quédese con el vuelto.<br/>- Muchas gracias señor. Que tenga una buena tarde y cuide la evolución de esa nariz. No hay que aflojar ¿eh? Buena suerte.<br/>- Gracias y saludos a su esposa.<br/>- A esa “timbera”…ni me la nombre. Se ajustó la gorra y arrancó.<br/>Las niñas salieron como despedidas en dirección a las hamacas. Beatriz les recomendó tuvieran cuidado. Ni respondieron, perdiéndose detrás de la enramada del área protegida en la que se revolcarían a gusto.<br/>Tomó cariñosamente el brazo de su esposo y apoyó la cabeza en su hombro. <br/>Éste, con las manos en los bolsillos del gabán se mostraba ausente, espoleado por una angustia eslabonada de precipicios y fantasmagorías asfixiantes. El mar lejano, una mancha azul y alargada le proponía dislates. <br/>- Tienes que recomponer el ánimo. Insiste con la siquiatra y la sicóloga especialmente, pues lo tuyo se cura seguramente con algo más que remedios. <br/>El sentimiento de culpa es devastador y te comprendo. Una fatalidad: No prendiste las intermitentes… la noche sin luna, la curva y ese borracho como bólido. Qué hemos de hacerle. El destino es una inverosímil sucesión de causas entreveradas. Misteriosas magnificaciones y diversidades, pero tienes que hacerte cargo de la realidad; ya no hay remedio para lo que pasó. Por otra parte fue una tontería de tu parte que te echaran en medio de los hierros retorcidos, pudiste matarte inútilmente. La sacaste bien barata. Ten confianza en el tiempo, tu carácter te será muy útil para sortear esta enorme amargura.<br/>- Beatriz, vida mía…no puedo vivir. No puedo más: Es una carga demasiado pesada para mí.<br/>Una violenta contracción del músculo hizo que la quijada saltase hacia adelante como picada por una araña. Le acercó lo labios. Él intentó abrazarla pero los brazos se negaron. Bajó la cabeza y sollozó desconsoladamente.<br/>- Ven acerquémonos a ese asiento y esperemos que las niñas se aburran. Luego nos iremos todos juntos hacia donde ellas dispongan.<br/>Se encaminan hacia un largo banco de madera, cribado de corazones y zafadurías. Algunos gorriones pican nerviosamente en las migas y semillas en derredor. Avisados de algún peligro inminente elevan raudo vuelo. En el gran lago rodeado de sauces se desplazan con estúpida elegancia, cisnes de cuello negro y pequeñas embarcaciones accionadas a pedal, casi todas tripuladas por jóvenes haciéndose arrumacos o compartiendo animadas conversaciones. Un niño deja correr la mano por la superficie del agua.<br/>Ella cruza una pierna y se aprieta junto a él que ya no llora pero se toma la cabeza entre las manos.<br/>- Te acuerdas de aquella noche en que aquí mismo me hiciste mujer ¿Te acuerdas?<br/>- No sé dónde estoy…perdóname Beatriz. No quiero vivir más esta vida. No puedo más…</p>
<p>Se acerca un hombre de espesa barba y mediana edad desplazándose lentamente en una silla de ruedas. Sorprendido, se detiene:<br/>- ¡Doctor Avellaneda¡ ¡Qué casualidad¡…¿Usted por aquí? Lamentablemente no estaba en el país cuando ocurrió su desgracia de la que me informé tardíamente y no pude pasar a saludarlo. En fin, visto que está solo ¿lo puedo acompañar querido amigo? Acercó la silla y no sin esfuerzo se sentó junto a él sin esperar respuesta.<br/>- Me da lo mismo.</p>
<p>LUIS ALBERTO GONTADE<br/>Octubre de 2012<br/>Derechos reservados.</p>TODO A SU TIEMPOtag:www.creatividadinternacional.com,2012-09-16:3073384:BlogPost:2642702012-09-16T01:28:23.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>- No veía la hora de llegar. Tuve un día… ¡que te digo¡ Ten estas flores mi amor ¿Y las nenas?<br></br>- Oh, ¡Qué hermosas¡ Gracias mi vida¡ Se besan tiernamente. La obsequiada introduce provisoriamente las rosas en una jarra con agua. Desde la amplia cocina lo pone al tanto: <br></br>- Las “nenas” como tú las llamas, regresaron hace rato del Secundario. Julieta se está bañando y Yoli como de costumbre se ha encerrado en su cuarto. Se acerca secándose las manos. A su propósito, te diré que nos ha…</p>
<p>- No veía la hora de llegar. Tuve un día… ¡que te digo¡ Ten estas flores mi amor ¿Y las nenas?<br/>- Oh, ¡Qué hermosas¡ Gracias mi vida¡ Se besan tiernamente. La obsequiada introduce provisoriamente las rosas en una jarra con agua. Desde la amplia cocina lo pone al tanto: <br/>- Las “nenas” como tú las llamas, regresaron hace rato del Secundario. Julieta se está bañando y Yoli como de costumbre se ha encerrado en su cuarto. Se acerca secándose las manos. A su propósito, te diré que nos ha dado una sorpresa desacostumbrada aunque no creo que desagradable en sí misma: Bajó el promedio de notas. El dilema que se me presenta es que no se trataría, creo, de un episodio aislado; hay algo en ella que me inquieta desde hace cierto tiempo, créeme. Como que algo”brusco” la abate. Mi instinto de madre me dice que algo le está pasando; ostensiblemente ha perdido el apetito y reducido considerablemente su silueta. Por otra parte…ese afán por aislarse…No entiendo.<br/>- Voy a saludarla y ver qué hay detrás de todo eso. Convengo contigo que está más delgada y su trato conmigo al menos, de un tiempo a esta parte es distante y extrañamente lacónico. No quise trasladarte esa impresión para no alarmarte, pues en último término atribuí la cuestión a un estado de ánimo pasajero, propio de su edad. Eso de los muchachos y sus cosas…personales. Tú me entiendes. <br/>- Me parece prudente que me ayudes a encarar rápidamente el problema. Respecto a Julieta, pues nada: Un relojito en todos los aspectos - tomó las manos del marido y le acercó la boca con dulzura - ; hay algo más que le concierne, no debería sorprenderte pero de seguro te alegrará mucho. <br/>- ¡Caramba¡ Entonces debe ser muy importante: Larga el rollo.<br/>- Julieta tiene un noviecito y parece que la cosa viene muy en serio. Un chico formal, de buena familia (tengo entendido) y todo un caballero: la acompaña a casa todos los días, mira tú. Tienen la misma edad, dieciséis recién cumplidos. Su conversación es jovial y conceptuosa, aspira a ser ingeniero, en fin: Una “monadita” de chico.<br/>- Ummm... es el tiempo de las rosas. No puedo negarte que la “nueva” me produce sentimientos encontrados. Ves cómo crecen tus hijos y tarde o temprano la ley de la vida dispone que hayan de volar del nido para construir el propio. De todos modos espero que sepan aguardar lo suficiente y no cometer errores que son los que desatan luego, dolores profundos. Son muy jóvenes… pero en fin: Lo dejo en tus sabias manos y que Dios provea.<br/>- Yo estoy contentísima y ella ni te digo, ayer me contó todo. Me confesó que siente un poco de pudor en comunicártelo directamente, tú sabes, por lo cual me rogó que fuera yo la portadora de la noticia y observara tu reacción.<br/>- ¿Y cuál puede no ser otra que de alegría? Por otra parte es muy bonita y tarde o temprano iba a ocurrir. Es muy parecida a ti en muchas cosas. Bien, iré a saludar a Yoli.<br/>En el recorrido pasa por la puerta del baño y sin detenerse levanta la voz: “Felicitaciones niña bonita. Qué te dure por mucho tiempo el Príncipe Azul” Desde adentro se escuchó una carcajada fresca: “Gracias papi divino”…<br/>Golpea discretamente la puerta del cuarto.<br/>- ¿Se puede?<br/>- Claro, papá…entra.<br/>Abre lentamente. La primera visión lo confunde. Observa a su hija arrodillada frente a la pared desnuda, absorta y con las manos juntas como en un ruego. Dibuja en el aire unos trazos breves tras lo cual, avisada de su presencia, gira la cabeza. <br/>Mira al padre con suma atención. Lo hace como si estuviera anotando algo para no olvidarse después. El siente en aquellos ojos un arma que lo apunta.<br/>- Discúlpame…no era mi deseo interrumpirte; no sabía que…<br/>- No me has molestado ni sorprendido, ocurre que generalmente a estas horas me interno en un proceso espiritual que es donde quiero estar y me reconozco a mi misma. Lo mismo hago al levantarme y acostarme.<br/>- Pero tú solías…<br/>- ¿Que no concurro al templo?... he entendido que no es necesario. Mi comunión es de otro tipo y puede desarrollarse aquí, en la soledad de una plaza, o en cualquier espacio apropiado que me permita meditar.<br/>- Vaya, vaya…Pero en fin, son cosas tuyas son cosas tuyas sobre las que no tengo derecho a inmiscuirme. No, en realidad venía a conversar serenamente contigo acerca de una ligera regresión que se ha producido en tus estudios, según tengo entendido por tu madre.<br/>- Es cierto. Te lo iba a contar en cuanto nos encontrásemos, y este es el momento oportuno. En realidad me siento como abstraída respecto a algo que no puedo definir. Me distraigo fácilmente y la verdad, la pura verdad es que me está costando un esfuerzo enorme estudiar, concentrarme. Y créeme que no es un tema disciplinario, no hay “vicios” inconvenientes de por medio ni nada que se le parezca. Es mí ser que está experimentando un cambio que por ahora registro y me conduce. Soy consciente de ello pero no lo puedo reprimir. <br/>- No tienes que darme explicaciones. Te conozco demasiado como para dudar por un instante de tu buen criterio. Sencillamente que creí mi deber…<br/>- Te entiendo papá. No ha de ser fácil convivir con mellizas ¿no es cierto? ¡Julieta es tan diferente¡<br/>- Naturalmente que tiene sus cosas pero la vida es así. De cualquier modo ustedes sólo nos han dado momentos gratos y la fortaleza de nuestro matrimonio se asienta en el amor que nos profesamos con tu madre y en la ventura que nos depara el día a día a vuestro lado. Tú “eres como eres” y aquí no hay discusión que valga. En media hora cenamos: Ten a bien prepararte y bajar.<br/>Le estampa un beso afectuoso en la frente, helada y tensa.<br/>La cena se desarrolla con normalidad disfrutando todos del habitual clima fraterno que reina en los escasos minutos en que la familia logra reunirse a pleno. Desde un combinado se escucha música suave.<br/>- Se llama Víctor y es un chico diferente, adorable…<br/>- ¿Con que Víctor?<br/>- Y te adelanto Yoli que el domingo saldremos tú y yo con él y un primo que desea conocerte. Víctor le ha hecho mención de tus “condiciones”. Se llama Pablo y estudia informática en la Universidad.<br/>- Ni soñar. Tú debes estar delirando…Tengo otros planes.<br/>- Delirando nada. Tú te vienes conmigo, no creo que tengas inconvenientes con el chico. Víctor me lo ha garantizado. ¿Acaso no es hora que conozcas las dulzuras del amor?<br/>Los padres sonríen sin intervenir.<br/>- Pero…No creo que por ahora…<br/>- Déjate de tonteras y acompáñame. A la vuelta nos haremos la tal panzada con nuestras experiencias. Todo se desarrollará bajo “nuestras” estrictas reglas.<br/>--------------------------------------------------------------------------------<br/>- Tal parece que nos han dejado solos ex profeso. Estoy un poco nervioso. Víctor me había dicho que tú eras tanto o más hermosa que su chica y me entró la curiosidad. Se quedó corto: Tu belleza me tiene sorprendido y embobado.<br/>- Muchas gracias pero te advierto que no soy una chica fácil y en realidad sólo he accedido a los ruegos de mi hermana porque insistió y me ganó por cansancio. No significa eso ningún compromiso.<br/>- Lo entiendo y te comprendo, sin embargo tienes algo irresistible que me impulsa a pedirte te relajes y me permitas al menos tomarte de la mano, a menos que veas en mí un tipo muy desagradable, en cuyo caso te ruego ser franca conmigo.<br/>- No, no es eso; pasa que no tengo experiencia en estas cosas y temo cometer...algo inadecuado.<br/>- Somos jóvenes, no creo ser arrogante; apenas una miserable mosca que ha caído presa en tu red de encantos.<br/>Le toma la mano suavemente, roza sus labios con los de ella sin percibir en ella gesto alguno de resistencia. El apasionamiento juvenil conduce los pasos siguientes. Se abrazan y se entregan febrilmente a las caricias y los arrumacos que dicta el deseo.<br/>De improviso ella se para y se aleja con pasos ágiles. El le grita y trata de alcanzarla.<br/>- Oye, escucha ¡Que demonios te pasa¡ ¡Detente¡ Ahora no te puedes escurrir maldito sea… No me puedes dejar así. ¿Te aterran los hombres? ¿Qué clase de mujer eres? ¿Eh?... ¡Qué clase¡<br/>Súbitamente la chica detiene la carrera, gira el cuerpo y lo mira con sarcasmo. Él queda tieso a unos metros, un tanto intrigado. Se acerca a pasos cortos, le adelanta los brazos y enfrentada a él esboza una sonrisa. Le toma suavemente la cara con ambas manos y lo atrae hacia sí…<br/>---------------------------------------------------------------------</p>
<p>- Mire señor: En mis años de policía no había visto nada igual, lo lamento. Encontramos el cuerpo del chico sin la lengua y los labios destrozados a dentelladas, las cuencas de los ojos vacías. <br/>Un caso típico de…usted comprenderá. La hallamos deambulando por la playa con la cara y la vestimenta tinta en sangre…Bueno será encerrada con medidas especiales de seguridad y el Juez dictaminará lo que corresponda. Lo lamento.</p>
<p>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br/>Setiembre de 2012<br/>Derechos reservados.</p>CUENTACUENTOStag:www.creatividadinternacional.com,2012-09-06:3073384:BlogPost:2622872012-09-06T16:15:59.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>Posó la mirada de reptil en el reloj del Bar.<br></br>Al observador que no lo conociese le sorprenderían las pupilas celestes apenas perceptibles entre los párpados semicerrados. <br></br>Como dos mejillones obligados a abrir su concha al contacto con el agua caliente. <br></br>El tiempo irascible y maniático del que mira y mira hasta que entiende lo que mira y de tal modo consigue eslabonar lo que ha visto con otras miradas viejas y otras menos viejas para inventar otras miradas y así hasta el agujero…</p>
<p>Posó la mirada de reptil en el reloj del Bar.<br/>Al observador que no lo conociese le sorprenderían las pupilas celestes apenas perceptibles entre los párpados semicerrados. <br/>Como dos mejillones obligados a abrir su concha al contacto con el agua caliente. <br/>El tiempo irascible y maniático del que mira y mira hasta que entiende lo que mira y de tal modo consigue eslabonar lo que ha visto con otras miradas viejas y otras menos viejas para inventar otras miradas y así hasta el agujero final, es un tiempo peleón y revanchista. <br/>En su caso le pintó en la cara ojos de batracio.<br/>“Cuentacuentos” es un cocodrilo de última generación, opinan los chuscos.</p>
<p>Se alisó el pelo que no tiene y guardó en un bolsillo del gabán la servilleta en la que había escrito con trazos irregulares: “Hoy entré en una galería del Centro para hacer tiempo. Al pasar por uno de los pequeños negocios escuché el abordaje profesional del único vendedor respecto al evidente interés de un curioso que analizaba concienzudamente, como si fuera un objeto de empeño, uno de los paraguas en exposición. “¿Le gusta ese? “,inquirió. “Bueno, en fin…estaba viendo, no sé” El vendedor lo paró en seco:” Muy buen ojo…es el Mercedes Benz de los paraguas”.</p>
<p>Aquella anécdota regocijante y el cuento de Leo Masliah que leyó ayer en un semanario, lo habían sorprendido. Conjeturó que podría ser excelente levadura para el proyecto que tiene in mente. Podría escribir el mejor cuento de su vida; o no mucho más. <br/>El cuento del Masliah en cuestión refiere a un mal entrazado, cowboy en apariencia, con el rostro quemado por el sol y cubierto por el polvo del desierto como debe ser. Con su jamelgo desfalleciente, enormes pistoleras y el pucho negro en un carrillo entra al pueblito perdido en el paisaje alucinante.<br/>No se ve un alma, excepto dos rameras sin maquillaje que friegan con alambre el frente del “saloon”, y una luz mortecina en la Oficina del Sheriff, según reza el cartelón.<br/>Baja del caballo, lo ata ligeramente a un poste y orina sobre este último (desesperadamente) un buen chorro. Mientras se ocupa del trabajoso ajuste del pantalón observa el contorno y escupe el cigarro. Se limpia la boca con el pañuelo desgreñado que lleva atado al cuello.<br/>Su objetivo es la Oficina. El entarimado del porche cruje fiero al paso de las botas chuecas. <br/>Abre la puerta y observa al Guardián de la Ley inclinado sobre un escritorio en el acto de colocar una baraja sobre la otra; no baja la vista pero imperceptiblemente lleva la mano al Colt…<br/>“ Buenas”. Levanta con el pulgar el ala del sombrero y se presenta: <br/>“Soy Robert Smith, cazarecompensas de profesión. Mucho gusto. “<br/>“¿Cazarecompensas? le contesta el Sheriff bamboleando la quijada. Ummmh…me parece muy bien.” Sigue sin prestarle atención. Gira la cabeza y agrega a los ya existentes, un voluminoso gargajo dentro de la escupidera que tiene cerca de los pies. <br/>“Ahí tiene a los requeridos.” .Le señala con una as de trébol, sin perder atención en el juego, una pizarra cribada de fotografías de notorios facinerosos. “Son suyos… vaya por ellos que aquí lo estaré esperando. Ahora, por favor…si no le parece mal y con su permiso debo continuar estudiando este asunto que tengo entre manos. Cuando salga cierre bien la puerta. ¿Ok?”<br/>Siempre sin mirarlo lo saludó parcamente llevándose una baraja al sombrero. <br/>El visitante sacó ambos revólveres y lo conminó a entregarle el dinero de las recompensas agregando: “Creo que usted no capta el sentido exacto y propio de los vocablos; lo literal digamos, encerrado en la expresión cazarecompensas”. Tráigame inmediatamente “la mosca” o le meto cuatro balas en esa cabeza hueca…”</p>
<p>“Cuentacuentos” es tributario de la genialidad encerrada en pocas palabras.<br/>“La venganza es un plato que nadie desprecia”<br/>”La codicia acostumbra disfrazarse de asombro”<br/>” El fanatismo siempre encierra una duda misteriosa”.<br/>O de lo sublime que palpita en lo más simple de la vida, como los goles de Messi.<br/>Lo estremecen las sensaciones profundas derivadas de hechos o circunstancias que para el resto carecerían de virtud, vg: No puede dejar de pensar en la impresión poderosamente sensual y entrañablemente amatoria que le produjo Michelle Williams cuando borracha y tal vez drogada cantó (en una película cuyo guión gira en torno a las vicisitudes de un compulso sexual, su hermano) el tema top del Frank Sinatra del ocaso: “New York, New York”. <br/>La deliciosa boquita roja fraseaba la excelente letra (con subtítulos en castellano) al estilo Billie Holiday.</p>
<p>Aquí te dejo Miguel.Me hubiera tomado otro café, pero el tiro va a ser largo y tengo que marcharme.¡ Ah¡…por las dudas guárdame hasta mañana el celular. Dentro de un rato tendría que apagarlo y siempre me olvido. Chau.<br/>Hasta mañana “maestro”.</p>
<p>El teatro Solís de Montevideo ha sido declarado Monumento Histórico Nacional. Su exterior no “dice nada” y es tan antiguo que sobre la mitad de la pared anterior, sostenida por unas columnatas cilíndricas tipo Partenón, aún subsiste un farolito que se prendía en el siglo XIX para anunciar a la pequeña población que ese día “tocaba” función.<br/>Dicen que para la atención de ese artefacto se ha dispuesto en exclusividad un funcionario municipal encargado de su mantenimiento y encendido. Para apagarlo el tipo lo sopla desde la vereda pues se cansa y le han aconsejado no subir escaleras. La oposición de la Junta Departamental se desgañita despotricando contra la excesiva burocracia de la Comuna de izquierdas. Los curules oficialistas les responden con encono: “Carecen de vergüenza…esa es la herencia que ustedes nos han dejado… ¡Manga de vendidos al oro yanquee¡”<br/>Uno entra en el Solís y se siente inmediatamente transportado a un templo sacro donde se atesora una parte importantísima de la historia del país: Al menos de la cultura… que fue.<br/>Se palpa en la atmosfera, en el empaque del personal, en los bajorrelieves que adornan los palcos, las cazuelas y el “gallinero”, las máscaras de yeso, la enorme araña central, las fotografías en el foyer de los grandes personajes a escala mundial que nos visitaron durante años cuando un peso uruguayo valía el equivalente a un dólar; el terciopelo de las butacas, etc. <br/>Tipos cuidadosamente afeitados, damas recién bañadas, todos tocados por ese barniz sofisticado que distingue y bien viste a muchas personas.<br/>No se puede entrar al teatro Solís en zapatillas, salvo que sean de “marca” y con los cordones atados.<br/>Por razones prácticas, lamentablemente, los pobres del suburbano no pueden ir al Solís: “Hay que vestirse como Dios manda, volver en colectivo a deshora y la cosa m’hijito… no da para tanto. Si fuera “Chayane” vaya y pase. No, mejor nos quedamos en casa y miramos la tele.”<br/>Para el volumen de nuestra población se trata de un teatro enorme. Esa noche se iba a llenar y no sólo porque la entrada fuese gratuita (por invitación): Cuando abre sus puertas la sala principal del Solís (tiene dos anexos para otros menesteres), siempre se colma. <br/>Aunque parezca inverosímil, en estos días de oceánico beberaje y “pasta base” en las calles de la “Tacita de Plata”, muchos montevideanos trasponen valientemente sus rejas después de las ocho de la noche en busca de una diversión, sea un teatro o un cine, en pareja y/o con la madre. No les interesa los teleteatros brasileros y eso abre ciertas expectativas para los técnicos y los políticos que hoy día se queman las pestañas para reformar la Enseñanza y de tal modo introducir nuevamente el “estudio” y no solamente la “lectura” de materias para salvar el año y algún día recibirse con un título profesional otorgado por un “ Magisterio” con faltas de ortografía. <br/>Son tantos que me atrevo a decir superan los diez mil. Ese monto aproximado de personas mantiene la actividad durante nueve o diez meses en diecinueve salas de cines y veintinueve teatros. <br/>No sé qué pasa en el interior del país pues nunca he salido de Montevideo ni escuchado o visto alguna referencia a ese respecto en los informativos de CNN.</p>
<p>“Cuentacuentos” trepa el “bajo” por la cuesta de la calle Ituzaingó. <br/>Le entraron ganas de fumar largo y bien laaargo pero… le habían prohibido el cigarrillo. <br/>Médicos confiables le expusieron claramente su situación cuando un infarto lo postró y el espectro guerrillero de Manuela Cañizares lo salvó no se sabe cómo. Él lo afirma con convicción pagana: La Manuela me pasó su sangre y esa sangre destapó todos mis tapones y bueno… <br/>Los facultativos le advirtieron: “O dejas el cigarro y vives un tiempito más, o continúas fumando y vivirás igual, le avisaron… pero en este caso bajo tierra contemplando cómo se van pudriendo tus ojos, tus dedos y tu memoria. <br/>No le costó mucho decidirse. Lo de la memoria le pegó duro.</p>
<p>El público cuchicheaba con nerviosidad aguardando impaciente la demorada llegada de “Cuentacuentos”.<br/>Sobre el inmenso escenario se había dispuesto una silla, un pequeño escritorio con micrófono adosado, una botellita de agua mineral y una copa. La iluminación se reducía a un pequeño cono de luz proveniente de la parte superior de los bastidores. <br/>Nada de bailes, orquestas, danzas celestiales, espectacularidad teatral. Nadita de eso. <br/>Simplemente la gente, en nutrido número, como un grupo de escolares ansiosos, se aprestaría a escuchar a un hombre calvo de sienes blancas, autor de un producto intelectual originado en su imaginación no imaginativa, como debe ser la imaginación que desborda los límites de la sensatez. <br/>Se apagaron lentamente las luces del teatro y por un costado del gran escenario ,“Cuentacuentos” hizo irrupción con pasos breves.<br/>La ovación fue imponente. <br/>Levantó los brazos saludando para un lado y otro. En una de las manos apretaba un libro. Cuando la ovación fue cesando se quitó el gabán, lo colocó en el respaldo de la silla, tomó asiento y comenzó a hablar. <br/>Luego a leer. Inicialmente en tono desvaído, como cansado, diríase que fastidiado; parecía cargar sobre sus espaldas una enorme piedra de tiempo. La sombra siniestra del frustrado cigarrillo lo fue abandonando lentamente: “Ya volveremos a encontrarnos”…<br/>Ni bien puso “segunda” se introdujo cómodamente en su tema, como sólo él y su mundo de efectos y artificios puede hacerlo.<br/>Una nube de ensueño copó el Solís. <br/>Un susurro dulce que convocaba a fantasear e internarse confiadamente en la dimensión deslumbrante de un talento que apabulla. <br/>Uno de los cuentos que hizo revolver en sus asientos a los espectadores el 3 de abril ppdo. y no improbablemente le sean atribuible muchas caricias y arrumacos entre el público, lo transcribo a continuación sin permiso del editor, confiando en que se comprenderá que no persigo ninguna fin económico y además, como generalmente ocurre conmigo cuando la belleza me sacude, lloré al escucharlo lo cual, creo, me absuelve de toda culpa.<br/>Eso de lagrimear es cosa buena a veces.<br/>Persigo con esta contribución que más de uno haga la prueba de emocionarse y llorar.</p>
<p>EL VIAJE AL MAR</p>
<p>En los tiempos idos, los hijos del sol y las hijas de la luna vivían juntos en el reino africano de Dahomey.<br/>Y juntos vivieron, abrazándose, peleándose, hasta que los dioses los apartaron y los condenaron a la lejanía.<br/>Desde entonces, los hijos del sol son peces en el mar y las hijas de la luna son estrellas en la noche.<br/>Las estrellas de mar no caen del cielo: desde el cielo viajan. Y en las aguas buscan a sus amantes perdidos.</p>
<p>Los trabajos de Eduardo Galeano ocupan toneladas de papel y su obra ha sido traducida a casi todos los idiomas del orbe. Es imposible contabilizar la cantidad de lectores que han pasado y pasan por sus letras de extraña sensibilidad. Y van más de cincuenta años. <br/>Lo transcripto aparece en el día “Diciembre 26”, página 404 del libro recientemente editado (segunda edición) “LOS HIJOS DE LOS DÍAS”. <br/>Lo traigo a colación no solamente porque el susodicho cuento es una nueva joya que el autor regala a sus congéneres así porque sí, porque él es así y ha bajado a la Tierra para que los deslenguados no consideren a Dios como un tipo sin alma ni sentimientos; sino porque también siempre he pensado que una buena manera de resolver el misterioso dilema que muchos hombres y mujeres se plantean hoy día respecto a cómo introducir en la “lectura” a sus niños y jóvenes para alejarlos al menos por diez minutos diarios de Facebook, sería obsequiándoles cualquier libro de este escritor portentoso y, naturalmente, con un buen revólver en la nuca obligarlos a leer, al menos una página por día. Seguro estoy que transcurridos los primeros quince, estos mártires modernos de la procreación podrían considerar razonablemente tomarse un buen descansito al menos durante la sexta parte de una hora diaria.</p>
<p>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br/>Setiembre de 2012<br/>Derechos reservados.</p>SÚBITA REVELACIÓNtag:www.creatividadinternacional.com,2012-08-06:3073384:BlogPost:2558732012-08-06T00:28:17.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>Resignado a tu tersura,<br></br>esposada al desenfreno,<br></br>quiero saber si aún existo.<br></br>Devórame…¡Ahora¡<br></br>Campánula farolera, <br></br>gozadera de deseo.</p>
<p>Sé donde escondes tus mañas<br></br>Engúlleme…<br></br>trózame entero.<br></br>Hinca tus fauces ahora:<br></br>No dilates la ventura<br></br>y el deleite de este encuentro.<br></br>Tu carne es fruto encantado…<br></br>Mi objeto será probarla<br></br>aunque muera en el intento.</p>
<p>Pezones asemillados,<br></br>ampollas de olivo negro.<br></br>Mis ásperas manos…</p>
<p>Resignado a tu tersura,<br/>esposada al desenfreno,<br/>quiero saber si aún existo.<br/>Devórame…¡Ahora¡<br/>Campánula farolera, <br/>gozadera de deseo.</p>
<p>Sé donde escondes tus mañas<br/>Engúlleme…<br/>trózame entero.<br/>Hinca tus fauces ahora:<br/>No dilates la ventura<br/>y el deleite de este encuentro.<br/>Tu carne es fruto encantado…<br/>Mi objeto será probarla<br/>aunque muera en el intento.</p>
<p>Pezones asemillados,<br/>ampollas de olivo negro.<br/>Mis ásperas manos hoyan,<br/>Alicante incompasivo,<br/>de tus copas envenadas,<br/>pintadas de luna llena<br/>y violetas encantadas<br/>envidia de las dragonas<br/>y las labiadas de savia.</p>
<p>Tributo de inmolación.<br/>Holocausto,<br/>abnegación del instinto,<br/>que tu belleza de Diosa<br/>expiara,<br/>por una culpa pueril:<br/>Ser la sombra<br/>de mi sombra…<br/>y el eco<br/>vano y estéril <br/>de mis quimeras más caras.</p>
<p>Concha marina,<br/>tu boca,<br/>busca la mía con ansias.<br/>Lengua, <br/>culebra implacable,<br/>grávida de calenturas…<br/>se hunde entre mis resquicios<br/>con lujuria desatada.<br/>Lobezna depredadora…<br/>Lo eres…<br/>Sí que lo eres:<br/>Que no perdona,<br/>ni mata.</p>
<p>Concesión inexplicable,<br/>tu sexo. <br/>Navajazo en carne viva <br/>de orillas mortificadas. <br/>Humor de placenta fértil.<br/>Zumo y mixtura <br/>que embriaga. <br/>Delicada piel de armiño, <br/>curtida por la solana, <br/>Desvarío…<br/>De alienado encadenado.<br/>Prisionero,<br/>que tus redes rescataron<br/>y enjugaron en mi alma<br/>las promesas olvidadas.</p>
<p>Mórbida miel silvestre…<br/>tus piernas, <br/>alce soberbio,<br/>a mi canicular Goliat <br/>convocan …<br/>Libertino diablo<br/>que puja <br/>con un afán redentor<br/>hacer de ti, mujer:<br/>Hembra…<br/>Abjuración; <br/>tal vez templo<br/>de alfarero entre tus nalgas;<br/>que no se ahoga en vigilias<br/>ni lo socavan fatigas<br/>en busca de tus entrañas.</p>
<p>Gimes… aturdida y blanda.<br/>sometida a tu tormento<br/>de picaflores y gaitas.<br/>Tus cascabillos<br/>despiertan<br/>de noche muy…<br/>prolongada,<br/>esparcidos en tu huerto<br/>entre bolillos de nata.<br/>Desembozas picardías.<br/>Tonterías se te escapan.<br/>Una púber plañidera<br/>se ha batido en retirada.<br/>Suenan flautas en tu oído: <br/>“¡Vive Dios¡”<br/>Si esto que muchos dicen <br/>es lo que se llama “malo”<br/>¿O con un dedo señalan:<br/>Has cometido ¡Pecado¡…<br/>He de correr con los riegos<br/>Y queue me lleve el infierno<br/>“no sin antes imputarme<br/>dos mil “pecadillos” nuevos.</p>
<p>El mundo juega a la guerra,<br/>mientras tu cintura cimbra<br/>Tus carne ya no es horchata. <br/>Tus uñas… <br/>canales abren<br/>en mis sufridas espaldas.<br/>Al cabo…un murmullo quedo<br/>Que se vuelve resonancia:<br/>De allá muy lejos vienen<br/>en bullanguera bandada,<br/>un puñetón de angelitos.<br/>que entre sus alitas guardan,<br/>aromas de tu sonrisa<br/>de melaza alimonada,</p>
<p>Alguna vez te diré:<br/>Ya no eres tú<br/>ni yo aquél…<br/>Confites, <br/>Volados de tres colores rojos,<br/>jirones de viene y vaya.<br/>última hoja de un cuento…<br/>Y aquel pétalo amarillo<br/>oculto entre las carillas,<br/>púrpura de un beso tierno<br/>sellado en la contratapa<br/>con el carmín de tu aliento.<br/>Dirán: <br/>Son cosas de viejos…<br/>Cenizas grises…no más<br/>que un día barrerá el viento.<br/>y volverán a la nada.<br/>¿Qué más da?…<br/>Mi ángel de cera.<br/>Volveremos a la tierra…<br/>La que nos bendijera,<br/>desnudos, mirando el cielo.<br/>Mi cuerpo dentro del tuyo,<br/>celebrando la alborada. <br/>Otra vida… diferente,<br/>con repique de campanas,<br/>un huerto, mis manos frías,<br/>entre las tuyas, nudosas,<br/>flacas.<br/>Pero con luz en los ojos<br/>Desafiante,<br/>De otros tiempos<br/>portando tras buena lid<br/>nuestra llamita de ensueños.</p>
<p>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br/>Julio de 2012<br/>Derechos reservados.</p>VENUS DE FIERROtag:www.creatividadinternacional.com,2012-07-13:3073384:BlogPost:2492562012-07-13T23:54:10.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>A puro olfato percibo, sin fundamento científico ni autoridad intelectual o moral que lo avale, cómo, la dura supervivencia de los más, ha puesto en rodaje un nuevo biotipo de mujer universal cuyas virtudes inéditas, su hado, se inscribirían en un plano de subversión purificante, emplazada a desterrar o revalorar más bien, deshilachados cánones del comportamiento humano, aún vigentes por trivial inercia de la sociedad planetaria, declinante en sus valores si es que alguna vez los tuvo.…</p>
<p>A puro olfato percibo, sin fundamento científico ni autoridad intelectual o moral que lo avale, cómo, la dura supervivencia de los más, ha puesto en rodaje un nuevo biotipo de mujer universal cuyas virtudes inéditas, su hado, se inscribirían en un plano de subversión purificante, emplazada a desterrar o revalorar más bien, deshilachados cánones del comportamiento humano, aún vigentes por trivial inercia de la sociedad planetaria, declinante en sus valores si es que alguna vez los tuvo. <br/>Sospecho que ha hecho irrupción un venturoso magma renovador empeñado en hacer trizas el correaje que sujeta a la mujer como un pony de paseo, a los abstrusos y convencionales catálogos machistas.</p>
<p>La escopeta impetuosa de esta nueva mujer tiene puesta la mira en las vidrieras obscenas que exhiben la hembra funcional y predilecta del mono Ejecutivo. Chacal soberbio y crápula que domina a su antojo los principales resortes de la gestión universal transformando en objeto vil la femineidad, expuesta, “ad eternum”, a los caprichosos dictados de una colectividad conformada para usarla y no para respetarla. Los ejemplos son inabarcables en una crónica y de infinitud sideral.</p>
<p>Verbigracia: Hace unas horas todos pudimos ver por TV como le metían bala de fusil, arrodillada y de espaldas, a una pobre chica afgana acusada de adulterio. <br/>Como comentario al margen dejo constancia que el vejamen pudo ser apreciado por los niños pues se pasó en horas tempranas de la noche. <br/>Los adultos que lo permitieron y los dueños de los medios no tienen perdón de Dios, como decía la Felicia, la vendedora de flores de la otra cuadra que se enamoró del tano que le vendía los geranios al marido. Se propuso ser feliz de una vez por todas y se tomó las de Villadiego con el peninsular, cansada de ser maltratada por el cerdo de su consorte. En este caso proverbial el “cornudo” reaccionó como generalmente lo hacen los cobardes abusadores: Cuando comprobó que la palomita se le había tomado los vientos se frotó las manos : “Menos mal que me se la llevaron al “bagayo”. Allá en casita estará esperándome mi mamita del alma, mi santa viejecita a la que abandoné un día enceguecido por esa chirusa…”</p>
<p>El devenir tiene la palabra, pero tanta violencia contra la mujer alguna vuelta ha de pagar peaje. De modos diversos y cada vez más sofisticados - incluyo la tortura sicológica- el “miedo” del tipo hace pasto combustible de la mujer inerme e indefensa.</p>
<p>Mantenerla en la ignorancia, sojuzgada y sometida, es la consigna secular del “tipo” y también de las religiones de diverso signo cuya complicidad a estas alturas resulta escandalosa. Una herencia, la religiosa, que ha marcado - y marca - a las pobrecitas inocentes con el sambenito del pecado original, pretexto machista, retrógrado y rematadamente cretino.</p>
<p>Por citar un caso cercano a lo rioplatense mencionaré una suerte de prescripción que pronuncia el sacerdote previo a la ceremonia de los anillos (desconozco si sigue vigente) en virtud de la cual la desposada es explícitamente obligada a obedecer a su marido de por vida. Ni que hablar de proscribirse la disolución del compromiso sean cuales fuesen las circunstancias. Sólo la muerte “ debe separar”</p>
<p>Por otra parte rompe los ojos que a nivel laboral la mujer, registrando las mismas horas de trabajo y haciendo las mismas cosas que el hombre – tal vez mejor - se le paga menos y como si esta injusticia fuera poca, para matar el tiempo, es acosada por el patrón y el hijo del patrón. <br/>Si está embarazada más le valdrá agenciarse un carrito y comercializar chucherías.<br/>Las venden a los trece años, las prostituyen, arreglan entre los padres su casamiento con el viejo descalabrado que a lo sumo la podrá tocar un ratito, etc.<br/>Estas acciones, pienso yo, conducen al hombre-macho-varón a su inevitable destrucción. Lo condenan a desaparecer como ente imprescindible y manifiesto. <br/>Tiene la batalla perdida.<br/>No preconizo exculpar y bajo ningún punto de vista ignorar a la torva, maliciosa, dañina y agresiva “tipeja” de rímel corrido y plataformas altas que con frecuencia confundimos con lo único que merece ser adorado: La mujer, la mocilla, la “mina” del alma.</p>
<p>Por eso confío que el nuevo tipo a que aludo, a la larga se va a imponer. Vaya si se va a imponer. <br/>Varios millones ya ni se depilan y saben como dar el paso atrás y meter un “gancho” en la mandíbula.<br/>Por más información ver Madonna; con esta bárbara y la vacuna que lleva su nombre se cerró la prehistoria femenina. <br/>Se acabaron los versos.</p>
<p>El gran Eric Hobsbawm afirma con absoluta autoridad que las únicas revoluciones atendibles del S.XX fueron, a saber: La invención del jean y la salida extramuros de la mujer para trabajar. <br/>Con licencia del sabio, cuyos textos recomiendo tanto como abandonar la costumbre de rascarse en público, entiendo que esto último trajo consigo un germen letal para la subespecie masculina. Desde entonces una nube siniestra se cierne inexorable en el horizonte del semental cuatro quesos. <br/>En algún momento, que no creo posible avizorar aún, la mujer no va a necesitar del hombre más que para sacar el perro a la calle o alcanzarle el jabón.</p>
<p>¿Te imaginas caro lector al afiebrado cabrón ostentando con perplejidad un “aparato” que a los efectos de la conservación de la especie le asistiría tanto como el lóbulo de la oreja? Una trompita chiquititita e imperturbable a los únicos efectos de excretar líquidos incómodos.<br/>Ellas se encargarán, arriesgo, de suprimir el deseo carnal con un par de pastillas que se podrán adquirir en el Super con un pack de regalo conteniendo el semen o vaya a saber qué, que se podrá ingerir con el café con leche o la malta a efectos de procrear sin que el “tipo” le exija a las dos de la mañana: “Date vuelta chée que me entraron ganas”… <br/>Más horas de pensamiento racional, más horas de legítimo magisterio para hacer de los varones - así concebidos - otra cosa. Algo preparado para la felicidad y no para el bochorno de la especie.</p>
<p>Mira esto: Actualmente en China te permiten tener dos hijos sólo si el primero es mujer. En la gran potencia mundial que se atreve a vetar los desaguisados de los yanqees, la mujer vale menos que una cucaracha, que se come y es muy apetecible por esos lares lejanos, carentes de proteínas. Los fetos femeninos carecen de valor y me quedo acá. Tú, lector, te harás la composición de lugar.</p>
<p>Naturalmente que la nueva mujer está escalando posiciones ahí mismo, en las propias entrañas del coloso amarillo asediado, que, hay que ser justos, debe pelear a brazo partido contra una densidad demográfica de números implacables. La cuestión tiene que ver con la supervivencia y muchos son los ejemplos históricos que la emparentan con la abyección no deseada. Dentro de cincuenta años el asunto demográfico se seguirá disparando como hasta ahora, con el agravante que la relación será de uno a uno; terrible dilema que no se solucionará consultando Wikipedia. <br/>Lo solucionará la nueva mujer.</p>
<p>A estas alturas alguien con mucha agudeza pensará con razón: Pero dime tú, espíritu contradictorio ¿acaso abogas por cambiar una dictadura por otra? <br/>No, no es así. <br/>No dispongo de ningún elemento de juicio que me permita atribuir a la mujer, en términos generales, el afán depredador del “prohombre” que conozco. <br/>La belleza en todas sus acepciones es pródiga con la mujer; la belleza no es destructiva excepto cuando la representa Penélope Cruz. La obra funesta de la Teacher es un granito en la cara de Marilyn. <br/>Porque veamos:<br/>La nueva tendencia militante que pone el acento en los derechos del sexo es tan sabia que antes de pasarle por arriba como un camión al “tipo”, le propone de buena fe abrir cauces nuevos de entendimiento, trillar caminos juntos, tomados de la mano; agotar a como sea las vías de entendimiento y por supuesto, hacer del respeto de género una devoción. <br/>Sin embargo por ahora son campanas de palo. Nada se avizora que dé paso al optimismo.</p>
<p>Los “tipos” como la rata de Noruega, van derecho al suicidio colectivo. Lo llevan en los genes pues una treta maquiavélica del destino, un sarcasmo inverosímil, ha querido que entre otros factores sociológicos la transmisora de su futura desgracia fuese precisamente… “la mamá”. ¿Te das cuenta?</p>
<p>La viejita…la viejecita de Gardel. La que acunó la voz de “El Mago”. <br/>La “inmaculada” viejita que cuando se entera de tus devaneos con la hija de don Carlos, el jubilado de Institutos Penales, te agarra de las solapas, te mira fijo y te espeta sin recato: “Nene, vos a esa no le des un centímetro de ventaja ¿me entendiste?... yo sé por qué te lo digo. Se hacen las angelitas pero cuando menos lo piensas se arrastran con el conductor del colectivo en la última parada”. Luego de la magna obra operada en tu cerebro de proletario consciente te despierta al otro día, tan campante… con un mate y un beso.<br/>Con las hijas mujeres las “santas viejitas” son peores y lo digo con propiedad pues en el conventillo que me crié estas cosas se saben. Cuando la gordita llena de granos encontraba el “candidato” por fin, era inmediatamente aleccionada por la “santa”: “Mirá que los hombres no sobran… el muchacho es miope, le faltan los dientes y es más petizo que vos pero… Isolina de mi alma, es el hijo del dueño de la pizzería y tiene un gran futuro. No le hagas la vida imposible y dile a todo que sí… verás como la pasas bien”.</p>
<p>Esa mutación brutal que afecta a la mujer, a juicio de un simple observador de la vida, evoluciona sin prisa ni pausa. En tres o cuatro siglos tal vez (si queda algo sobre la Tierra); digamos… en una fracción inabarcablemente pequeña del tiempo infinito, se hará patente el fenómeno.</p>
<p>Respecto al tercer sexo confío que sepa jugar sus cartas y ojalá que lo haga bien. Hasta ahí no llego y que me perdone Pachano.</p>
<p>Como el drama que se avecina, a esas alturas ignotas del tiempo, ni al polvo de mis huesos inquietará, lo tomo con sorna como seguramente lo tomarás tú, caro lector si me has seguido hasta aquí. Se trata de una venial excusa vestida de preámbulo para plantearte un asunto que desearía compartir amparado en tu amabilidad.</p>
<p>Acá en el Uruguay, un paisito de juguete,- un enano calentón según Lula - que no hay que confundir con la hermana República del Paraguay, cuna del genial Augusto Roa Bastos y Chilabert, en el cual el setenta por ciento de habitantes (dos millones y pico) convive en un radio de cien quilómetros a la redonda de su puertito de mil contenedores, se juega diariamente la Lotería Oficial. Al premio mayor se le conoce como “la grande”. Las aproximaciones del número afortunado tienen una recompensa consuelo, como que te devuelven, creo, el costo del billete o algo parecido. <br/>Me disculpo por desconocer cosas tan importantes pues vivo en un monasterio y paso muchas horas en oración.<br/>Justamente, a propósito de eso una señora mayor, muy querida por mí, suele espetarle mordazmente a su marido cuando se descuelga con algún “boniato”, la siguiente diatriba: “¡Qué paciencia hay que tener contigo¡...¡Yo sí que con el hijo de tu madre me saqué la grande y todas las aproximaciones juntas¡”. <br/>Fíjate lector cómo, (tú puedes observarlo en tu entorno cotidiano, mucho más si eres mujer) ha evolucionado en pocos años aquella modosita atribulada y frágil que le zurcía los calcetines al marido-dueño, bigotudo y afranelado fanático de Apollinaire.</p>
<p>La mujer, la nueva mujer…Qué cosa deliciosa.</p>
<p>Con sus mechas violáceas y minifaldas de infarto, es capaz de jugarse la vida entre las patas de los caballos para defender contra lo que venga el derecho y la justicia pisoteados. <br/>Esa mujer me vuelve loco. <br/>Tal es así que a continuación me propongo homenajearla, pagando de tal modo y con la mayor buena fe, una cuenta pendiente respecto a un trabajo que publiqué- no me acuerdo en qué página- a resultas del cual me trataron injustamente de machista.<br/>Soy machista sí, pero poquito…una cosita “así”</p>
<p>Con ese objetivo armaré un tablado sofisticado que puedo adelantarte, te dejará bizco. Utilizaré para mis fines el deporte del tenis que me importa menos que las alcachofas y reiteraré, con leves variantes, un texto que escribí hace años.</p>
<p>Primeramente si hablamos de tenis, es imposible omitir a la reina indiscutible: Serena William, la mejor tenista del mundo en “individual” y con su hermana Venus las mejores en “pareja”. <br/>Como se sabe se trata de un deporte de elite, exigente y costoso como pocos, cuyo difusor, la rubia Albión, expandió por el ecúmene reservando los podios de mayor significación o jerarquía, a los/las blancos/cas con dinero.<br/>Faltaba más.</p>
<p>El hecho es reciente y los titulares de la gran Prensa han vociferado por un ratito la nueva hazaña de las hermanas negras perpetrada en el mismo corazón de los imperialistas: Wimbledon.<br/>Hitler se tuvo que “morfar” una hamburguesa similar y fue ahí donde empezó a perder la guerra. No podía creer que ante sus ojos, un maldito negro corriera como el viento y dejara a sus “máquinas” en ridículo.</p>
<p>Todo el mundo las reconoce y yo la gozo como perro con dos colas pues pertenezco al partido de los perdedores como su raza, dantescamente sacrificada, ninguneada por siglos hasta hoy. Pero, pero… en este caso ya hizo sus cuentas la nueva mujer. <br/>Aquí el final del “tipo” será más doloroso. No lo lamento.</p>
<p>Lo que se leerá a continuación lo escribí hace algunos años, como va dicho, y tiene como protagonista de la historia a Venus William, una mujer que conocí casualmente a través del “éter” y me enchufó una admiración desequilibrante.</p>
<p>Estimo que mi insignificante homenaje a las fabulosas afro descendientes y en tal propósito involucro a la nueva mujer, bien puede simbolizarse en este texto apenas modificado por razones de mejor decir.<br/>Articulé en aquel momento lo siguiente.</p>
<p>oooOooo</p>
<p>Ayer por la tarde vi a Venus William (a través de la tele) disputando una final de tenis, damas individual, en un estadio de N.Y. Su contrincante, una flaquita asiática de origen coreano, cuyo triple nombre obviamente no me quedó, parecía poca cosa para el imponente rival.<br/>El tenis me produce bostezos de tiempo y medio no obstante, contra todo pronóstico, quedé prendido de la pantalla por el carácter aguerrido que había alcanzado la contienda. <br/>Lo que pudá apreciarse distaba mucho de ser lo que se da por llamar una “justa deportiva”.<br/>Peleaban a muerte, encarnizadamente. Cada raquetazo implicaba un grito voluptuoso, un puntazo de electricidad en la ingle. <br/>Venus, cuerpo y tatuajes de estibador, acechaba cada movimiento de su contrincante columpiándose sobre sus caderas de manganeso. La mirada felina se clavaba en cada movimiento de la flaca. Imaginando el probable curso del saque de la otra repicaba nerviosamente la punta de los dedos sobre el entramado de la raqueta. El fuelle infatigable de las aletas de la nariz acentuaba la tensión de los pómulos lustrosos. <br/>Cada bola iba dirigida como un proyectil de obús y el impulso y la voluntad de ambas para neutralizarlo me provocaba escalofríos. <br/>Hay que decirlo: Venus al cabo de las dos horas y media denotaba cierto cansancio y la coreana… como si nada. Gélidamente concentrada en su “asunto” se despachaba con la rapidez de una gacela y la rapacidad destructiva de una loba. Dúctil al milímetro instrumentaba la raqueta como bien lo haría un “back centro” con su pierna de “lapacho argentino”, siempre atenta a “acariciar” la canilla del rival. <br/>Los ojos, oblicuos e inexpresivos contrastaban con los músculos de la cara y el cuello, exigidos a tope. Una voluntad de hierro, en suma, al servicio de un objetivo bien concreto. <br/>Esa mujer con un “bufo” en la mano, pensé, enfrentada a una situación límite, no titubearía. La otra… menos que menos.<br/>Al cabo de batirse hasta las últimas consecuencias…Venus “marchó”.<br/>El público hacía silencio. Había caído su ídolo.<br/>Saludó convencionalmente a su rival, arregló con sencillez algunas cosas de la mochila, tomó del pico de una botellita mientras abarcaba con la vista el escenario de su derrota, se pasó una toalla por la cara y axilas tras lo cual buscó el camino del vestuario sin bajar la cabeza. Pasado el momento de estupor muchos la ovacionaron pero nadie la acompañó al salir pese a que el estadio reventaba de gente. Creo que nadie se animó a acercársele.<br/>Con el patetismo clásico del espectáculo televisivo una de las cámaras tomó a la madre y la hermana llorando allá lejos, como si se tratase del (dramático) retiro final de Elvis Presley.</p>
<p>Exteriormente nada delataba la bronca que consumía a la fiera. Se retiraba para lamerse las heridas en soledad, discretamente, sin llantos ni saludos al “respetable”. <br/>Esa virgen negra – reflexioné con admiración - bien podría haber comandado un piquete de obreros sublevados y enfrentar los tanques con palos y cascotes, como aquellos bizarros/as y gloriosos/as republicanos/as de las minas asturianas. (Nota de Junio 2012: Salieron otra vez a luchar para felicidad del amado pueblo español ¡¡¡¡BRAVO¡¡¡¡¡) <br/>Contoneándose como un basquetbolista se introdujo en un túnel y ahí la perdió el foque.</p>
<p>La ganadora de la contienda, más distendida y ciertamente dichosa, era muy aplaudida por la hidalga concurrencia a la cual saludaba elevando la raqueta. Brindaba su triunfo con una sonrisa franca que no ocultaba, sin embargo - al menos para mí -, más allá de la proverbial y respetuosa sobriedad de los asiáticos, un mohín característico que ya se ha universalizado entre “ellas”, que pareciese sugerir un aviso de advertencia tétrica: “Con tres o cuatro fustazos les damos alcance a estos pobres “todopoderosos” y ponemos el número en los últimos quinientos…”<br/>Concluyo el reporte con una apreciación que es de justicia.: Como de un partido de fútbol, jamás sospeché que iba a disfrutar tanto del deporte “blanco”. <br/>Fue poner la cabeza en la almohada y ocurrírseme, por bobear, los siguientes pasos virtuales de Venus.<br/>He aquí una visión brumosa del entresueño.</p>
<p>000o000</p>
<p>Una vez fuera del estadio habría enfilado hacia la limousine que la aguardaba, previo firmar algunos autógrafos con desgano y despachar con fastidio a los periodistas y fotógrafos que deseaban verla llorosa y “escrachada”; en actitud humillante. <br/>- A casa Leopoldo…<br/>Una fina llovizna acentuaría la melancolía de esa leona no acostumbrada a perder sus presas. <br/>Entre lóbregos pensamientos se arrellanaría en el asiento; abriría en tijera sus largas y hermosas piernas, se serviría maquinalmente un refresco de la heladerita, lo sorbería lentamente al tiempo que enroscaríase morosamente en un dedo una mota del pelo planchado. <br/><< Lluvia de mierda…>><br/>El enorme espacio del coche, apenas entibiado por una enorme foto familiar, haría el milagro de transformar el estrés y la rabia que le rebulliría las tripas en un letargo gotoso y lánguido. Observaría por la ventanilla una parejita alegremente empapada, abrochada por un beso pasional.<br/><< Eso es vida…Mmmmh>> <br/>Le daría por cavilar acerca de las posibilidades que se abrían en su futuro inmediato: Puras “pálidas”.<br/>De pronto, cual ráfaga de viento fresco, una idea encantada la sacudiría. Se acercaría al pequeño micrófono y ordenaría:<br/>“Leopoldo cambié de opinión...vamos hasta la ocho y la veintidós”<br/>Aunque el tránsito hasta la lencería por la vereda - a saltos de charco- fuese breve, los transeúntes la reconocerían inmediatamente. Alguno la aplaudiría y en el intento el paraguas se transformaría en un “ochentaiocho”. <br/>Se introduciría ágilmente en un local exclusivo y pediría la combinación de seda que venía “relojeando” desde hacía un tiempo. Algo despampanante como para noquear de entrada. Tomaría el celular, digitaría unos números y se apantallaría con una mano para no llamar la atención.<br/>- Bichito... ¿cómo estás? <br/>Su “Bob Marley”, con voz de pirado le contestaría desde lo celestial:<br/>- Hola Randy...<br/>- Qué Randy ni Randy...soy Venus,¡¡¡cretinazo¡¡¡ (las vendedoras se mirarían con picardía).<br/>- ¡Oh¡...Nena discúlpame, pensé que se trataba de mi prima la cieguita…Discúlpame por favor. ¿Qué clase de tonto soy?...<br/>Firme, con el aparato apretado entre un pómulo y el hombro, brazos en jarras, perniabiertas bien asentadas en el piso, le endilgaría:<br/>- Te voy a dar a vos “prima cieguita” ¡¡¡Degenerado¡¡¡...Pero en fin...dejemos ese tema.<br/>La sangre guerrera también adolece de debilidades.<br/>- Dime bichito ¿no te agradaría pasar por mi departamento dentro de un rato? Tomaríamos unos drink’s y de paso te mostraría en vivo y en directo la combinación que me compré recién. ¿Qué le parece la propuesta a mi cucuruchito de chocolate.<br/>- Hélena... digo Venus…No sabes como la estoy pasando por culpa de un juanete. ¡Creo que me llevará a la muerte¡ Justo en este momento voy camino del pedicuro. Dejémoslo para mañana… ¿O.K. nena?<br/>(Desorbitada)- ¿Así que un juanete? ¡¡¡ Pero por qué vos y tu podrido juanete no se van un poco a la rey de la...¡¡¡<<¡¡Yo sí que con éste me saqué la grande y todas las aproximaciones juntas¡¡...>></p>
<p>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br/>Derechos reservados.<br/>Junio de 2012.</p>HAZTE UNA IDEAtag:www.creatividadinternacional.com,2012-06-06:3073384:BlogPost:2407432012-06-06T00:39:29.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>Las dos y cuarenta y siete. <br></br>Un lobo merodea.</p>
<p>Con ardor en los ojos prendo la veladora y aparto de un manotazo la ropa de cama. Perezosamente enfadado calzo sobre mis huesos doloridos el equipo deportivo, y un doble juego de calcetines de lana en los témpanos sobre los que me sostengo. Chancleteando las zapatillas deportivas me dirijo a la cocina con la opacidad impía del desvelado. Caliento café.<br></br>Un viento de nunca acabar silba frenético.<br></br>Entre sorbos mi psiquis se…</p>
<p>Las dos y cuarenta y siete. <br/>Un lobo merodea.</p>
<p>Con ardor en los ojos prendo la veladora y aparto de un manotazo la ropa de cama. Perezosamente enfadado calzo sobre mis huesos doloridos el equipo deportivo, y un doble juego de calcetines de lana en los témpanos sobre los que me sostengo. Chancleteando las zapatillas deportivas me dirijo a la cocina con la opacidad impía del desvelado. Caliento café.<br/>Un viento de nunca acabar silba frenético.<br/>Entre sorbos mi psiquis se apresta a enfrentar la renovada refriega entre el raciocinio y la cordura. <br/>Cuando cuaja la alta madrugada y alguien renueva en algún copón las hostias de los justos, una obsesiva pulsión de deslustrada vaguedad, acidulada y espesa como el “nosebien” del cuento, hace presa de mis sentidos. <br/>Ligero de planes y expósito de estrategias me doy a la noche cósmica con la insistencia y el olfato del perdiguero. <br/>Agrego más ropa de lana y me ajusto el calzado. <br/>Observo dubitativo ambos lados de la calle en tanto cierro la puerta con dos vueltas de llave. <br/>El constante parpadeo amarillo de los semáforos me advierte de algo intangible que no alcanzo a identificar. <br/>Es julio en el hemisferio Sur. <br/>La costa brama azotes de agua sobre la rambla de granito; el viento polar destruirá la pestilencia con la simplicidad de una garra en acción.<br/>Aparto imágenes de miserias que alguna vez fueron. Convengo con la crasitud de los baldosines ruinosos la peripecia prodigiosa y grávida de los fenómenos invisibles. <br/>“De modo que aquí estaba, sin mapas ni implementos/ a cien kilómetros de cualquier ciudad decente/El desierto brillaba en sus ojos inyectados/ el silencio rugía incómodo: miró hacia abajo, /vio la sombra de un Hombre Común, /a punto de alcanzar lo excepcional, y echó a correr/”(W.H.Auden).<br/>Tengo para mí que la calle de la noche no es hostil como frecuentemente la pintan los desdichados: Su actitud huraña probablemente lo sea. De todos modos poco importa si consigo inventarla.<br/>Las tres y doce. <br/>Se han sumado otros a la cacería.</p>
<p>El bochinchero camión eleva lentamente un contenedor de basura. <br/>Tras su calculada trayectoria un mecanismo lo inclina de modo que vuelque el fétido contenido en el depósito previsto.<br/>Se prenden algunas luces en las ventanas de la vecindad. <br/>Acaso para el infeliz constituya su diario espectáculo. Otros prenderán un cigarrillo y aguardarán el cese de los ladridos. Una púber, tal vez inclinada sobre los apuntes de Cosmografía esperará el milagro de la sangre roja corriéndole por las piernas; la consume el deseo irresistible. Mira hacia aquellos trabajadores con impudicia fregándose con denuedo las dos pequeñas puntas que despuntan en su pecho: Se entregaría a cualquiera de ellos mil veces.<br/>Me acerco al vehículo y busco entablar conversación. Recostados con indiferencia en un árbol del ornato los hombres aguardan el momento del barrido de la basura residual intercambiando zonceras y vino en caja.<br/>Uno de ellos me sostiene la mirada.<br/>- Qué hacé a estas hora loco… ¿no dormís?<br/>- No, no duermo. Me gusta salir de noche a recorrer el barrio. <br/>- ¿Tu mujer no te bronquea?<br/>- No tengo…<br/>- Decí la verdá nene: ¿Qué buscás a estas hora de la noche? <br/>- Bueno… ¿qué busco? Literalmente no busco nada…aunque pensándolo bien, tal vez me induzca la urbanidad apacible, el tono escrupuloso del coloquio inteligente y acaso… la gratitud sin ambages.<br/>- Yevate de un consejo, nene: Agarrá pa’ las ocho hora y ya vas a ver lo q’es “cansarse” y “apoliyar”como un elefante. Si estás “piantao”… empastiyate. No entendimo nada de lo que “chamuyaste”.<br/>- Es una cuestión de contrastes, replico. Hay fenómenos que dominan lo cotidiano y oculta la luz del sol. En la noche se posesionan de las almas avivando la impetuosa ambición que los primeros rayos del alba transmuta en pasión… Eso.<br/>- Si, si…entendimo …<>, seguramente calculó el indiviuo.<br/>Uno de ellos se toma la bragueta encogiendo los dedos sobre el bulto de la entrepierna. Me hace una señal capciosa con la cabeza.<br/>¿Me está invitando a un fellatio el imbécil? Escupo con intención, me froto los brazos y miro para otro lado. <br/>Opto por retirarme saludando con los dos brazos como los boxeadores. <br/>Me siento plácido. Una cuestión de contrastes... Está bueno.<br/>El motor del vehículo municipal cambia de frecuencia. Lleva puesto el cambio neutro. <br/>Creo escuchar:<br/>- Ufff…Bueno muchacho…a ver si terminamo rápido con esta mierda. <br/>Los miro desde la vereda de enfrente cruzado de brazos. <br/>- ¡Chau loco¡…hasta mañana. “Prendete” a un quilombo de vez en cuando ¿eh? Eso e bueno pa’ la salú e la “croqueta”. <br/>Los despido con un ademán franco. <br/>El camión reanuda su marcha de cacharro viejo dejando a su paso una estela de agua sucia. El que me hizo la proposición inmoral asoma la cabeza por la ventanilla y junta la punta del pulgar con la del índice. Le ofrezco el anular enhiesto. Habrase visto… <br/>Cosas de la semiótica orillera. El lenguaje que no se habla pero expresa lo conveniente sin lugar a equívocos.<br/>Por vana desidia de los obreros queda un resto de basura diseminado en el entorno del contenedor. Unos gatos flacuchentos se asoman al área que no pueden defender; dos perros entran en acción y los dispersan. Husmean aquí y allá. Algo me impulsa a cruzar la calzada y acercarme. Uno de los canes me muestra los colmillos, estiro sin miedo el brazo; se acerca sumiso. El aliento del animal me impulsa atenazar mis manos en torno a su garganta como piadoso epílogo – conjeturo vilmente - de su inútil peripecia. Opto por acariciarle el morro, húmedo y blando como una frutilla. <br/>El animal pierde interés en la película borrosa que consignan sus ojos lacrimosos. Sin pleito regresa a la mugre. Registro el Hamlet alcohólico de Richard Burton:” Morir, dormir, tal vez soñar”. <br/>Por unos instantes mi zona pervertida se vio sacudida brutalmente.<br/>Vuelvo sobre mis pasos acelerando el movimiento elástico de todo el cuerpo.<br/>En cada esquina flexiono el torso y toco cien veces, sin doblar las rodillas, la punta de los pies. Crujo por todos lados. Me aqueja un mareo en el último intento: Es pasajero, estoy en forma.</p>
<p>Por el rabillo del ojo una figura en movimiento me obliga a girar el torso. A cierta distancia, sobre mi izquierda, alguien “trilla” sobre la media calzada. <br/>Un sugerente meneo de caderas de yegua, encumbradas por altísimos tacones con plataforma… “hace la vida”. Resulta poco creíble que esas piernas de Tina Turner pertenezcan a un hombre. No abrigo dudas: Esta zona es dominio exclusivo de los “travestis”. <br/>“Ellas”.<br/>Una sombra, entre las sombras me “relojea”; no lo veo pero sé que está ahí y no me pierde pisada. <br/>Hay un capital muy valioso a cuidar y los peligros acechan constantemente a “sus chicas”.<br/>El reprimido sexual, su principal cliente es un globo inflado de aire malsano que la Divina Providencia echa al espacio con la válvula abierta. La reacción lo impulsa de un lado a otro hasta que exhausto y vacío acaba tirado en el piso cual triste mancha de color. Biotipo imprevisible: Inicialmente cree amar al travesti; en cumplimiento de sus sombrías fantasías se deja hacer… y cuando la desazón da paso al odio (a sí mismo) procura, la más de las veces, borrar el rastro de toda huella que lo enfrente a la humillación. <br/>“Ellas” saben eso y frecuentemente pagan un alto precio. No son noticia para la prensa, claro.<br/>Me paro como un zonzo a curiosear el mercadeo. Quisiera volverme invisible y peinar esa realidad sombría. ¿Voyeuerismo de “tercera”? Posiblemente.No me avergüenza, así quiero desnudarme ante la noche, descubrir mis recovecos sórdidos. De últimas, la noche es indistinta a la deshonra de su fauna. La luz del día la caricaturiza. Un baldón…se dice<br/>Alguien emerge de la obscuridad y se acerca hamacando el cuerpo. Siento el miedo picado deslizándose por el espinazo. Pasa a mi lado mirándome por debajo de la gorra con las manos metidas en la campera. <br/>Es un aviso.<br/>Acuso recibo de un código que no debo olvidar: Parate a mirar la luna si querés: Aquí no. Aquí se transa…chauchón… y te podés lastimar.</p>
<p>Una sirena se acerca a todo trapo. Dos muchachos con la cara cubierta por una capucha rodean despavoridos la esquina a poca distancia de donde estoy. Uno de ellos en la carrera desenfrenada me empuja innecesariamente; doy contra un paredón bajo. Levemente atolondrado siento un fuerte dolor en las costillas. Me incorporo con un quejido: No me he roto nada, creo.<br/>Las gomas del patrullero escupen fuego. <br/>Uno de los policías me mira con unas ganas bárbaras. Felizmente para mí el que conduce piensa de otro modo y mete el pedal a fondo. A un par de cuadras cesa la estridencia: Cacheo y golpes a discreción. El horror que impregna algunas vidas tiene que tener un significado. “Si Jesús no ayuda, que ayude Satán” dice el autor de un tango que no recuerdo. No le faltaría razón.</p>
<p>Un gato corre a otro que se escabulle ágilmente entre las paredes semiderruidas de una casa pronto a ser demolida. El olor del sexo delatará a la hembra, no tiene escape. El sexo carnal invariablemente delata. Las “normas de vida correctas” le proporcionan al individuo herramientas más o menos aptas para defenderse de la inclemencia. El sexo mórbido le propina dentelladas al instinto. Una ecuación compleja que resuelve el destino. <br/>Los “trava” la saben “lunga”. Las prostitutas podrían escribir “el libro eterno “ a propósito de estas cosas.</p>
<p>La calle, perfumada de resina y limón finaliza en una avenida amplia y con escaso tráfico a estas horas. Varios taxis se hallan detenidos en larga fila recostados al acordonado de la “parada”. <br/>Hay poco trabajo en la ciudad que duerme. <br/>Los “tacheros” conversan en corrillo. Uno de ellos gesticula y mantiene la atención del resto con su cháchara. Simulando tener un inconveniente en el calzado me detengo y escucho:<br/>“…la mina lloraba y yo no sabía qué hacer. Paré y le empecé a hablar despacito…Terminamos atrás del Estadio. Un polvo de película”. Todos reían a más no poder. Otro siguió: “Es así nomás…algunas “minas” son un caso de escopeta. Cambiando de tema: Por ahí andan la “Chichí” y la “Pocha”…están buenísimos esos “trava “del diablo…”<br/>Otro interviene:<br/>“Che…tenés mujer e hijos”. El aludido se hace el desentendido. La “Pelusa” (que también está buenísima) te hace un trabajo flor. Remata: ¿Sabían que la “Chichí” tiene un” aparato” imponente? y…” <br/>Se detiene y mira el piso. Se delató solito. Todos lo miran sorprendidos. <br/>“Y ¿qué? boludo”-interroga con sarcasmo uno de los escuchas… “No nada…decía nomás”. “Javier, dame un mate y vamos a cambiar de tema ¿eh?</p>
<p>Bordeo la prolongada ochava y me introduzco en el “Boulevard de los Sueños Rotos” <br/>Cochazos de última generación aparcan sigilosamente con el motor encendido. <br/>Un “trava” está pujando con un cliente a pocos metros. Un brazo lánguido sostiene la cartera y el cigarrillo. Con el otro se apoya sobre la ventanilla opuesta al conductor: Una pierna echada hacia atrás y la otra rozando con la rodilla la carrocería de la puerta. Es la posición y la distancia prudente contra el “puntazo” artero. Me enteré de esto hace poco tiempo.<br/>Por mi profesión sé cabalmente que los abismos morales superan inevitablemente al objeto ejecutor. No tenemos medida de la felicidad ni de la desesperación. Llevar a cuestas un sentimiento negativo es echar arena en los engranajes de la razón, pero aún así…<br/>Me aboco a trotar circunspecto, estoy cansado. Tengo que atravesar un grupito de “chicas” que esperan y montan guardia por si la “cana”. Una se me acerca socarrona trareando al pasar (con esa voz ronca de los medio y medio): “…Así son los hombres/son una basura/se cagan de todo/lo traen de cuna/”. <br/>Otra: “No corras tanto papito… te vas a herniar el culo...<br/>Me río de la ocurrencia y de la situación ridícula.<br/>Empecé la noche con basura y la cierro con una simpática simplificación. No me puedo quejar. <br/>Fijo la luna candombera en mis retinas. Las estrellas, la bruma difusa serpenteando entre los luminosos de la farmacia “abierta las 24 horas” son el útero de “mi vieja”. <br/>Mañana buscaré otro.</p>
<p>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br/>Derechos reservados<br/>Mayo de 2012</p>Un tiempo reservado para mítag:www.creatividadinternacional.com,2012-05-03:3073384:BlogPost:2337232012-05-03T00:22:38.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
<p>- Esto es lo todo lo tuyo, firmá aquí “ricurita”…Así está bien: Hasta pronto… “bomboncito”.<br></br>Con un zumbido ronco se destrabó la vieja cerradura. Tiro del pomo, agacho la cabeza y atravieso la pequeña puerta de metal verde practicada en un ala del portón principal del Establecimiento. Se cerró con un “tranc” rotundo. Está fresco pero sin viento; me subo la cremallera del gabán. Los pantalones me bailan en la cintura. No me animo a mirar el estado de las zapatillas a la luz del día claro…</p>
<p>- Esto es lo todo lo tuyo, firmá aquí “ricurita”…Así está bien: Hasta pronto… “bomboncito”.<br/>Con un zumbido ronco se destrabó la vieja cerradura. Tiro del pomo, agacho la cabeza y atravieso la pequeña puerta de metal verde practicada en un ala del portón principal del Establecimiento. Se cerró con un “tranc” rotundo. Está fresco pero sin viento; me subo la cremallera del gabán. Los pantalones me bailan en la cintura. No me animo a mirar el estado de las zapatillas a la luz del día claro por miedo a ver un dedo salido para afuera. Me ajusto el gorro de lana tras lo cual repaso con la palma de las manos los largos rulos ensortijados que sobresalen de los bordes y se deslizan en desprolijos mechones hacia la nuca. <br/>La mano invisible que todo lo maneja me deposita una vez más en el mundo indiferente que amasa con constancia de estúpido mi miserable arcilla. <br/>Atravieso la vereda adoquinada en dirección al doble arco de adobe y piedra abierto sobre el enrejado perimetral del Penal. <br/>Lo traspongo sin emoción ni esperanza. <br/>Prendo un cigarrillo; le doy una primera calada fuerte y echo una bocanada lánguida por la boca, cosa que se la llevara despacito la brisa no sin antes sentir el suave roce del humo sobre los labios y la nariz. <br/>Miro en torno y confirmo lo que pensaba el día que me comunicaron el indulto: Ningún “pecho amigo” me esperaba… Mucho menos Julia: La “cana larga” equivale a un “adiosito vida mía”. <br/>Tal vez me hubiera recibido la vieja pero murió. Súbitamente le dio un síncope un domingo del año pasado cuando pegaba la vuelta en el ómnibus abarrotado de familiares. Un calor de horno, la angustia incontenible que (seguramente) la invadía domingo a domingo al constatar el estado deplorable de su hijo; en fin… Demasiado sufrimiento para su corazón corajudo, por largo tiempo supliciado. La virgencita del cuadro con la vela seguramente le tiró un cabo. Murió como tal vez lo hubiese querido: en medio de la gente dejada de la mano de Dios, como ella y como yo y como tantos. Lamentablemente no estaban a su lado los tres perros que amaba: “Afecto”,”Consideración” y “Cariño”, verdaderos tigres escandalosos que únicamente ella sabía manejar.<br/>Me había traído la ropa limpia, los consabidos bizcochitos de anís y demás vituallas que como casi siempre, me requisaban los milicos para provecho propio, por mera maldad. Como los palos que recibíamos a cada rato sin ton ni son. <br/>Los milicos… coimeros, hijos de puta al servicio de los narcos y los traficantes de armas. Tengo para mí que el milico “custodio” de la “seguridad carcelaria” tiene un final peor que el que generalmente nos aguarda a nosotros. Mucho peor. Lo meten ahí por inútil o por contar con un prontuario abyecto y rastrero como “guardián de la ley”. Cuando disponen su traslado a la cárcel es porque no saben qué hacer con él. Rematan su vida de pesadilla a precio vil. <br/>”Tenés que alimentarte mejor” – me decía la pobrecita.<br/>El cielo pardo me hace una guiñada de sol. <br/>Tengo que hacer un par de llamadas, beber algo y comer bien; comida-comida y no esa porquería para “tumberos”. <br/>Iba a cruzar la acera cuando una camioneta descangallada pasó a mi lado largando un humo espeso y una puteada no menos densa. Me la merecía: Los reflejos que conservás de la vida abierta los perdés en el encierro. <br/>El que la “palpita” de afuera podría pensar lo contrario pero es así. Ahí adentro es inútil mirar para el costado o eludir una trompada y contestar con un puntapié en el vientre. Es otra cosa lo que se precisa en ese ámbito para enfrentar las sensaciones no percibidas por la conciencia. En reclusión la nervadura fina encallece a fuerza de golpes o el cuchillazo aleve. <br/>Ganas de matarte no te faltan, pero esas cosas, propias de un tarambana, a la larga quedan boqueando como un pez en la orilla. La “cana” te entumece moralmente y el delirio te convence que con esa medida no cambiarás nada. Ni siquiera en lo que te concierne en términos de punto final. En el desvarío dudás que en algún momento, incluso muerto, dejés de padecer. No hay escapatoria y el día se convierte en un interminable lamento callado. <br/>Pero eso dura un tiempo, lo peor está por venir. <br/>Como con la tapa de una empanada quedé envuelto en el vaho homicida que brotaba del caño de escape. Apenas si me cosquilleó un ojo, una minucia para los muertos que deambulan por los caminos del Infierno. Pueden poner ante tu nariz el perfume más exquisito y sólo percibirás el olor a carne podrida que llevás integrado a tu estructura animal. El confinamiento por años en una celda de tres por cuatro es inenarrable. El olor nauseabundo que desprende la miseria corrosiva le obtura la entrada a las sensaciones delicadas. Al cabo, el mismísimo olor a mierda ni te inmuta. Si pisás un sorete de perro te lo desprendés directamente con los dedos y listo: Seguís engullendo el “pancho” como si nada, y con esos mismos dedos te soplás la nariz. <br/>Por ahí los que conocen del asunto dicen que la cárcel es una Universidad para el crimen y no les falta razón. Pero creo yo que lo más trágico del asunto es que el decurso del tiempo, hora a hora, día a día, sin que atinés siquiera a percibirlo como una degeneración silenciosa, te va inyectando la actitud de arrastrar los pies como si los mantuvieras atados con un alambre. A instancias del confinamiento el individuo involuciona al grado de animal inerme. Los hábitos que adquiere, lo que escucha, lo que siente en carne propia y percibe en la extraña, le confiere ciertamente algunas herramientas para defenderse de la hostilidad, para desplumar al “otario” y otras felonías; pero a la postre es un andar a tientas en círculos infinitos. El preso no adelanta nunca. Es posible que lo que la gente llama comúnmente libertad, para él no constituya otra cosa que una burbuja que en cualquier momento explota. Adopta un componente artificioso de agresividad y absurdo coraje que lo obnubila, lo compromete peligrosamente siempre, y lo deposita nuevamente entre rejas más temprano que tarde. Por más humillante y degradante que haya sido su peripecia infantil o juvenil, de su humanidad primigenia no quedará nada, ni cenizas que soplar: La “cana” lo ha reciclado convirtiéndolo en un carroñero. Le afila la musculatura y un alije venenoso y ácido esmerila sus pezuñas. Llegado a cierto punto de canallesca indiferencia ya ni siquiera se reconoce en el infeliz que llevaron ante el Juez a empujones, con las manos esposadas a la espalda. Sólo le altera algún imprevisto grave que prodigue una oportuna oxigenación a sus hábitos de extrema ruindad. Del individuo aquél, tal vez arrepentido, tal vez avergonzado…ni la sombra. <br/>El que logra salir de una “larga cana” como la mía, se caga en la vida, la contempla con la apatía con que un gato desmenuza los restos de la paloma presa entre sus garras. El aire que respira es el carburante “Premium” que alimenta sus particulares “contiendas”. De eso sí aprende mucho el recluso: A regular el aire sucio que le infla los pulmones para elaborar, como los cambios de un auto, el pensamiento, el sueño y, eventualmente, la acción precisa; siempre en torno a un eje básico y superior: Salir de ahí del modo que sea. <br/>El asunto es mantener la calma el mayor tiempo posible y dominar la ansiedad con que deviene el terror de los primeros años. Entretanto… “escabio”, droga y lo que venga para soportar, sin quebrarse, (entrega inútil y estúpida si las hay), la pesadísima mochila de rabia y pus que le acompañará, como la sombra al cuerpo, hasta que tres o cuatro lo depositen en un tubular. <br/>Sin embargo, por más absurdo que parezca, la vida puede más…<br/>Llevo cruzado en bandolera un pequeño bolso donde guardo una camisa con tres botones, un pantalón de otro siglo y un buzo de lana del finado “Cuis”, cuyas mangas apenas cubren las muñecas. Roque me arrimó unos pesos, un poco de “merca” y el teléfono de los contactos. <br/>Miro, en el vidrio de un negocio que vende ropa para mujeres, la muerte-cárcel impresa en los rasgos de la cara: Carne pegada al hueso, cuencas hundidas, profundas cicatrices que cruzan ambas cejas… <br/>Un pibito que pasa al lado mío se toma con fuerza de la mano de la madre. <br/>Me sorprende sentir un cosquilleo en el culo, adormecido de tanta penetración. Defeco imprevistamente y hace tiempo que debo estimular con los dedos y una crema multiuso, muy común entre los presos, los músculos atrofiados que accionan el aro exterior para evitar papelones. Mi culo es un agujero expuesto como una cloaca sin tapa. Me pueden meter el cuello de una botella que ni chisto, pero excretar me resulta un tormento porque puede ocurrir en el momento menos pensado y no puedo evitarlo.<br/>En la cárcel la debilidad de carácter es tu verdadera condena y yo era muy débil cuando me “guardaron”. Te tantean y al poco tiempo si no reaccionás acorde a las circunstancias que te rodean te convierten en la mujer todo servicio. En vos derivan las peores tareas y por supuesto, entre otras, satisfacer la voluntad sexual de tus compañeros de celda. Roque era mi macho oficial. Los que requerían mis servicios le pagaban a Roque como si fuera el cafisho y yo la prostituta a explotar. Y en rigor lo era: Debía usar minifalda, tacos altos y rasurarme las piernas. Ahí adentro hicieron de mí un guiñapo.<br/>”Soledad” o “Solita” me apodaron. Pocas mujeres u varones deben haber bebido más semen que yo. No era ni soy homosexual ni ahí… pero el Poder, dicen los presos, es de quien se impone. Eso es así, afirman con convicción casi todos, desde que el hombre ha hecho uso perverso de su inteligencia y la ambición intrínseca a su personalidad. Por eso el pobre, el desgraciado de pico y pala, entiende enseguida lo que significa la democracia y el imperio de la ley. Al menos en ese contexto siempre existe una posibilidad de defender sus derechos. La democracia no es bobada y el que no aprenda eso y prefiera la milicada no merece vivir. <br/>El “chorro” se aprovecha de las debilidades humanas y la corrupción que mama el “gil” desde la cuna. Pero es otra cosa… <br/>“Yo te veo bien “Soli”.- me dijo el sicólogo del Penal previo la partida. <br/>Aunque ahí se toman muchas previsiones porque ninguno “masca vidrio”, creo que no estoy libre del Sida todavía. Prefiero pensar así y no caer en las ilusiones del turro.<br/>Mientras el cigarrillo se va transformando en pucho, pienso que aún me puedo considerar afortunado: Camino con firmeza y puedo recordar muchas cosas de provecho. Mi cabeza responde. Me alejo pensando en la posibilidad de estar soñando, pero no…no, creo que estoy libre y vivo. Puedo ver el mar a lo lejos. Me acucia la misma e incesante molestia en los riñones. Estoy vivo.<br/>La madre ha tomado al niño en sus brazos y consuela su llanto con suaves caricias en la cabeza. <br/>Escucho dos silbidos agudos desde el distante celdario, los reconozco. <br/>Levanto el brazo en señal de saludo sin mirar atrás. <br/>La “izquierda” está gobernando; evidentemente no carecen de tiempo para pintar muros con idioteces. Hay uno que refiere a una celebérrima frase del “Che” acerca de la ternura… <br/>El “turco” tuvo su merecido por soplón. Pero yo sé que el hermano también hizo lo suyo y tiene mi “mosca”. Vamos a ver…hay tiempo de sobra. <br/>Los bocinazos me ensordecen. Enfilo por una calle lateral con las manos tapándome los oídos. Matar no es bueno pero a veces una encrucijada te embarulla la cabeza. Matar y joder gente…mala cosa. Pero es inútil. Todo está escrito y nadie puede borrarlo. Cuando el destino marca que seas protagonista de determinada historia...no hay vuelta. Ni antes ni después. A veces sos vos o ellos. <br/>El “turco” me embagayó bien de bien y le proporcionó a la “yuta” un inesperado festín. Pero en definitiva el Juez tuvo razón: Yo maté al tipo de la guardia; lo ventajeé, de otro modo el muerto era yo. <br/>El “Liso” sigue libre y me alegro por él. Se hizo humo y no batió nada... <br/>Esos pensamientos rondaban mi cabeza toda vez que aullaba cuando me metían en el culo un falo hasta los huevos, reventándome las entrañas entre las carcajadas de los que esperaban turno. Un milico una vuelta quiso probar a prepo. Le juraron que le matarían a la mujer y la hija. No jodió más.<br/>Julia… la quise mucho, pasamos momentos fantásticos; hoy no sabría qué hacer con ella en la cama. No me imagino comprando aquellas flores que le gustaban. El chocolate almendrado… <br/>La cárcel… amante fiel y agradecida, no te abandona jamás. <br/>La frutilla que corona la torta del infortunio es la cédula de identidad que te entregan al salir. Una tarjetita con tu cara de lechuza cruzada por una franja roja y el sello del Establecimiento. <br/>Macabra gracia de la sociedad que en nombre de las leyes que la regulan aspira a corregirte… <br/>Relajado y sin apuro, en paz transitoria con mis fantasmas, atravieso el pequeño parque urbano de tres hectáreas, implantado perezosamente entre varias vías de tránsito trepidante. Postergo la cerveza y la comida para después. Deseo sentarme por un rato en el primer asiento vacío que encuentre para descansar y respirar aire puro.<br/>Rodeo el tercio de un cantero semioculto por la espesa fronda de un sauce llorón. Allí cerquita hay un banco ocupado por un “pichi” andrajoso. Más lejos veo un banco libre y hacia él dirijo mis pasos. <br/>Me voy acercando al tipo que asoma sus ojos vivaces entre la barba espesa y desalineada que le cubre la cara granulosa. Lleva unas zapatillas “Nike” flamantes. Seguramente las “mechó” de algún lado. A su costado, un atado de ropa o vaya a saber qué, sujeto por las cuatro puntas de una frazada incolora; y un largo bastón, grueso y robusto recostado sobre el otro tramo del banco de madera.<br/>- Recién salidito del horno ¿no?<br/>- ¿Cómo dijiste “chabón”?<br/>- Bueno…es evidente que estuviste “guardado” un largo tiempo. ¿Saliste hoy?<br/>- Este…<br/>- No digás nada, es lo mismo. Me importa un carajo si sos chorro o no. Pero te veo como perdido y me pregunto…cosas. Además tengo ganas de hablar con alguno. Vení, sentate acá al lado mío y convídame con un “faso”. <br/>Accedo al envite del viejo, estimulado por la expectativa de una conversación con un loco diferente. Le acerco la caja y toma uno. Le saca el filtro y se lo pone en la boca. Me sirvo yo también e intento encender el del “pichi”. Se niega.<br/>- Yo no fumo. Nunca lo hice de lo cual me lamento. Me gusta sí tener un cigarrillo entre los labios. El aroma, la textura y el gusto del tabaco al deshacerse en la boca… ¡qué sé yo¡ Me place. Nunca bebí alcohol tampoco. ¿Te gusta el que fabrican los presos con cualquier cosa? <br/>- Y claro…de otra forma es imposible…<br/>- Imposible ¿qué?<br/>- Claro, es imposible sobrevivir ahí sin tomar alcohol aunque sea veneno puro.<br/>- Mirá vos. Así que es imposible vivir ahí sin tomar y emborracharse al mango ¿no?<br/>- Si, si. Es así.<br/>- Le dan “de punta” a la droga también ¿no?<br/>- Y claro. Te “colocás” y es un alivio.<br/>- ¿Cómo la conseguís? Digo…<br/>- Sobre ese tema no hablo nunca con nadie y menos con un viejo de mierda…<br/>- Te entiendo. Otra pregunta y discúlpame la franqueza: ¿Eras “mina” de alguno? <br/>- Esas son cosas mías y andate a cagar “pichi” asqueroso. Me levanté con furia y le pegué una patada al bastón.<br/>- Tenés razón en enojarte - dijo, mientras le daba la espalda y me alejaba bufando. Soy de lo peor. Cuando pensás que vos y tu madre fueron abandonados por la mano de Dios es así. Fijate que dejé morir a mi hijo al santo pedo, crucificado en una cruz. Estaba mirando azorado aquella carnicería pero entré a bostezar y me quedé dormido. Si seré jodido…<br/>Volteé la mirada y sobre el banco quedaba tan solo una ligera niebla que un viento arrachado despejó al instante.</p>
<p>LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br/>Abril de 2012<br/>Derechos reservados.</p>SOL DE MEDIANOCHEtag:www.creatividadinternacional.com,2011-11-04:3073384:BlogPost:1730072011-11-04T01:29:06.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
Las últimas horas de la tarde resbalan perezosamente abombadas por el agresivo empuje de la luz crepuscular y el vaho de la tierra caliente. La procelosa quietud de páramo que envuelve el solitario caserío y la presencia amenazante de densos nubarrones que van cubriendo el cielo con penachos de amatista y sílice, sugiere una noche interminablemente gélida y tal vez lluviosa.<br />
La luna del creciente, pálida y distante se eleva sigilosamente por detrás del adusto campanario incesantemente sometido…
Las últimas horas de la tarde resbalan perezosamente abombadas por el agresivo empuje de la luz crepuscular y el vaho de la tierra caliente. La procelosa quietud de páramo que envuelve el solitario caserío y la presencia amenazante de densos nubarrones que van cubriendo el cielo con penachos de amatista y sílice, sugiere una noche interminablemente gélida y tal vez lluviosa.<br />
La luna del creciente, pálida y distante se eleva sigilosamente por detrás del adusto campanario incesantemente sometido al bronco repujado del viento de la sabana, el interminable diálogo del sol con la sequía y el tiempo transcurrido desde que el curita del pueblo, cansado de arrastrar su pecado, le echó tranca al templo recientitamente construido y se fue sacudiendo la cabeza con el pensamiento puesto en Jeremías:” Tú has corrompido la tierra con tu perfidia y tu iniquidad”.<br />
Un andrajoso centenario - así ya era considerado siglos ha - leyenda de memorias exaltadas - acostumbraba, al pie de la iglesia y en el entorno de esas horas náufragas, recrear con gestos de palurdo y lacrimosa recriminación, la crónica de aquellos ocho individuos que estimulados por razones misteriosas, pistola al cinto, ojos en sombras y un odio jamás conocido, protagonizaron la brutal matanza (iniquidad aceptada incomprensiblemente por la voluntad del Supremo) de aquel montoncito de corazones cándidos que habitaba el pueblo de Nuncamás.<br />
Previo su taciturno discurso no había día en que no hubiese de arreglar pacientemente los maltratados papeles (con las crónicas, dícese apócrifas, del luctuoso suceso), esparcidos aquí y allá por las rachas de rastrojos embarullados que cruzaban la acera pedregosa y polvorienta en dirección al desierto.<br />
Frente a la puerta desgonzada de la mancebía, de espaldas al anciano y paradas en formación estoica como pingüinos en vigilia ancestral, una aterida congregación de huesudas meretrices no desviaba la vista del poniente, convocadas por la esperanza cuando la ilusión toma cuerpo de certeza inútil. Inmóviles como cariátides de tiza y sal esgrimían el puño cerrado con gesto de férrea determinación. Habían estado pudriéndose ahí – no sus raíces que se tocaban en la profundidad de la tierra - vaya uno a saber desde cuándo, como espíritus que han tomado un cuerpo ajeno al cosmos, heroínas de su propia odisea; signo perdido cuya significación se ignorase de ex profeso.<br />
Un aspecto consolador en el caos del tiempo, se especula por quienes consideran imperiosamente honorable enfrentar la bandera a las balas.<br />
Echada sobre babor, una barca larga, estrecha y de escaso calado, asediada impunemente por gusanos y murciélagos, revelaba con estridente evidencia la existencia de un arroyo caudaloso que por esos lares discurrió alguna vez, entre remolinos y churretes de sangre inocente bajo el atractivo de lo pasado y la sugestión de un mundo despreocupado.<br />
El anciano bajó la vista. A pocos metros del miserable estrado un alacrán se arrastraba penosamente entre los pedruscos.<br />
Concientemente estimularon su memoria ciertos acontecimientos pretéritos. Maldijo con convicción, escupió lejos y extendió el brazo. “Con palabras no se forma más que un castillo de arena. La verdad es sólo una verdad a medias cuando no la clavetea la sinrazón.”<br />
El animalito, fiel a su instinto le hincó el gancho infalible inoculándole la ponzoña que le devolvería al menos los espectros de quienes no habían podido pronunciar la oración de salvación que alejaría de una vez y para siempre, la mentira que dominaba el mundo e impedía se reconociesen los hermanos en la cerrazón del oscurantismo.<br />
De intento el paisaje se tensó. Alguien con un banderín solferino señaló con ostentación el lugar exacto donde se hallaban enterrados los huesos del más pérfido de los ocho, aquél predestinado a la daga de un cobarde.<br />
El director ordenó bajar las persianas tiznadas por el céfiro negro.<br />
De sus ojos brotaba inquietud; del megáfono órdenes precisas.<br />
Era su creación suprema, su poesía de verdades estimulantes, su fidelidad a las ideas, gesta de creyentes apasionados…<br />
¡Cooooorten¡<br />
<br />
LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br />
Octubre de 2011<br />
Derechos reservados.TESTIGO EL TIEMPOtag:www.creatividadinternacional.com,2011-10-14:3073384:BlogPost:1664922011-10-14T12:55:09.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
- ¡Gracias, gracias¡ No… así estoy bien. Tendré que acostumbrarme. Gracias Perla…Beatriz. Gracias mil. Chau. No, no…claro que lo sé. Las llamo…chau, chau.<br />
Retribuye el último saludo solidario aleteando la mano. Cierra la puerta de calle con alivio.<br />
La abate el proverbial cansancio de las plúmbeas horas de vigilia en torno al cuerpo de un difunto, y las no menos sobrecargadas muestras de afecto compungido de los familiares, amigos y allegados, sin merma hasta el instante final de la…
- ¡Gracias, gracias¡ No… así estoy bien. Tendré que acostumbrarme. Gracias Perla…Beatriz. Gracias mil. Chau. No, no…claro que lo sé. Las llamo…chau, chau.<br />
Retribuye el último saludo solidario aleteando la mano. Cierra la puerta de calle con alivio.<br />
La abate el proverbial cansancio de las plúmbeas horas de vigilia en torno al cuerpo de un difunto, y las no menos sobrecargadas muestras de afecto compungido de los familiares, amigos y allegados, sin merma hasta el instante final de la inhumación.<br />
Fruto del tedio, la angustia y el agobio tentacular le cuesta respirar y pensar con naturalidad. Los bolsones negros que se insinúan en los párpados dilatados atestiguan con elocuencia su actual estado de ánimo.<br />
“Por fin sola… por fin”<br />
“Sola”.<br />
Deposita los bolsos en el piso. Se desploma sobre una silla apoyando un brazo lánguidamente sobre el borde superior del respaldo; cruza una pierna e inclina la abatida cabeza como aguardando la explicación prometida.<br />
Se huele la axila con repugnancia. Desabrocha cuidadosamente una sandalia y luego la otra. “¡Qué alivio¡”<br />
Chancleteando se dirige hacia el refrigerador por una cerveza. La destapa e ingiere por el pico varios tragos largos. Extrae del gabán un par de pañuelos arrugados, los arroja con indiferencia en el depósito de la lavadora.<br />
Observa que hay ropa suficiente para una nueva tirada. Va en procura del polvo de jabón. El aroma a lavanda le trae reminiscencias de diversos tiempos que convergen en una aventura.<br />
Deprime un par de botones y las piezas del aparato comienzan su trepidar rutinario. Entre lágrimas secas escancia otro trago.<br />
Bruscamente algo se ha corrido de lugar dentro del pecho.<br />
Se hace la noche rápidamente. El gato yace dormido sobre la cola recogida. Una suave melodía hace que desvíe sus ojos hacia el viejo reloj de pared.<br />
Recordando algo encaminó sus pasos hacia los bolsos. Con inquietud revolvió hasta hallar lo que buscaba. Colocó el reloj pulsera sobre la mesa del teléfono y se calzó el anillo en el anular no sin antes verificar lo que ya sabía: El “Clara a José 18.9.1992” grabado en el reverso. Adelantó la mano para observar con detención el dedo doblemente ensortijado. Arrojó aliento sobre las piezas y las frotó en la pollera de tela áspera, luego se las quitó y guardó sin mostrar interés en un pequeño cajoncito.<br />
“Sola”<br />
Suena el teléfono. No lo atendería, así repicase por horas. Muchos la han “acompañado al sentimiento” y la cosa se ha tornado de nunca acabar. “La admirable disciplina social respecto al culto de los muertos y la fraternidad pegajosa en relación a los deudos es sencillamente mortificante”, se justificó.<br />
Consultó el celular constatando la abrumadora acumulación de mensajes.<br />
“Me haré un sándwich…esa espantosa comida de sanatorio, ajjjj.”<br />
En la cocina, con dos o tres elementos manufacturó un par. Los engulló con hambre atrasada. Masticaba enérgicamente al tiempo que observaba con avidez de niño ansioso la huella de los dientes en el pan. Relame la mayonesa pringada entre los dedos.<br />
“Pobre José…murió sin conocerme”<br />
Ensayo una ironía:” Viuda insatisfecha se ofrece”.<br />
Un trozo de huevo duro se desprendió del emparedado depositándose grotescamente entre los senos maduros. Con la punta de dos dedos se lo llevó a la boca; lengüeteó por varios segundos sobre ambos nudillos.<br />
Con el apetito satisfecho se sentó sobre uno de los sillones del living estirando todo lo que pudo las piernas abiertas en tijera.<br />
Cruzó los brazos mirando con fascinación la pecera iluminada.”¡La comida de los bichos¡ Pegó un brinco. Volcó en el agua una porción abundante de polvillo blanco y ajustó el aparatejo renovador del oxígeno.<br />
Volvió a su lugar recogiendo las piernas sobre el asiento mullido. Sentía una incomodidad a nivel de pantorrillas y los ojos le ardían intensamente.<br />
“Pobre José…yo deseándolo sobre mí todo el día como una hembra que se precie y él, cuidadoso celador de la imagen de su señora, apenas empastado de furor sexual respetuoso, una o dos noches a la semana me hacía el amor de eterno principiante. La dama que colmó sus sueños de padre de familia se ha quedado sola, notoriamente ajada y descartable en el casillero de los cincuenta; y él…pobre José, ni padre, ni amante, ni nada. Tuvo que morir para exaltar la vida silenciosa, viva y pura…obscena y marrullera que me aguarda sin prisa”.<br />
Sintió el peso del silencio y aquella voz que desde algún espacio cósmico le advertía…” que iba a realizar las compras al supermercado y que si precisaba algo, que si compraba chocolate como todos los viernes; que si tenía que cambiar billetes grandes; que hacía mucho frío, y que esta noche se acostaría con la bolsa de agua caliente; y que parece que los del sindicato andan otra vez en líos…los comunistas, claro; que le gustaría tener un perro para sacarlo a pasear, que la notaba más pálida que de costumbre y que “alguno” llamó y le cortó, y que eso es de todos los días y cuando atendés vos hablan y te vas para el dormitorio, y que me parece que eso no está bien, y que bueno, que cada cual tiene su vida propia y que uno no es quien para juzgar a la gente, y que creo en tu honradez como lo hice toda la vida, y que me voy a apurar porque ya salen los pibes de la escuela y me gusta verlos corretear por la vereda…”<br />
Debía agradecer a la Providencia este milagroso favor. Los perros volverían a llamarse perros y los ravioles, ravioles. Redactaría cartas de amor y el espacio no sería suficiente para abarcar la ansiada gloria de acabar con estos años vividos en su compañía, penosamente aplicados a ejecutar un rito contra natura.<br />
Atravesó la estancia y subió por la escalera hasta el primer piso. El goteo de la canilla de la pileta del baño no cesaba. Se echó de bruces sobre la cama e intentó dormir…”Nunca usé condón y no sé como ponérmelo, ¡la pucha¡ …otra vez nos quedamos sin yerba para el mate. Quién te peinó así ¿el enemigo? Que me venís con la política, lo único que me interesa es el fóbal y no me jodas con ese asunto del teatro. No se me paró…mala suerte, para otra vez será, dejame dormir. Salí de encima mío, hoy trabajé como un burro y no tengo ganas de nada…soltá eso. Soltá te digo…que me lo vas a arrancar y después ¿con qué meo? No tenemos hijos ¿y qué?...el gato es buena compañia. Te aviso que me he dado cuenta que me estás tomando el vino. Mejor fuera que te pusieras a trabajar…<br />
“Sola”<br />
<br />
LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br />
Octubre de 2011<br />
Derechos reservados.NECESIDADtag:www.creatividadinternacional.com,2011-09-25:3073384:BlogPost:1616072011-09-25T15:33:50.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
Cuando la prosaica espina<br />
se te clave en la garganta<br />
o hayas tragado el anzuelo<br />
que del amor la calumnia<br />
pueda borrar la ilusión.<br />
<br />
Cuando los necios murmuren<br />
“que de esto y que lo otro”<br />
“que es una buena chica,<br />
pero que tiene… sus cosas”.<br />
Y la mires de otro modo,<br />
endilgándole tus taras<br />
de macho código doce…<br />
(Producto de exportación).<br />
<br />
Cuando con quejumbre austera<br />
hagas acto de conciencia,<br />
y compruebes que la quieres<br />
por sobre todas las cosas,<br />
pese a las dudas…muchas<br />
“Que no es amor sino…
Cuando la prosaica espina<br />
se te clave en la garganta<br />
o hayas tragado el anzuelo<br />
que del amor la calumnia<br />
pueda borrar la ilusión.<br />
<br />
Cuando los necios murmuren<br />
“que de esto y que lo otro”<br />
“que es una buena chica,<br />
pero que tiene… sus cosas”.<br />
Y la mires de otro modo,<br />
endilgándole tus taras<br />
de macho código doce…<br />
(Producto de exportación).<br />
<br />
Cuando con quejumbre austera<br />
hagas acto de conciencia,<br />
y compruebes que la quieres<br />
por sobre todas las cosas,<br />
pese a las dudas…muchas<br />
“Que no es amor sino instinto”<br />
“Que la vida es una sola”<br />
“Que hay que elegir con cuidado”<br />
… con tufo de canallada.<br />
<br />
Cuando tal cosa acontezca…<br />
puede que a pesar tuyo<br />
se fortalezca tu fe.<br />
Que te sientas aliviado,<br />
por no ser quien crees ser<br />
Que las piernas no huyan solas;<br />
cuando los esfínteres vuelan<br />
al menor desasosiego.<br />
Que entre tanta incertidumbre<br />
vuelvas a venerar la vida<br />
y que de la franqueza, el lustre,<br />
te libre de tribulaciones,<br />
o un basural de emociones<br />
<br />
Cuando ese orgullo enfatuado<br />
apague su sonoridad,<br />
y un proceloso silencio<br />
ordene tus pensamientos<br />
en murmullos de oración,<br />
rumiarás mucho más claro<br />
qué cosa es el sentimiento.<br />
Dejarás las letanías,<br />
insonoras como el tiempo.<br />
Comprobarás que la noche<br />
maneja sus propios juicios<br />
como el día sus decisiones.<br />
Y aunque los pecados duelan<br />
se salvarán tus ensueños,<br />
y sin rastros de arrogancia<br />
hallarás tu redención.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br />
Derechos reservados<br />
Setiembre 2011ALUMBRAMIENTOtag:www.creatividadinternacional.com,2011-09-09:3073384:BlogPost:1537342011-09-09T14:26:47.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
Tras asomarse a la mirilla accionó con presteza la llave en el tambor, giró el pomo y entornó la puerta unos pocos centímetros.<br />
Con un mohín de excusable maldad meneó la cadera y se dirigió al otro extremo de la estancia con la finalidad de prender un par de lámparas indirectas.<br />
En un pequeño caldero de cobre, dispuesto sobre un mechero de radiación azul se consumían minúsculas lágrimas de resina aromática cuyas volutas imperceptibles impregnaban el ambiente de un aroma acogedor y…
Tras asomarse a la mirilla accionó con presteza la llave en el tambor, giró el pomo y entornó la puerta unos pocos centímetros.<br />
Con un mohín de excusable maldad meneó la cadera y se dirigió al otro extremo de la estancia con la finalidad de prender un par de lámparas indirectas.<br />
En un pequeño caldero de cobre, dispuesto sobre un mechero de radiación azul se consumían minúsculas lágrimas de resina aromática cuyas volutas imperceptibles impregnaban el ambiente de un aroma acogedor y afectivo.<br />
Temió por un instante haberse excedido en el desplante. Pero no: “La paciencia tiene un límite”.<br />
La visita libró el acceso empujando brevemente la puerta con dos dedos; apoyó un hombro en el marco de roble cruzando ambos brazos y una pierna con aire sofisticado.<br />
- ¿Sigo siendo de buen recibo en esta casa?...<br />
Una voz distante susurró con estudiada amabilidad:<br />
- Hace ocho días y tres horas que no nos vemos. Sin volverse introdujo suavemente la mano en un mazo de flores blancas ajustando la posición del florero.<br />
Recompuso la figura y expectante, se encaminó una distancia breve hasta depositar la chaqueta en una silla cercana y la cartera en el asiento.<br />
- ¿Y a qué viene esa ansiosa puntualidad?<br />
- No seas cursi…es que en tu defecto y entre otras molestias manejo instrumentos de consuelo ciertamente fatigosos. Angostó el entrecejo.<br />
- Te avisé que podría ocupar más de tres días en ese viaje. A veces las cosas se complican un poco y bueno…<br />
- Supongo que al menos vendrás con los tanques llenos de amor, supongo… Se besan en ambas mejillas con cordialidad de montaje.<br />
- No dramatices y escucha esto que puede interesarte como preámbulo de nuestro ansiado reencuentro. Le puso las manos en los hombros. Estoy deseoso de compartirlo contigo pues me abrió un flanco que creo yo… nos concierne.<br />
Se clavaron la mirada.<br />
- Deseo como pocas veces brevedad…imagínate en qué estado me encuentro. Ya me conoces. Larga...<br />
- Mientras regresaba, leí en el avión una frase que ocupó mi atención por su simpleza esencial, algo así como que…“Un individuo se siente feliz cuando hay un equilibrio entre sus necesidades y sus posesiones, la cuestión está en cómo lograr ese equilibrio”.<br />
- Eres narcisista, te lo he dicho muchas veces. Sufres de tanto en tanto un lumbago metafísico que temes altere la estabilidad de tu pedestal. Hazme el bien: Déjate de tonteras y recuperemos el tiempo perdido. Por otra parte considero ese asunto una reverenda sandez. Entre otras cosas la tal afirmación no incorpora a la ecuación la fatalidad o el azar. Tampoco la ambición y la curiosidad intrínseca al “homo erectus” que tanto tú como yo representamos frecuentemente en tonos melodramáticos... ¡Hale¡ vuelve a tu quesito…ratón de mi vida .El “ratón” se acerca a un cuadro colgado de la pared con intención de apreciarlo con atención profesional. Sin volver la cara le contesta<br />
- ¿No consideras que haya algo en nuestra relación que hemos perdido…? Algo, digo, respecto a aquellos proyectos nuestros…no sé. El fuego sagrado…<br />
- Así que ese es el motivo de tu demora. Te has pasado mirando el cuenco buscándole el pelo a la leche. “El fuego sagrado” ¿mira tú?, conque esas teníamos. Pues bien: Te propongo ir en su búsqueda pero deja que yo mismo tome el mando de las operaciones. Supongo que llevas puestas las zapatillas de siempre y no te has bañado ni friccionado con ese desodorante repulsivo que usas, por lo menos en dos días…<br />
Se vuelve.<br />
- Sé de tus preferencias. Mira… al fin de cuentas tienes razón: No vamos a estropear una noche de las nuestras revoloteando sobre especies existencialistas. Estoy dispuesto a firmar una confesión de buena fe respecto a mis verdaderas intenciones hacia ti hoy día.<br />
Ríen abiertamente. La visita descuelga la chaqueta y la toma con dos dedos a modo de capa taurina, la agita: ¡EA, ea ¡ Planea una verónica sobre el borde de una costosa mayólica que ni por esto se estrella contra el piso. Una mirada de paciente comprensión se posa sobre el semblante del redivivo Manolete.<br />
Payasín…<br />
Con los ojos encendidos por la ansiedad salvan la corta distancia que los separa hamacándose a paso felino. Se abrazan estrechamente hasta ser uno; estrujan y disforman los labios en oleadas de carne una y otra vez mortificada por el deseo exacerbado. Las lenguas se enroscan cual dos lagartos exorbitados por el acoplamiento.<br />
Sin dejar de besarse desgarran literalmente todo cuanto pueda ocultar la piel codiciada. Saltan de sus ojales los gemelos y los botones, vuelan por los aires impulsados por la ciega ofuscación. Las uñas implacables recorren las carnes húmedas, las mandíbulas se hincan una y otra vez ahogando en la lujuria incontenible la tensión de la larga espera. El anfitrión se aferra al borde elasticado del pantalón de su amante y de un tirón lo baja hasta el piso, incluido el boxer maloliente. La sangre les tiñe los carrillos y el borde de los dientes como una lámina aterradora… Lambetazos de saliva roja cubren rápidamente las frentes y los cuellos. Ambos revuelven el sexo y las zonas lúbricas del otro con ardorosa vehemencia representando un lance ancestral de estricta sobrevivencia.<br />
El recién llegado se impone salvajemente. Su sexo, rígido y tenso llena la boca trémula de su otra mitad, en tanto le sujeta ferozmente el cabello rizado como a una crin indómita. De improviso lo iza sin conmiseración y hace que aquella boca desgarrada por la pasión comparta la deyección en su propia boca. Ambas lenguas vuelven a encontrarse y disputarse el inapreciable producto del éxtasis, sellando al fin con sus labios un gemido estremecedor.<br />
Resuellan complacencia. La mirada que se dirigen adquiere la agresividad del amor que los une.<br />
- Por lo que veo no sigues consumiéndote en devaneos estériles…<br />
- Ten calma. Reflexiona acerca de tus posesiones y necesidades, las fatigas fortalecerán tu fe.<br />
- De seguir así perderé algo más que el equilibrio contigo…<br />
<br />
<br />
LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br />
Derechos reservados<br />
Setiembre 2011DIARIOtag:www.creatividadinternacional.com,2011-08-21:3073384:BlogPost:1391792011-08-21T01:13:28.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
Enero 3, 12:30. Medio metro de nieve. Los copos interminables son una prueba de fuego para la paciencia. Parece que todo se extinguiese, que nada fuese redimible.<br />
Sobrevivimos inmersos en la atmósfera lóbrega de una guerra cada vez menos lejana, cuanto que más funesta, sometidos a un día a día de estrecheces sin cuento. Es imposible vislumbrar aún el final de esta demencial aventura no obstante, cuánto recelo me provocan las cada vez más frecuentes incursiones del enemigo en nuestro espacio.…
Enero 3, 12:30. Medio metro de nieve. Los copos interminables son una prueba de fuego para la paciencia. Parece que todo se extinguiese, que nada fuese redimible.<br />
Sobrevivimos inmersos en la atmósfera lóbrega de una guerra cada vez menos lejana, cuanto que más funesta, sometidos a un día a día de estrecheces sin cuento. Es imposible vislumbrar aún el final de esta demencial aventura no obstante, cuánto recelo me provocan las cada vez más frecuentes incursiones del enemigo en nuestro espacio. Esquiva y retraída conduzco mis “pautas” sociales entre gentilezas acartonadas y vacuidades de mercado. Los escasos hombres, vejetes de agarre agresivo - e ideas “impropias” - me miran sin interés o en algún caso con afanosa lascivia. Ellas en tanto, pandorgas embuchadas de papa hervida, sinuosamente voluptas de torrentosa arrogancia, cuidan de sus maridos como un perro de su hueso. Los solteros, como una hipótesis descartada sólo atinan, sin gracia ni destino, a un deambular alcoholizante por rincones y callejuelas infectos de corrupción. Esta impotencia ante un mundo dominado por fuerzas inconcebibles y primitivas acosa mi razón y me provoca horror. No soy sofisticada, ni linda ni atractiva pero desearía afirmar mi vida aislada, deslumbrarme con los matices, sumergirme en paisajes bellos. Bañarme… ¡oh¡ quimera.<br />
Mimo, en horas de la tarde se devoró un gorrioncillo congelado. Ha comido más que yo seguramente.<br />
<br />
Enero 14. 23:56. Nos hemos convertido en una gran mancha blanca. No hacemos sombra. Largas colas para proveernos de sal, aceite, arroz. Todo está racionado por los señores de la guerra. Los coches que circulan por las calles son prácticamente los mismos: Oficiales con los soldados en el pescante y su estruendosa custodia de motoristas armados hasta los dientes..<br />
Hoy me amonestaron severamente. Soy motivo de vergüenza para mi esquelética familia. En horas de la noche, en que debería dormir para recuperar fuerzas, me permito escribir cuentos y esbozar proyectos literarios que palpitan en mi cabeza embrollada. Me levanto agotada: grave pecado en estos tiempos. Anna descubrió algunos manuscritos y (la tonta) dio la alarma... Excepto tú y mis libros todo se ha constituido para mí en un páramo desestimulante.<br />
<br />
Enero 21. 06:10 El frío es insoportable y escasea el carbón.<br />
Ayer Borja me llevó a los fondos de su negocio, llenó la habitual bolsa de carbonilla y me la mostró al tiempo que posaba descaradamente una mano en sus zonas... Intente correr pero me impidió todo escape cerrándome el paso con su corpachón de caballo. Me amenazó con que me cortaría los suministros. No tuve opción. Me tapó la boca y me volcó entre los cascotes oscuros. Odio a los hombres más que nunca, los odio, malditos, insensibles, desgraciados asquerosos…<br />
<br />
Enero 23. 23:56. Los fatigosos y rutinarios deberes domésticos son prioritarios: “Vamos haragana… alimenta esa lumbre; pela las chauchas de una buena vez que pronto llegarán tu padre y tu baldado hermano, descalabrados de tuercas ajustar y bombas sellar para mayor gloria de nuestro “amado” Führer. Bien sabes que seremos objeto de rezongo si la comida no está lista. Limpia el excusado con más cuidado, so holgazana; cámbiale los pañales a los mellizos y sécalos cuidadosamente antes de hacerlo ¿has entendido?... Es-cri-to-ra, habrase visto.”<br />
Mi vida intelectual cuenta no más que para mí. Vivo en una prisión pero mis personajes vuelan y se escapan. Llevan en sus vientos el ignoto destinatario de mi amor.<br />
<br />
Enero 26. 01:13 Odio la luz del día, me duele mucho defecar, sangro. Trato de sobrellevar todo con buen ánimo. Mamá reza constantemente. Creo que de seguir así perderá la razón. Con un pretexto bien elaborado (a cambio de otra obligación) no he vuelto al maldito dispensador…<br />
<br />
Enero 28.08:25.Hoy el sol calienta tímidamente.<br />
He escuchado por ahí que estamos retrocediendo, que algo así como que la “campaña del Oeste” ha sido un fiasco. Los chicos enrolados que vivían en las manzanas próximas no han vuelto. Recuerdo sus marchas triunfales, con su propio demonio dibujado en aquellas caras lampiñas e impasibles. Ayer he visto un crucifijo enorme cabeza abajo y una campana centenaria desplomada sobre un pobre burro de tiro. No hay nada misterioso en la vida, sí lo hay en lo inexplicablemente estremecedor.<br />
<br />
Enero 31. 11:16. Llueve y nieva, nieva y llueve.<br />
Noche y día, gris y negro. Negro y gris Le tengo miedo a las estrellas, su frialdad acentúa el espasmo bronquial. Hago fiebre y tirito intermitentemente. Falta agua fresca. He notado en el Mercado movimientos furtivos de hombres y mujeres. Todo se compra, todo se vende. El hambre…<br />
<br />
Febrero 3. 20:10 ¡¡ Nos están bombardeando ¡¡ El pavor me impide sostener la pluma.<br />
Esas sirenas…Felizmente alcanzamos el refugio. En la atropellada fueron aplastadas varias personas. No hemos convertido en animales. Sólo nos rige el instinto.<br />
<br />
Marzo l8. Hace varios días que prácticamente no salimos del bunker. La familia se ha disgregado y si bien me doblega la pena son más fuertes los automatismos que estimulan mi deseo de vivir y superar la tristeza paralizante. Prácticamente no se puede salir a la calle. Nos bombardearon por tercera vez en el día. Mimo ha desaparecido como todo lo no humano que puede consumirse. He visto un individuo enjuto, hecho ascuas, royendo con fruición salvaje un hueso grande, grande. Escuché también tristes notas provenientes de un violín ejecutado por un hombre apoyado sobre una pared semi derruida; miraba hacia el infinito con la muerte en las pupilas.<br />
<br />
Marzo 30. El sol se deja arrullar por las nubes grises y desaparece cobardemente.<br />
Nuestra casa, nuestra manzana se han convertido en un montón de escombros. Estoy aún viva por pura casualidad. Mamá, consumida por la desesperación, (tengo entendido) desapareció con los mellizos y Anna, la pobrecita tal vez se encuentre por ahí, sometida a la rabiosa intemperie de ganarse la vida... He perdido contacto con todos. No sé nada de papá y Franz. La fábrica fue alcanzada y hecha polvillo. El olor en el refugio es insoportable. Presencié en él el alumbramiento de una niña. La madre sufrió mucho en la espantosa puja. Traer un niño al mundo hoy por hoy es una procacidad.<br />
<br />
Abril 17 (creo) Perecer por hambre o bajo fuego de munición son las opciones más frecuentes para quien no tome precauciones y se exponga. Los aviones a baja altura vuelan en bandada como los mosquitos y cubren con su sombra la luz del sol. Los infelices que quedan a la aventura son barridos por la metralla. Nuestras necesidades las hacemos donde nos encontremos en ese momento, intentar otra cosa es perder espacio y eventualmente la vida. Con el tronar incesante de las bombas el ambiente se puebla de gritos, quejas y llantos. Lo poco que la gente trae para consumo personal es objeto de abusos y maltrato. Nos comportamos como animales, lobos impiadosos, implacables.<br />
En determinado momento una mujer joven, entre empujones y codazos se abrió paso en busca de un espacio para sentarse. Lo hizo al lado mío. Tocada con un vistoso pañuelo sobre la cabeza no tendría dos o tres años más que yo. Rostro oval, boca roja de brillos acaramelados me sonreía constantemente con un pícaro dejo de desvergüenza. Había introducido algunas habas en el amplio espacio del bolsillo delantero del delantal. “Me llamo Ethel”, dijo. Me ofreció compartir su comida con una sonrisa maliciosa. Sus pechos eran voluminosos y firmes. No entendí enseguida el motivo de mi perturbación. Acercó un haba a mi boca introduciendo, además del alimento, parte de los dedos que acaricié suavemente con mi lengua. Dejó de lado su quehacer alimenticio deslizando por debajo de mi pollera sus manos rudas y cuarteadas. Mi sexo se estremeció y la besé apasionadamente.<br />
<br />
Abril 30. Algunos almendros han florecido entre la muerte y la destrucción. Yo también lo he hecho de algún modo y he tomado habida cuenta de aquel deleite desconocido y la alegría que creí perdida y que me he propuesto disfrutar mientras perdure.<br />
<br />
Mayo 21. 01:35 a.m.<br />
El Ejército Rojo ha irrumpido antes que ninguno en la ciudad desmembrada, finalmente defendida por niños. Hincaron su roja bandera de triunfo en lo más alto de las ruinas del edificio del Correo. Se cuentan cosas espantosas acerca de su comportamiento con las mujeres. En la precaria construcción del inquilinato en la que vivo con Ethel las ventanas golpean con fuerza en los contrafuertes. He terminado como he podido un relato largo que habla de la magia de la naturaleza, insectos, peces, paisajes y el amor furtivo, huidizo y solapado.<br />
La ciudad va retomando lentamente su ritmo. Oigo taconazos cerca, barullo de borrachos. Disparos al aire. Los soldados con su uniforme inconfundible derriban la puerta a culatazos…Ha llegado mi<br />
<br />
LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br />
Derechos reservados<br />
Agosto de 2011DICHA POSIBLEtag:www.creatividadinternacional.com,2011-07-17:3073384:BlogPost:1139872011-07-17T21:17:17.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
Si mi opaca soledad<br />
modulase en semitonos,<br />
de tu amor, candidez suma.<br />
Si entre dilemas dudase<br />
de mi cursi fantasía,<br />
y otra cosa más no fuera<br />
que tibio sol de utopías.<br />
O cruces de pasión malsana<br />
el pensar que fuiste mía…<br />
<br />
Despejaría la trama<br />
de tus pestañas umbrosas,<br />
frágil pétalo de orquídea.<br />
Mordería pesadillas,<br />
de bicéfalos y horcas.<br />
Soportaría el mal sueño<br />
que con vino no se borra.<br />
Purgaría el beso helado<br />
que no quema ni enamora.<br />
Sometería los vientos<br />
que lamen las ilusiones,<br />
a tus ojeras de…
Si mi opaca soledad<br />
modulase en semitonos,<br />
de tu amor, candidez suma.<br />
Si entre dilemas dudase<br />
de mi cursi fantasía,<br />
y otra cosa más no fuera<br />
que tibio sol de utopías.<br />
O cruces de pasión malsana<br />
el pensar que fuiste mía…<br />
<br />
Despejaría la trama<br />
de tus pestañas umbrosas,<br />
frágil pétalo de orquídea.<br />
Mordería pesadillas,<br />
de bicéfalos y horcas.<br />
Soportaría el mal sueño<br />
que con vino no se borra.<br />
Purgaría el beso helado<br />
que no quema ni enamora.<br />
Sometería los vientos<br />
que lamen las ilusiones,<br />
a tus ojeras de cera<br />
ángel de risa sombría<br />
enmarcado de amapolas.<br />
<br />
Encendería con ansias,<br />
el tornasol apagado<br />
de tus ojos gruta gris,<br />
perdidos en el remanso<br />
de tus ojeras morenas.<br />
Milagro de vientre madre<br />
ardiente valle de esencias.<br />
Miel, almíbar, fruta fresca<br />
Tañido de mil campanas<br />
que celebran la presencia<br />
del rodar de los arados<br />
sobre los campos en siembra.<br />
<br />
¡Ay¡ almita acongojada,<br />
tejes y destejes culpas<br />
con el destino y la nada.<br />
Me preguntas sin respuesta:<br />
¿Qué ha sido del torbellino?<br />
Coral de su falda, el ruedo,<br />
despreocupado y bravío.<br />
¿Qué? la perla de sus manos<br />
acariciando mi pecho?<br />
Hurgando entre mis rincones.<br />
Lava ardiente, hierro blanco,<br />
falodaga que colmaba<br />
tu exasperante extravío.<br />
Quimeras… palabras huecas<br />
palpitan en mis sentidos.<br />
Sólo una respuesta, una,<br />
que explique aquel desatino.<br />
Las fábulas han pasado<br />
como las ondas del río.<br />
Tuyo de ti a mi manera.<br />
te busco entre las tinieblas<br />
para estrecharte de nuevo<br />
por tu cintura de olivo.<br />
.<br />
<br />
<br />
.<br />
<br />
<br />
<br />
LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br />
Derechos reservados<br />
Julio 2011VOCES Y SUSURROStag:www.creatividadinternacional.com,2011-06-28:3073384:BlogPost:979132011-06-28T21:05:35.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo<br />
<br />
“Cuando todo lo que es posible se ha hecho,<br />
cuando talento, habilidad, maestría y tesón<br />
se funden en una acción, en una praxis.<br />
Cuando todo eso no sirve para cambiar nada,<br />
entonces entran ganas de tumbarse boca<br />
abajo sobre la nada, en la nada. Desaparecer<br />
lentamente, dejar pasar los minutos, hundirse<br />
en ellos como si fueran arenas movedizas.<br />
Dejar de hacer todo y tratar de respirar. Nada<br />
más. “<br />
Roberto…
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo<br />
<br />
“Cuando todo lo que es posible se ha hecho,<br />
cuando talento, habilidad, maestría y tesón<br />
se funden en una acción, en una praxis.<br />
Cuando todo eso no sirve para cambiar nada,<br />
entonces entran ganas de tumbarse boca<br />
abajo sobre la nada, en la nada. Desaparecer<br />
lentamente, dejar pasar los minutos, hundirse<br />
en ellos como si fueran arenas movedizas.<br />
Dejar de hacer todo y tratar de respirar. Nada<br />
más. “<br />
Roberto Saviano<br />
<br />
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo<br />
<br />
Me angustia el dolor del otro.<br />
Quiero evitarlo y no puedo.<br />
Detesto la atropellada<br />
del franelón despechado,<br />
del arrogante más fiero.<br />
<br />
¿Marca registrada?... Leal.<br />
¿Códigos?... Un tal Pugliese<br />
y la “clase”.<br />
Al pan pan y al vino… miedo<br />
Que la lengua es de tormento<br />
Cuando trapichea el suelo.<br />
<br />
Soy presto a vivir atento<br />
a eso que llaman… ”valores”.<br />
Cosas de mi viejo el Tono<br />
y mi vieja la madama…<br />
Por mal nombre…la “Cojones”<br />
<br />
Suma y siguen de taquito,<br />
los recuerdos enroscados:<br />
El Caimán que armaba gomas<br />
en el taller de la esquina.<br />
El quilombo de la Maja<br />
Los anillos del Pochola<br />
Filipipones de estraza<br />
con mil historias encima.<br />
<br />
Salió del nada escribir<br />
Confuso y medio afiebrado.<br />
Chirusas que daban filo.<br />
Tiempos de lomo doblado.<br />
Los milicos paso ganso<br />
La picana en los cuarteles<br />
¿Dónde estabas ese día?<br />
Te esperaba con pasteles.<br />
<br />
Disculpame Catalina:<br />
Yo sé que te dolió mucho…<br />
pero después me mordiste,<br />
me quedó un labio colgando<br />
¿En qué quedamos ricura?<br />
Sufro el Síndrome de Laura.<br />
¿Querés sexo por correo?<br />
¿Testosterona en los besos?<br />
¿Fibra sensible en el alma?<br />
Esas cosas tienen precio.<br />
Corrompen la imaginación.<br />
Mejor servime unos mates<br />
Y cerrate el camisón.<br />
<br />
Oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo<br />
<br />
Es posible que la propia muerte no sea una<br />
necesidad biológica. Tal vez muramos porque<br />
deseamos hacerlo. Del mismo modo que en<br />
nuestro interior conviven simultáneamente el<br />
odio y el amor por una persona, toda vida<br />
combina el deseo de supervivencia con un<br />
ambivalente deseo de aniquilación.<br />
<br />
S. Freud.<br />
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo<br />
<br />
Un pibito fuma pasta,<br />
otro lo mira amoscado.<br />
Si no hay guita no hay negocio.<br />
No te preocupés ”chabón”<br />
Le “canta” el distribuidor,<br />
pagame de este otro modo.<br />
Desenvaina un falo enorme.<br />
Ofrece su mercadería<br />
a la boquita golosa…<br />
¡¡Que Dios me libre y me guarde¡¡<br />
balbucea el maricón.<br />
<br />
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo<br />
La víctima y el victimario se enamoran.<br />
Es un ridículo cumplimiento de los deseos<br />
Niega el poder de los muertos<br />
Los muertos moran en tus espacios vacíos<br />
Allí realizan actos de magia<br />
Congelan el tiempo.<br />
Hacen que el corto período que tenemos<br />
de vida sea audazmente valioso.<br />
Construyen recuerdos alternativos.<br />
Su historia pública se convierte<br />
en tu reserva privada. Inducen una mezcla<br />
de ánimo de venganza y compasión.<br />
Refuerzan la firmeza moral.<br />
Te enseñan a amar con un toque más tierno<br />
Y a temer y venerar tus obsesiones.<br />
James Ellroy<br />
<br />
ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo<br />
<br />
“Travas” olor creolina.<br />
Difusa oleada de sombras.<br />
Las “chicas” salen al paso.<br />
Esputos de droga fuerte,<br />
polleritas de carnada.<br />
Sapos que meten redoble,<br />
gotean las palanganas.<br />
Rante sinfonía orillera:<br />
¿Por atrás?...cincuenta mangos.<br />
Y apurate...por la “cana”.<br />
<br />
Sabe doña Catalina<br />
Que el Segismundo es cornudo<br />
Por favor: boca ce-rra-da<br />
¿Y que la Teresa es “lesba”?<br />
Seguro que lo sabía:<br />
¡¡Qué diosito la perdone¡¡<br />
Se besa con la Leonora…<br />
mocosa de porquería.<br />
<br />
Oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo<br />
<br />
“Cada cual elija lo que más le convenga, o<br />
elija si acaso ambas opciones, o ninguna…<br />
un mero crepitar y aletear de papeles que<br />
de noche, se posan indiscriminables, como<br />
los copos de nieve que formaron una gran<br />
tempestad y que están destinados a derretirse<br />
bajo el calor del sol”.<br />
Joseph Conrad<br />
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo<br />
<br />
Escuchame desgraciado,<br />
compadrito de cartón.<br />
¿Por qué curtís con mi piel<br />
la santa concha e’ mi madre?<br />
Mujer de coraje al toque<br />
y negra…por distinción.<br />
<br />
Ojalá se muera pronto.<br />
Son como cien de los grandes<br />
que guarda en ese colchón.<br />
No me des un beso aquí…<br />
que la gente va a pensar<br />
que son mi macho…tarado.<br />
Angelito juguetón.<br />
<br />
Estuvo rebueno, flaco.<br />
Mucha “mosca” en la cartera.<br />
Se la saque de un tirón.<br />
Jubilada ¿pa’ qué sirve?<br />
La vieja quedó aplanada<br />
en las ruedas de un camión.<br />
<br />
Oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo<br />
<br />
“El gusano se enrosca cuando le pisan.<br />
Esto es una medida inteligente, pues<br />
de esa forma reduce las posibilidades<br />
de le que le vuelvan a pisar. En el lenguaje<br />
moral, a eso se le llama humildad.”<br />
Friedrich Nietzsche<br />
ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo<br />
<br />
La noche del arrabal hiede<br />
sus olores orilleros.<br />
Las pulgas se hacen festín<br />
con los perros y los viejos.<br />
Mishés, paicas y milongas<br />
convocan el viejo pleito:<br />
Sartenazos, ollas… celos,<br />
nadie da bola a los sueños.<br />
<br />
Un “naife” le silba al viento.<br />
La sangre ya tiñe el suelo<br />
Un planazo sin destino<br />
vuelca la suerte del tuerto…<br />
Las comadres se santiguan<br />
Un gato aprieta a su hembra<br />
entre los fierros del puerto.<br />
<br />
La oscuridad come doble<br />
Un cura saca a su perro<br />
Todo parece en suspenso<br />
La luna muestra la lengua<br />
Y todo vuelve al comienzo.<br />
<br />
Convento de sesenta piezas<br />
Tuya y mía del dolor…<br />
¡a templar bien esas lonjas¡<br />
Que ha nacido la Dolores.<br />
También un jacinto negro<br />
al que llamarán Simón.<br />
<br />
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo<br />
<br />
“¿Quién no ha sentido el aspecto aborrecible<br />
de esa virtud agresiva y autocomplaciente que<br />
nunca concibe la idea del perdón? ¿Y quién<br />
no haya conocido el significado profundo y<br />
sacro de los afectos humanos no se ha inclinado<br />
alguna vez a favor de un delito de la pasión<br />
como desahogo frente a la acritud helada, falsa,<br />
vulgar y cobarde que a veces llaman castidad.”-<br />
George P. Loring<br />
ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo<br />
<br />
De tanto en tanto un quejoso<br />
mezcla soledad con frío.<br />
La mina lo dejó en bolas,<br />
pisó mierda de la fresca…<br />
por ser bueno y aburrido.<br />
<br />
Resoplido de caballos.<br />
en el viejo caserío.<br />
Con su halo celestón<br />
la aurora avanza acechante.<br />
Le reclama al que labura<br />
que no debe claudicar<br />
y aunque se escupa la carne<br />
la sangre debe tragar.<br />
<br />
<br />
<br />
LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br />
Derechos reservados<br />
Junio de 2011ESPERANDO EL COLECTIVOtag:www.creatividadinternacional.com,2011-05-28:3073384:BlogPost:778812011-05-28T18:12:16.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
No tiene ciencia el vivir.<br />
Y si la tiene…joderse.<br />
La cuestión es no “pifiarla”<br />
y saber hacer las cosas<br />
con arte y sin lastimar.<br />
<br />
Si de “nalgas” viene el parto<br />
prepara el alma.. y el lomo<br />
para aguantar el vergazo<br />
que te tienen reservado.<br />
Si actúas con osadía<br />
recibirás de garrotes<br />
según tu falta amerite,<br />
…o tu poder acredite<br />
pues no existe ley o regla<br />
que resista su excepción.<br />
<br />
De vivir como el conejo,<br />
a puro “salto de mata”,<br />
si cambias moral por trato,<br />
según como se lo vea,<br />
según como se la…
No tiene ciencia el vivir.<br />
Y si la tiene…joderse.<br />
La cuestión es no “pifiarla”<br />
y saber hacer las cosas<br />
con arte y sin lastimar.<br />
<br />
Si de “nalgas” viene el parto<br />
prepara el alma.. y el lomo<br />
para aguantar el vergazo<br />
que te tienen reservado.<br />
Si actúas con osadía<br />
recibirás de garrotes<br />
según tu falta amerite,<br />
…o tu poder acredite<br />
pues no existe ley o regla<br />
que resista su excepción.<br />
<br />
De vivir como el conejo,<br />
a puro “salto de mata”,<br />
si cambias moral por trato,<br />
según como se lo vea,<br />
según como se la crea,<br />
según como se la viva…<br />
Monedas…te será dado<br />
Y calladito la boca:<br />
Ser humano es tu pecado.<br />
<br />
Triste, muy triste es decirlo<br />
Aún mucho más aceptarlo<br />
¡Ea¡ toma la primera piedra<br />
Y anímate…<br />
Bienaventurado.<br />
<br />
Vivir es la razón cimera.<br />
que al primer llanto se asoma.<br />
Pero a no descartar valores:<br />
Una bandera de lucha,<br />
héroes del proletariado,<br />
sangre por la tierra amada<br />
multitud de camposanto.<br />
<br />
El tema es saldar las deudas,<br />
Que nos genera la vida,<br />
- las propias y las ajenas -<br />
al precio que otros rematen.<br />
¿Rebelarte?... ruina inútil.<br />
Hormiguita sin antenas.<br />
Sólo es virtud de unos pocos<br />
cargar con la cruz del Cristo,<br />
y soportar el dilema<br />
de saberse incomprendido.<br />
<br />
Un día… pongamos por caso<br />
conoces una mujer<br />
con “estilo” y todo eso.<br />
¡Albricias¡ un mundo nuevo.<br />
Todo lo resume un sueño:<br />
Ciudadano respetado,<br />
Pantuflas, un whisky a mano.<br />
Niños jugando en torno…<br />
Proyecto de jubilado.<br />
Mierda que huele a lavanda<br />
Chapulín en camiseta.<br />
Engranaje desgastado.<br />
<br />
Susurrarán en tu oído<br />
con visos de consejero:<br />
“Mejor ponte a escribir un libro<br />
y deja eso de casarte”<br />
A esta altura es imposible.<br />
(responderías al toque).<br />
He comprado los anillos<br />
y soy un tipo honorable.<br />
Creo en mis sentimientos.<br />
Casado seré feliz…<br />
Digo mejor: Lo seremos.<br />
Ella me quiere y me adora…<br />
aunque la tenga “chiquita”,<br />
eyocule precozmente<br />
y extrañe a mi santa madre<br />
que me quiere<br />
y me “espera”<br />
a toda hora…<br />
<br />
Así pues, caro lector<br />
de la leyenda vital…<br />
ni cuento para aburridos.<br />
Tal vez un rastro en la arena,<br />
Una muralla de libros,<br />
esperpéntico legado,<br />
que se resuelve en pasión,<br />
la de siempre y la dispar.<br />
La tortura de los celos<br />
y el imperturbable idilio<br />
de la ambición y el amar.<br />
<br />
Compendio de cuatro tomos,<br />
Variopinto alud de historias<br />
que es la de todos los seres<br />
engrillados a su tiempo,<br />
esclavos de la memoria.<br />
<br />
<br />
LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br />
Derechos reservados<br />
Mayo de 2011VUELVE A MÍtag:www.creatividadinternacional.com,2011-05-10:3073384:BlogPost:729352011-05-10T16:10:16.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
¿Dónde te has ido locura<br />
que tu presencia no siento?<br />
Vientos de razón ambigua<br />
me alejaron de tu seno.<br />
Ya no más vigilias largas<br />
ni el polvillo vaporoso<br />
sobre la bruma de incienso.<br />
<br />
¿Dónde hallar a mis brujitas<br />
que de tu mano volaron<br />
con sus pócimas de encanto<br />
tras el botín de mis versos?<br />
<br />
Huérfanos de tu aliento,<br />
dragones de mirada tierna,<br />
fantasía de arlequines,<br />
callejones, piedra a piedra,<br />
giran hoy en desconcierto<br />
sobre el azúcar quemada<br />
de los recuerdos más tiernos.<br />
<br />
Mi quimera aún…
¿Dónde te has ido locura<br />
que tu presencia no siento?<br />
Vientos de razón ambigua<br />
me alejaron de tu seno.<br />
Ya no más vigilias largas<br />
ni el polvillo vaporoso<br />
sobre la bruma de incienso.<br />
<br />
¿Dónde hallar a mis brujitas<br />
que de tu mano volaron<br />
con sus pócimas de encanto<br />
tras el botín de mis versos?<br />
<br />
Huérfanos de tu aliento,<br />
dragones de mirada tierna,<br />
fantasía de arlequines,<br />
callejones, piedra a piedra,<br />
giran hoy en desconcierto<br />
sobre el azúcar quemada<br />
de los recuerdos más tiernos.<br />
<br />
Mi quimera aún convoca<br />
con su cedazo de tientos<br />
aquellas horas…segundos<br />
en que un delirio afanoso<br />
acentuaba de los ecos<br />
sus voces… y del reflejo,<br />
sus luces<br />
en los estíos de enero.<br />
<br />
¿He de escribirle al amor?<br />
¿A las dudas del amante?<br />
Digo:<br />
¿…Al vago remordimiento?<br />
Vuelve…por favor vuelve,<br />
que extraño tu pulso firme<br />
de corpiños voluptuosos<br />
embebidos de deseo.<br />
<br />
Tus tibias en cruz por muerte.<br />
Leches bravas, un puñal…<br />
Alaridos y lamentos.<br />
Montañas de caramelo.<br />
Senda florida escarchada<br />
Aromas de bizcochuelo.<br />
Concierto de mil chicharras,<br />
Besos, abrazos, caricias<br />
arrebatadas de celo.<br />
Un asesino que llora.<br />
Viejas arropando un muerto.<br />
<br />
¿Qué habrá sido de los faunos?<br />
Cojos, patizambos…chuecos;<br />
y el fragor de los infiernos<br />
encarnado en los ojeras<br />
de una hembra malhadada,<br />
condenada a tu presencia,<br />
pesadilla entre sus sueños.<br />
<br />
<br />
Locura que te quiero cerca<br />
para alejar dudas viejas<br />
que corroen mis adentros.<br />
Sin tu abrigo<br />
mi alma es nada,<br />
viejo pulmón macilento;<br />
pordiosera de la vida<br />
que se escurre<br />
entre los dedos<br />
Cordura de vuelo austero,<br />
un resto más de lo yermo.<br />
Tal es el dolor que siento<br />
<br />
<br />
LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br />
Derechos reservados<br />
Mayo de 2011ANGELITOS DE DIOStag:www.creatividadinternacional.com,2011-05-01:3073384:BlogPost:715942011-05-01T20:13:04.000ZLuis Alberto Gontade Orsinihttps://www.creatividadinternacional.com/profile/LuisAlbertoGontadeOrsini
- …No sabés como me duele “Jamón”.<br />
El puber le muestra al amigo el rayón de sangre espesa que se desliza sinuosamente por el filo de la tibia.<br />
- Flor de planchazo te bajó el hijoeputa ese.<br />
- Lo peor ahora es “bancar” a mi vieja…: “Que no estudiás, que te pasás el día jugando al fóbal, que para colmo te me venís lastimado”… y que patatín y que patatán. Y no te digo nada del moquete que me “emboca” al final…”<br />
Con las piernas abiertas en tijera los niños se han sentado sobre un claro de tierra con…
- …No sabés como me duele “Jamón”.<br />
El puber le muestra al amigo el rayón de sangre espesa que se desliza sinuosamente por el filo de la tibia.<br />
- Flor de planchazo te bajó el hijoeputa ese.<br />
- Lo peor ahora es “bancar” a mi vieja…: “Que no estudiás, que te pasás el día jugando al fóbal, que para colmo te me venís lastimado”… y que patatín y que patatán. Y no te digo nada del moquete que me “emboca” al final…”<br />
Con las piernas abiertas en tijera los niños se han sentado sobre un claro de tierra con el pasto húmedo y enmalezado, cercano al paredón trasero del Hogar de la Liberada, una casa muy antigua destinada a la contención temporal de las presas que cumplido su tiempo de condena no tienen dónde ir. Depende de la Dirección de Cárceles y una Comisión de señoras bien; alberga también a sus hijos pequeños, sujetos como sus madres a las leyes de la inclemencia social.<br />
El establecimiento que recluye a las presas mujeres se levanta en la manzana de enfrente, amparado por la virgencita del Luján y su hermosísima capilla, hoy colonizada por San Expedito.<br />
Mi inolvidable profesora de Literatura, Susana Lagarmilla, aconsejaba a sus alumnos pasar por frente al templo y apreciar la insólita maravilla de las columnas talladas estilo etrusco que enmarcan la entrada.<br />
El flujo de estudiantes era tal que en varias ocasiones fue necesario desviar el tráfico…<br />
Cierta vez de esa cárcel se escaparon por la puerta de entrada de la capilla, cien y pico de guerrilleras tupamaras.<br />
Un récor mundial poco conocido.<br />
A partir del hecho que la gente tomó con jocosidad, las monjitas que compartían con policías gordos los quehaceres del recinto de reclusión, fueron sustituidas por un selecto grupo de milicada femenina que escupe por el colmillo, despide olor a queso rancio y al menor gesto te baja un garrotazo.<br />
Desde la posición en que se encuentran los niños de nuestra historia es posible observar, flanqueado por un sinfín de casitas humildes, un angosto y alongado campito ralo, refugio futbolero de la purretada del barrio. De noche las parejas de novios suelen aprovechar ese predio, hecho a la medida para practicar sus primeros lances amatorios, y las obreras del sexo para atender a los clientes menos dotados económicamente…<br />
En épocas pretéritas transitó por dicho corredor el viejo ferrocarril de “los patos” con destino Hipódromo de Maroñas, esperanza fiel de los perdedores.<br />
Aclaro que en mi bendita tierra uruguaya se moteja de “pato” al que no tiene un “peso”, (moneda nacional) en que caerse muerto.<br />
- Cuando lo agarre solo lo via romper todo a ese. Esto no se hace…y vo “Jamón” también tenés la culpa por pasármela corta y pa pior ponerte a separar cuando lo iba a cagar a trompada.<br />
- Aguantá Cholo: Ahora resulta que la culpa del planchazo es mía. Lo que vas a conseguir que no te pase más las cuenta de los problema de la escuela. Este “sesto” año es bravísimo, y vos para la matemática sos un adoquín . Te vas a quedar repetidor…y yo en el liceo, gilún.<br />
- Y mi vieja me corta las bola…<br />
Ríen a más no poder por la ocurrencia golpeándose moderadamente en los brazos en señal de franca amistad.<br />
En un descuido el “Jamón” deja caer pesadamente su mano sobre el sexo de su compañero.<br />
Doblado como una oruga se toma con las dos manos la zona baja.<br />
- ¡Ayyyyyyyy…!me reventaste el “pájaro”.<br />
- Disculpá, fue sin querer. ¿Viste como duele cuando te golpian ahí…? En los “huevo” más todavía.<br />
- No me digás mas nada “Jamón”; la parío…! Cómo duele!<br />
- Pero tiene cosas linda también…viste ¿no? Cholo.<br />
Se miran con desconfianza. Una mirada prolongada; se ha prendido una señal.<br />
Sin sospecharlo van a traspasar un umbral inédito de confidencias.<br />
- ¿Qué tiene cosas linda decís?... otra que linda. Cuando me acuesto, basta tocármelo para que se me ponga duro como un palo. Me lo acaricio y me lo acaricio hasta que en una vuelta sale un chorro raro que me moja las sábana. Toditas las noche en el cuartobaño me saco las gana. Despué en la cama…y dale que va. Nunca senti una cosa así. Es lindo; como rascarse contra una coluna, como que volás medio mareado.<br />
- Yo también “le doy de punta”. La vieja me pregunta siempre por las manchas amarilla y yo me hago el ganso o le digo que son las pulga del “Banana” que sale de la cucha y duerme al lao mio. Una vuelta mi hermano el Toto me llamó pajero por eso. Siempre anda con lo mismo: pajero para aquí, pajero para allá.<br />
- Y claro chauchón…a eso se llama ”hacerse la paja”. Cuando le veo la bombacha a la Beatriz esa noche son dos o tres en fija. O las teta de mi tía la Pocha. No sé por qué será.<br />
- ¿Y para que mierda sirve ese pichí amarillo “Jamón”?<br />
- Y!…qué sé yo”! Capá que pa’ limpiar los conduto.<br />
<br />
LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI<br />
Derechos reservados<br />
Abril 2011