El Guacamaya, La Niña Tere y La Nena.  (Crónica)
Por Esteban Herrera Iranzo
Entre mediados de los años sesenta y finales de los setenta, había en Barranquilla un interiorano bajo, grueso, de tez trigueña y cabello negro, muy liso, a quien apodaban el Guacamaya por su manera muy particular de vestir: pantalón amarillo, camisa roja, chaleco morado, saco verde, zapatos blancos, corbata de varios colores y sombrero mostaza. Este hombre se dedicaba a recuperar dineros de deudas que ya parecían incobrables, mediante un método que se había ideado: exponer al deudor moroso al descredito de sus vecinos. En efecto, cuando alguien tenía un deudor que no quería o no podía pagarle, acudía al Guacamaya, arreglaba con él el porcentaje que habría de darle una vez logrado el pago, y este, con su vestimenta, que le permitía ser reconocido enseguida por quienes lo veían, llegaba a la casa de aquel a tempranas horas de la mañana, y si no le abría la puerta se sentaba en cualquier bordillo cercano a ella, y allí esperaba a que lo hiciera; de modo que la gente, al verlo, pensaba que en ella vivía un “mala paga”, como suele llamarse en Barranquilla al deudor que no paga no porque no puede sino porque es un mañoso. Así que la persona, para evitarse una vergüenza, abría finalmente la puerta y le pagaba o le daba una fecha en la que con toda seguridad lo haría.
Sin embargo, no todas las veces el método del Guacamaya resultaba favorable para él y su cliente, pues a veces se encontraba con uno de esos deudores morosos que parecen haber nacido para ello, y las cosas se complicaban. Recuerdo un caso que sucedió en “Los Andes”, el barrio en que vivía yo entonces: Dos vecinas, “La Niña Tere” y “La Nena”, tuvieron un problema por un dinero. La Niña Tere, para una mejor explicación, era una señora, ama de casa, que acostumbraba sacar del dinero que su marido le daba para los gastos del hogar, una plata que destinaba a la manutención de su mamá, una anciana de unos ochenta años que vivía en San Felipe con un hijo soltero, cuarentón, que la pasaba varado todo el tiempo. Y esto le había traidor problemas, pues, según era sabido en el barrio, “el hombre había notado que su cuñado, sin trabajar, vestía mejor que él, que tenía que reventarse el cuero trabajando horas extras como obrero de una fábrica”. Y mayor era el problema cuando el hombre se echaba un par de copas con un vecino borrachín, muy amigo suyo, que conocía el caso tanto como él, pues este, con la intensión de “gorrearle” todo el trago que su adicción le exigía, lo incitaba a que le “parara el macho” a la mujer. Así que cuando llegaba a casa, con el alcohol en la cabeza, revolcaba cuanto en ella había, para ver dónde era que esta escondía el dinero. Más, nunca lo encontraba. Y es que lo que él ni el borrachín sospechaban, es que ella se lo daba a guardar a la mujer de este, quien a su vez se lo llevaba a la mamá a cambio de algunos centavos.
Sin embargo, un día la Niña Tere, sabrá Dios el porqué, no le confió el dinero a la mujer del borrachín, y se lo dio a la Nena, una mujer de unos cincuenta y cinco años, que vivía sola en una casa muy deteriorada que había alquilado en el barrio, y por la que, según sus palabras, tenía que "hacer lo que fuera" para pagarla --. “Cuando uno es inquilino, los meses parecen de una semana” --, solía decir a las vecinas que aún la trataban. Sí, que aún la trataban, porque ella había tenido un sinnúmero de problemas con los vecinos precisamente por asuntos de dinero. Y es que eran muchos en el barrio a quienes les debía.
Pues bien, la Nena debía llevar el dinero a casa de la madre de la Niña Tere, pero no lo hizo pues según ella “le había tocado gastarlo en una urgencia que se le había presentado”. La Niña Tere, que se había caracterizado en el barrio por ser muy callada y de un espíritu pacifico, se enojó en tal forma que sacó a relucir un vocabulario soez, con el que le cobró y la insultó a gritos durante varios días. Y, luego, al ver que no daba la menor muestra de querer pagar, la amenazó con echarle al Guacamaya. Mas no imaginaba la respuesta que iba a recibir - Hágalo a ver qué pasa -, le dijo aquella.
Días después el Guacamaya llegó a casa de la Nena, pero ella --, quizás pensando que el descredito que se había ganado en el barrio no podría ya ser mayor --, no le abrió la puerta. Así que este fue hacia un bordillo que había en el frente y se sentó en él.
Los vecinos, que no se perdían una, comenzaron a comentar: “Está bueno, eso es lo que ella se merece…” “Mira lo que le hizo a Fulano…” “Y a Zutana…” “Pero ahora se va a joder porque ese hombre no come de sus mentiras, y va a tener que pagar”.
Pero la intensión de la Nena, al parecer, no era tanto el mantener a distancia al Guacamaya, como demostrarle a la Niña Tere que hubiera sido mejor que la escuchara. Así que se refugió en la casa de tal manera que parecía que esta hubiera sido abandonada, pues ni el barrido de una escoba se oía. El Guacamaya, por su parte, no se inmutaba, sino que, sin decir una palabra, se retiraba de la casa ya entrada la tarde. Así que los días comenzaron a pasar.
La Niña Tere, en tanto, que no se separaba un minuto de la ventana para apreciar el panorama, comenzaba a impacientarle el que los comentarios de los vecinos llegaban, cada vez más, a oídos de gente de otras calles que ni conocía el caso. De modo que la respuesta de La Nena: “Hágalo a ver qué pasa” parecía ir tomando en ella una mayor claridad”
Habían pasado unos seis días cuando la Niña Tere, en vista de que el Guacamaya no había podido ver siquiera la cara de la Nena, y, temiendo que el caso pudiera llegar a oídos de su marido, se acercó a este y le pidió que se retirara de la casa y dejara las cosas como estaban. Y él, que era un hombre de escasas palabras y una voz muy baja, le respondió que no tenía inconveniente en hacerlo siempre y cuando ella le pagara el tiempo que le había estado trabajando. La Niña Tere aceptó, pues otra cosa no le quedaba, pero como no contaba con la totalidad del dinero, le dio la mitad y quedó a darle la otra una semana después.
Pasados unos siete días el Guacamaya llegó a casa de la Niña Tere, pero con tal suerte que esta no tenía el dinero. Él entonces no dijo una palabra, sino que caminó hacia un bordillo que se hallaba en el frente, y se sentó en él. Así que a la Niña Tere no le quedó más que salir por el barrio a conseguir quien le prestara el dinero. Y fue mi madre, precisamente, quien se lo prestó.
FIN

Visitas: 116

Comentar

¡Necesitas ser un miembro de Creatividad Internacional para añadir comentarios!

Participar en Creatividad Internacional

Libros – Editores

Creatividad Internacional’, es una red abierta, sin fines de lucro, donde no se tiene que registrar para ver su información y colaboraciones, hay +6,000 Foros de Discusiones sobre grandes escritores y cineastas; actualización diaria de noticias literarias y cinematográficas y +18,000 blogs con creaciones literarias de gran talento. 

Un espacio para exponer creaciones y opiniones a críticos, editores y productores, ya por 15 años de fundada. Los invitamos a participar.

Ismael Lorenzo, Director, Creatividad Internacional

Robert Allen Goodrich, Subdirector

Liss Rivas Clisson,  Subdirectora

Alina Galliano R.I.P.

Jorge Dominguez, Carlos Rubio, Oscar Martínez Molina,  Eduardo Casanova

Consejo Editorial

____________

PROGRAMACIÓN RADIAL DE 'CREATIVIDAD INTERNACIONAL'

ENTREVISTAS, CINE Y LIBROS,  CONVERSATORIOS  

733 Programas radiales, +85,500 visualizaciones en Youtube, Pags en FB, Twitter y en Instagram. 

___________

Creatividad Internacional' no se hace responsable por los contenidos y opiniones publicados por sus miembros. 

Somos una entidad sin fines de lucro. 

___________

La niña del zapato roto, de Griselda Roja

La niña del zapato roto

___________

El silencio de los 12

Ismael Lorenzo

'El silencio de los 12', narra las historias, en sus propias voces, de mujeres agredidas sexualmente, sus consecuencias y secuelas de estos abusos. Desde el Líbano hasta España, desde Francia hasta Italia

El silencio de los 12

Nueva edición revisada

__________

'Matías Pérez baila la Macarena

Ismael Lorenzo

La Pentalogía de los 'Matías Pérez', iniciada  hace un par de décadas: 'Matías Pérez entre los locos', 'Matías Pérez regresa a casa', 'Matías Pérez en los días de invierno', 'Matías Pérez de viaje por el Caribe', y 'Matías Pérez baila la Macarena'.  Disponibles en las Amazon.

MATIAS PEREZ BAILA LA MACARENA

____________

Amigos en Tiempos Difíciles'

Ismael Lorenzo

En este libro recién publicado 'Amigos en Tiempos Difíciles', Ismael Lorenzo describe las vicisitudes y pérdidas sufridas por la estafa que condujo a una orden judicial de desalojo y como muchos volvieron la espalda pero aparecieron otros

AMIGOS EN TIEMPOS DIFICILES

__________

PREMIO LITERARIO 'REINALDO ARENAS, DE CREATIVIDAD INTERNACIONAL 2023'

En el 2023, su 9va versión, el ganador ha sido Carlos Fidel Borjas.

_________

Libros de Ismael Lorenzo

_________

Ismael Lorenzo

‘Años de sobrevivencia’, es la continuación de las memorias comenzadas en ‘Una historia que no tiene fin', y donde se agregan relatos relacionados a su vida de escritor y a su obra 

Años de sobrevivencia

__________

Madame Carranza

Renée Pietracconi

La novela basada en hechos reales relatados por Josefina, tía abuela de Renée y añadiendo un poco de ficción para atraparnos en historias dentro de historia

Madame Carranza

_________

Casa Azul Ediciones

Súmate a la campana de promoción a la lectura 

TE INVITO A LEER 

Email: casazulediciones@gmail.com

'Creatividad Internacional', red de Literatura y Cine, un espacio para exponer creaciones y opiniones a críticos, editores y productores.

© 2024   Creado por Creatividad Internacional.   Tecnología de

Emblemas  |  Reportar un problema  |  Términos de servicio

VISITAS DESDE MARZO 5/09: