Dicen que los libros son hijos de sus autores. ¿Qué madre hablaría mal de sus hijo?...
Pero voy a tratar de ser lo más objetiva posible.
Mi primera obra es “Realidad y fantasía”, comprende 21 cuentos. Me dio mucha felicidad cuando lo tuve entre mis manos. Pasado el tiempo comprendí que me faltaba mucho por recorrer. En él mezclé experiencias propias, humor, intriga, y melancolía también. Empieza con “Un largo camino”, un relato quizás un poco duro de la vida, pero del que más comentarios me hicieron. Mi preferido es “Lisa al rescate”, una heroína a la que todo le sale por casualidad. Tiene humor y fue la semillita que creció lentamente para convertirse años después en mi primera novela. Quizás las ideas eran buenas, pero faltaban los toques últimos que uno le da a una pintura. Como ya les comenté, me di cuenta caminando los senderos de la literatura.
El segundo libro se llama “Palabras y cuentos” y como dice su título es de cuentos. Iba aprendiendo a pulir la obra y de los 21 relatos recomiendo “Un reportaje distinto”, “Noches amargas” y “Pesadilla”.
El tercero es “Casi una aventura”, compuesto de 15 cuentos. La edición fue realizada por una editorial de Buenos Aires, al igual que las dos novelas. Ya caminaba más segura, como el bebé que crece y va transformándose en adulto. De los cuentos recuerdo siempre “La seda roja” y “Súper ama de casa”. El editor escribió en la solapa del libro palabras que me hicieron sentir muy feliz: “No es el suspenso –es decir, hechos que precipitan un final impredecible- lo más inquietante de estos cuentos, sino el desenlace anímico de las situaciones planteadas…”
A este libro le sigue mi primera novela: “Páginas Robadas” del género policial. Su protagonista es una detective llamada Manuela que se transforma en una profesional gracias a la casualidad y a una torpeza que la hace más atractiva. Logra sus objetivos por su tenacidad y quizás por ser una anti-heroína creíble a la que no todo le sale bien, pero que con su linda locura consigue lo que quiere. Amo esta novela, las criticas de profesores de la facultad de Letras y críticos muy reconocidos en Rosario me hicieron sentir una verdadera escritora.
El quinto libro es otra novela policial: “Brillo de luna” y tiene a la misma protagonista Manuela y su novio Nicolás. En esta novela la detective adquiere experiencia pero sigue mostrando una cierta torpeza y una testarudez que la llevan al logro de sus metas.
Estos son mis libros, como dije anteriormente, traté de ser objetiva pero no sé si lo logré. Ellos son la consecuencia de un amor incondicional hacia la literatura desde muy chica y los amo a los cinco por igual.

Gabriela Maiorano