¿Filantropía?,   por Martha Estela Torres Torres

Se habla mucho del valor de la amistad, y la mayoría nos jactamos de tener amigos, de ser apreciados y reconocidos, pero esto es garantía solo en tiempos de abundancia y festividad pues los verdaderos se muestran claramente en lapsos de enfermedad, de limitación o pérdida emocional y económica. 

Es duro enfrentar un robo, un secuestro o fraude, sin embargo después llega un golpe mayor que potencializa el agravio: la indiferencia o rechazo de aquellos que se suponían amigos, y que viendo nuestras dificultades o penurias se ausentan;  es decir desaparecen por arte de magia y sin compasión dan la espalda. No quieren saber del problema ni de la situación desfavorable que nos acontece. Esos en realidad nunca fueron amigos, resultaron simples conocidos que aparentaban ser amistosos para obtener algo a cambio. 

Desafortunadamente este ha sido el caso de Ismael Lorenzo, director de la red internacional de cine y literatura “Creatividad Internacional” quien fue defraudado al adquirir un inmueble y ahora se encuentra en mala situación financiera, y para colmo resulta que algunos que se llamaban sus amigos lo abandonaron en lugar de tenderle una mano, de apoyarlo en lo posible porque a cualquiera puede sucedernos lo mismo. Nadie está exento de vivir una situación semejante ni otras que pueden ser más graves porque el hampa ha crecido y se mueve en todos los niveles y con distintas estrategias delincuenciales.

Nuestro director, manifiesta con tristeza y nostalgia, en el programa: “Amigos en tiempos difíciles” entrevista con Paoli Rudman su desilusión ante el abandono de aquellos que consideró sus amigos durante años y ahora se hicieron los occisos. “Esta experiencia es para aprender lo que es la condición humana.” 

Es interesante comprobar quiénes son finalmente nuestras verdaderas amistades, y grato además, encontrar en momentos inestables a personas generosas que brindan inesperadamente apoyo, respaldo o colaboración económica. 

Esto es lo más importante y valioso en lapsos de dificultad, pues haciendo cuentas todos podemos ayudar con nuestro granito de arena que cristaliza sumando esfuerzos y corazón. Porque si todos nos uniéramos para ayudar, el mundo sería distinto. Si todos tendiéramos puentes de comunicación para ayudarnos nos fortaleceríamos solidariamente , y no se sabe donde es más fina y perspicaz la diplomacia y el esmero si entre dos personas que se aman o dos países que se odian, pues en la unión se finca el mejoramiento de la familia, los amigos, la sociedad y el mundo entero. 

La dorada filantropía surge entre seres nobles y sencillos de corazón; emerge primero para los que tenemos a nuestro lado: brindándoles una mano franca como expresa el poeta cubano José Martí en su célebre poema “Cultivo una rosa blanca…” cuyo tema trata el valor de la amistad y la importancia de germinar con los demás: un amor fraternal y sincero, máximo en episodios de incertidumbre, enfermedad o tristeza.