No sé ustedes, pero cada vez que recuerdo a Gene Hackman vivo un torbellino nostálgico mientras mi subconsciente desempolva decenas de títulos archivados para siempre en mi memoria.

¿Y cómo no hacerlo? Con una carrera que se expande a lo largo de cinco décadas y ganador de dos premios Óscar, este oriundo de California es dueño de una filmografía envidiable que incluye clásicos grabados a fuego en el recuerdo colectivo como Bonnie and Clyde, Contra el imperio de la droga, Superman, Arde Mississippi, Sin Perdón, Una jaula de grillos, entre tantos otros.

Sin embargo, hace varios años que no sabemos nada de él. Se retiró del cine después del mal sabor de boca que le dejó la terrible Bienvenido a Mooseport hace nada menos que 17 años y se desvaneció como por arte de magia.

Dijo adiós a los eventos, las alfombras rojas y la exposición pública, dejándonos tan solo con el recuerdo plasmado previamente en el celuloide. Hasta ahora. Y es que Gene Hackman ha reaparecido en forma de fotografía viral demostrando su título de leyenda viva del cine.

La fotografía apareció en Twitter hace tan solo un par de días a través de un tuitero que aseguró que se trataba de una imagen reciente que “demuestra que está vivo y bien a los 91 años viviendo en Nuevo México”. El usuario añadía que el intérprete suele andar en bicicleta “cada día”, “se mantiene activo y comprometido con hobbies y amigos”.

Si bien conocer que la fotografía es de hace dos años le resta impacto a la noticia, pensándolo mucho llegué a la conclusión de que no es lo realmente importante. ¿Por qué?

Porque estamos ante la primera imagen que vemos de él en mucho tiempo. Una imagen que ha provocado tal reacción en redes que es evidente lo mucho que Gene Hackman se ha convertido en una leyenda viviente para los cinéfilos del mundo.

Cuando Gene Hackman se retiró del cine lo hizo de la noche a la mañana. Al principio dio algunas declaraciones explicando su retirada, asegurando a Reuters en 2008 que "echaba de menos" el proceso pero que el negocio era "muy estresante" para él. "Los compromisos que debes tomar son parte de la bestia y he llegado a un punto en que ya no quiero seguir haciéndolo" compartía. Luego, en 2011, dijo a la revista GQ que solo consideraría abandonar la jubilación si pudiera rodar en su propia casa sin que nadie le molestara.

Y aunque continuó con su carrera como escritor con tres novelas más después de las tres primeras que publicó antes de abandonar el cine (la última fue un thriller policial publicada en 2013), en líneas generales dejamos de verle en eventos, galas y estrenos, y ni siquiera han surgido muchas imágenes de fans o curiosos que se hayan topado con él desde 2004. En realidad, las que comparto en este artículo son las únicas que he encontrado. Es más, buscando entre los bancos de imágenes de agencias de noticias descubrí que efectivamente no existen fotografías para prensa desde entonces.

Por lo tanto, que esta fotografía de un Gene Hackman anciano pero sonriente llegue a las redes y provoque reacciones de aprecio, nostalgia y cariño, aunque sea de él con 89 y no 91 años, sirve de testigo para demostrar lo mucho que este hombre ha dejado huella en nuestro recuerdo cinematográfico.

Hasta hace poco solo sabíamos que se había retirado con su esposa, la pianista Betsy Arakawa, a una casa en Santa Fe en Nuevo México. En 2012, y con 81 años, saltó a las noticias por sufrir un accidente al ser atropellado por un camión mientras iba en bicicleta en Florida, logrando recuperarse por completo. Tanto que, a sus 91 años, sigue siendo ejemplo de agilidad física todavía paseándose en dos ruedas.

Esa foto publicada en Twitter recibió cientos de comentarios dedicados a sus películas, con tuits que abundan en recuerdos y nostalgia. Y es que no cabe duda que Gene Hackman nos dejó huella con ese talento camaleónico para interpretar dureza y vulnerabilidad a partes iguales, heroísmo, firmeza o maldad caricaturesca, sin embargo él tiene una visión diferente de su carrera. En la entrevista mencionada a GQ de 2011 dijo que no tiene recuerdos de su carrera adornando su casa, ni sabe dónde tiene sus premios Óscar. “No hay nada cinematográfico, solo un póster al lado de mi mesa de billar de Errol Flynn de La patrulla del amanecer. No soy un tipo sentimentalista”. Pues nosotros contigo sí, don Gene.