Juan Luis Guerra estrena documental en HBO con un recorrido por lo mejor de su repertorio

Con el exuberante paisaje caribeño como telón de fondo llega el bachatero dominicano Juan Luis Guerra para ofrecer un concierto con sus grandes éxitos en una producción de HBO Max.

El documental Entre el mar y palmeras, que tendrá su estreno mundial este jueves 3 de junio a las 9 p.m. en HBO Latino, HBO Max y HBO Latinoamérica, será una oportunidad para apreciar al prolífico cantautor acompañado de su banda 440 en un recorrido por los temas que desde hace tres décadas forman parte del cancionero iberoamericano.

Para esta ocasión el músico, compositor, cantante y productor galardonado con varios premios Grammy preparó una selección de clásicos que incluye La bilirrubina, Burbujas de amor y una nueva versión de Ojalá que llueva café, aquel tema que le abrió las puertas del estrellato.

La producción de Loud and Live Studios, con sede en Miami, se realizó durante la pandemia del COVID-19 con un equipo de 75 miembros, 20 músicos y una docena de asistentes que siguieron los estrictos protocolos de seguridad y distanciamiento social.

La dirección estuvo a cargo de Jean Gabriel, el hijo del cantante.

“Es la primera vez que hacemos un concierto en una playa, aunque vivimos en una isla, estábamos buscando un sitio diferente por el hecho de que sabíamos que no tendríamos público”, expresó el bachatero a el Nuevo Herald el miércoles, en Miami, tras recordar que cuando llegó a Esmeralda, la belleza del sitio lo arropó con sus palmeras, la brisa y la arena, que sirvieron de escenario y le dieron una alegría muy especial al proyecto.

“Era mucho más trabajo porque teníamos (que desplazarnos) tres horas y media (para) montar luces, sonidos y el escenario en medio de la playa, pero (felizmente todo) quedó muy bien”.

La producción de Loud and Live Studios, con sede en Miami, se realizó durante la pandemia del COVID-19 con un equipo de 75 miembros, 20 músicos y una docena de asistentes que siguieron los estrictos protocolos de seguridad y distanciamiento social.

La dirección estuvo a cargo de Jean Gabriel, el hijo del cantante.

“Es la primera vez que hacemos un concierto en una playa, aunque vivimos en una isla, estábamos buscando un sitio diferente por el hecho de que sabíamos que no tendríamos público”, expresó el bachatero a el Nuevo Herald el miércoles, en Miami, tras recordar que cuando llegó a Esmeralda, la belleza del sitio lo arropó con sus palmeras, la brisa y la arena, que sirvieron de escenario y le dieron una alegría muy especial al proyecto.

“Era mucho más trabajo porque teníamos (que desplazarnos) tres horas y media (para) montar luces, sonidos y el escenario en medio de la playa, pero (felizmente todo) quedó muy bien”