ADICTA A TU TERNURA...

Soy adicta a tu ternura que despierta

las ansias del alma,

haces que mi corazón se acelere de

emoción, se consuma en el desierto,

si no recibo tu amor.

Un poco de calor yo te pido,

un sitio en tu corazón .

Soy adicta a tu placer divino a tu ternura,

¡hasta la muerte!

Ambiciono tenerte en mis brazos,

porque estoy locamente enamorada

de tu manera de ser, de tu cuerpo que nace

de una pasión desconsuelo en mis sueños

de amor. ¡Abrázame!

Llena de dulzura y besos mi vida oscura

y fría, hasta que me hagas sentir mi cuerpo vibrar

de emoción y de amor por mi corazón.

VIDRIOS ROJOS DE MIS VENAS...

Un día, mientras mi corazón lloraba de dolor

por un gran amor perdido,

miré mi mano estaba temblorosa,

sostenía una hermosa copa de cristal

de color rojo, como la sangre de mis venas,

levanté muy alto y brinde  por él...

La miré y vi la transparencia y su timidez,

solo lloré.

La sostuve aún más fuerte y la tiré con fuerza y enojo,

con esos vidrios rotos a mi alrededor y el

llanto corriendo por mis mejillas,

oprimiendo mi corazón, la asfixia de haberse

perdido, vi su entorno de un miserable

 hombre machista.

El cielo, es una señal de amor, pensé en el momento,

tomé  otro pedazo en mi mano, lo miré muy fijamente

y lo comparé él, lo acerque a mi muñeca,

presioné y fue entonces que imaginé ,

por primera vez, la hermosura del final,

comprendí a través del primer dolor que la sangre

roja de mis venas borraba esa imagen de mi alma,

porque no había regreso a mi vida,

sería eterna en el cielo.

Comencé a oír un llamado lejano y te pensé,

te amé y te sentí que no iría contigo,

que nunca te tendría como ayer a pesar que decías

amarme.

Miré hacia el cielo nuevamente y pensé en mi roja

pasión de amor que te dejé en el olvido de mi corazón.

Se fue mi vida con unos pedazo de vidrio rojo en mis

venas, 

cubiertos de pensamientos sin destino,

llegando hasta el final con un suspiro de amor...

FURIA DE VOLCÁN...

Escondida pasión he quedado en soledad,

bajo tu atenta mirada traviesa,

furia de volcán estalló en mi deseo,

te encontraré en la mañana,

desnudo en mi cama,

el alba oscurece en media noche,

la luz de tus ojos alumbran mi habitación,

siempre podrás ver, mi corazón que muere

por ti,

traspasará  el umbral del tiempo,

para encontrarte y entregarte nuevamente

mi amor.

Agarro mi alma devastada,

por el fuego y la pasión de poseerte,

humillando las pisadas,

de cada huella que dejaste en mi cuerpo.

La noche termina con el alba,

el deseo de seguir juntos otra vez,

mi vida en el sepulcro de tus besos,

ardiente que das y me entregas con amor.

Silencio de un pasadizo oscuro,

he quedado en una noche especial,

la luna se desliza entre nubes,

buscando una luz para alumbrar tus ojos,

me consumiré en tus brazos,

llenándote de locura, pasión y deseo.

Mariposas llegando al sol,

volar y abrigar nuestros cuerpos,

penétrame el perfume gélido de tu piel

morena, que sienta tu aroma,

en lo infinito del placer,

destrozada la última lágrima,

que secaste con tus caricias,

el árbol de la noche que acaricio tu piel

morena, deseando todo lo hermoso de tu ser.

La cascada de tus ojos se rinde ante mi encanto,

la belleza pura de tu cuerpo.

Que me entregó su miel con sabor de

tus labios que besaron los míos...