Me han susurrado al oído un presagio que no es nuevo, repetido muchas veces por los seres más pacientes que envejecieron oyendo: No tengas miedo a lo inerte que solo con cambios se vive, y quien bien busca consigue darle sentido a sus sueños. No tengas miedo a la muerte porque en finales bonitos, solo cuentan los recuerdos que en presente reaparecen.

No tengas miedo a cederlos si de este mundo te pierdes por parajes nunca vistos, que en otros tendrás los mismos y encontrarás nuevos bríos entre nubes y angelitos. Y cientos de amigos distintos te alumbrarán el camino para que tu recuerdo se quede, dando vueltas en sus círculos; y en la linfa de sus pieles.

Tu andas marchando a la Aurora para cambiarte el destino, tú no estás muerto estás vivo. Te estás abriendo el camino con proyectos diferentes, lleno de sueños distintos que tus duendes te han traído. Y escucho un silbido ardiendo en el fondo de mis adentros, donde existe un cementerio para los casos perdidos.

A donde putrefactos y mal olientes tres tristes tigres se han ido, a ponerse nuevos dientes y a limarse los partidos. Qué perdido el filo tienen por sus combates a muerte contra enemigo más fieros, que para no tener que verlos, les llenaron de manchas el pecho y luego los dejaron fundirse, en lo negro de sus ritos…

Sin sus rayas que convergen con estilos en sus cuentos, como difuntos malditos que un día gozaron del mito de saberse diferentes. Porque sus escritos viven entre libros que no duermen; y sus voces se hacen ecos entre la gente que los lee. Que este homenaje les llegue a todos los poetas muertos; y a los vivos que quedemos.

Me han susurrado al oído Poeta no tengas miedo, tú no estás muerto está escrito. Andas camino al Olimpo para cambiarte el destino con proyectos que te tienten. Para poder dar vida en ellos y guardar buenos recuerdos; nuevos versos, fuegos, bríos.

Y a los amigos de siempre los veras siendo testigos de esos momentos oníricos que tus duendes te han traído; ya los verás bien alegres forjándose un futuro nítido. Tú no estás muerto Poeta, mira como el ritmo sigue y tu nombre no se pierde en el presente; y escucha cantar tu himno…

Sigue rebelde el camino y cuenta conmigo si quieres. Tú no estás muerto estás vivo, te estás labrando el destino comenzado cuando niño. Tú no estás muerto repito, estás dejando testigos de esos dones tan eclécticos que te trajeron desde el Templo de las Palabras Fervientes.

No te detengas ahora, vuelve que lo bueno está en camino para que en versos lo cuentes. Tú no estás muerto, tu duermes, con el corazón al vacío y explorando continentes. Escucha susurros venidos de este universo viviente; y recita tus sueños verdes a quienes quieran oírlos:

Tú no estás muerto Poeta, tú te reposas la edad.

No creas que es tarde repito para volver a empezar, sigue buscando el poniente porque lo vas a encontrar. Por las orillas de ríos, por las arenas del mar, por los cielos de tu limbo, por el campo y la ciudad. Por montañas y entre amigos pregonando felicidad; y en tus versos vivirás, cuando tú alma se haya ido.

¡Sigue rebelde y no tiembles y obtendrás tu libertad!

Tú no estás muerto Poeta tú te reposas la edad. Para volver a empezar cuando encuentres el poniente, para poder escuchar como los aplausos llueven; cuando la felicidad le lleves a quienes la necesiten más. Tú no estás muerto Poeta te queda amor para dar, con letras vueltas esencia al estilo de tu eternidad.

¡Tú no estás muerto Poeta; y el destino lo dirá!

Picture by Yoe Fernandez.