Tras la denuncia de la cantante islandesa Bjork de haber sufrido “acoso sexual” por parte de “un director danés”, en clara alusión a Lars von Trier, el único cineasta con el que ha trabajado, emergen nuevos casos relacionados con la productora cofundada por el realizador de Bailar en la oscuridad, Zentropa

Son ahora nueve las mujeres que han denunciado los abusos sufridos mientras trabajaron en la empresa que fundaron en 1992 Von Trier y su socio, Aalbaek Jensen.

La Agencia Inspectora de Trabajo del país danés ha anunciado una investigación a raíz de estas revelaciones.

Las denunciantes señalaron, como adelantó la semana pasada el principal diario danés, Politiken, el ambiente de "degradación y abusos" sufridos en Zentropa, la primera productora en importancia en Dinamarca y una de las más importantes de toda Escandinavia. 

Meta Louise Foldager, una productora danesa que participó en películas como Melancolía (2011), escrita y dirigida por Von Trier, declaró a ese periódico que, en general, los empleados de Zentropa habían sido "expuestos o testigos de ciertas cosas" de índole sexual, y que este tipo de comportamientos formaban parte de la cultura de la empresa.

De esta forma, las impactantes declaraciones de Björk del pasado 15 de octubre, en las que aseguró que en su corta experiencia en el cine se había dado cuenta "de que era habitual que un director pudiese tocar y acosar a sus actrices", cobran relevancia con estos nuevos testimonios, que han sido confirmados por varios empleados de Zentropa. 

El diario danés añade en su exhaustiva información que cuando Aalbaek Jensen (Osted, Dinamarca, 1956) era el director ejecutivo de Zentropa (dejó el cargo en 2016, aunque posee el 25% del negocio) "tocaba los pechos de sus empleadas, gemía cuando se le acercaban, o incluso les pedía que se acostaran sobre la mesa para azotarlas”.

 Las declaraciones mencionan también "actos sexuales degradantes" en las fiestas que se celebraban en Navidades. Entre burlas y actitudes abusivas, en esas celebraciones se celebraban concursos en los que se premiaba a quien se desvistiera más rápido o a quien tuviera el vello púbico más largo.

Interrogado por Politiken sobre todos estos hechos, Jensen ha declarado que no los recuerda con claridad aunque "probablemente sucedieron", ha dicho. "No he tenido ningún interés" en degradar a otras personas, añadió Jensen, que sí admitió que le gusta "probar" determinados límites, sin especificar más detalles.

Estas nuevas revelaciones de abusos sexuales en la gran productora danesa se convierten, por ahora, en el último episodio de la cascada de escándalos destapados en el mundo de los espectáculos, y que en el caso del todopoderoso productor de Hollywood Harvey Weinstein sirvió de espita para alertar de décadas de comportamientos abusivos.