Palabras para el maestro Aarón Piña Mora

Por Jesús Chávez Marín

Es un honor para nuestra Universidad presentar hoy esta exposición retrospectiva de uno de los artistas más importantes de Chihuahua, el maestro Aarón Piña Mora, quien es además uno de los pilares de lo que es hoy la Universidad Autónoma de Chihuahua, al fundar en 1946 la primera Escuela de Artes Plásticas de nuestro estado, en 1956, la Escuela de Artes Plásticas, y al ser nombrado director del Instituto de Bellas Artes de esta misma institución en 1958.

A lo largo de 57 años de fecunda labor artística, el maestro Piña Mora ha sido un pintor apasionado y de gran destreza técnica, no solo en los grandes espacios de sus murales, que le ganaron fama y popularidad en Chihuahua, sobre todo por sus pinturas en el Palacio de Gobierno, sino también en su extensa obra de caballete, de la cual se han realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas.

Todo buen pintor produce espacios donde pueda vivir nuestro espíritu, donde los recuerdos y las ilusiones hallan lugares habitables a través de la mirada. En las casas de muchos chihuahuenses existen cuadros de Aarón Piña Mora, como también los hay en otras ciudades mexicanas y extranjeras. Algunas de esas obras fueron prestadas por sus propietarios para integrar esta exposición retrospectiva, en la que podremos recorrer una larga travesía cromática de la cual la obra de fecha más antigua es de 1946.

En esta colección hay cuadros donde se notan las constantes búsquedas de un artista cuya plenitud se ha nutrido en distintas escuelas y cuya originalidad es producto de un oficio cultivado con la claridad de su pensamiento y la sensibilidad de sus manos y de su mirada. Los colores de la luz de Chihuahua son recreados y expresados en su obra con la nitidez de una mañana fresca: el verde singular de las calabazas, los hilos vivos en el vestido de una mujer menonita, el impresionante brillo de unos ojos negros, la leve tristeza de un cristal sobre el mantel con fruta, en alguna tarde nublada.

Siempre he admirado la obra de Aarón Piña Mora y también tengo el privilegio de su amistad. He sido testigo de su constante labor, no solo como el gran artista que es, sino también como promotor cultural y maestro de pintores. En sus conversaciones, jamás lo he escuchado expresar opiniones ni comentarios negativos contra nadie. Su gran nobleza y la sencillez de su trato le han ganado el respeto de cuantos lo conocen personalmente. Gracias a su carácter y a su talento, él ha podido iniciar y concluir obras magníficas que han enriquecido grandemente muestra vida colectiva.

Por eso esta noche de diciembre, la Exposición Retrospectiva del maestro Aarón Piña Mora es una ocasión dichosa para Chihuahua, cuya comunidad y cuyos visitantes podrán frecuentar la obra de uno de sus mejores hombres, uno de sus grandes artistas.

11 diciembre 1997