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■ Miró, Gabriel

Publicado el 12/04/2014 por admin | -Cat: Escritores

Autores alicantinos por Mariángeles Salas:

«Amo mi arte con el amor de mí mismo. Me he creado, me voy creando siempre como artista, con esfuerzo, acechándome con ansiedad y con ocios». 

Gabriel Miró nace el 28 de julio de 1879, en Alicante, en la céntrica calle Castaños. Junto con su hermano Juan, ingresa como alumno interno en el colegio de Santo Domingo, que regentaba en Orihuela la Compañía de Jesús. La experiencia negativa de su paso por este colegio quedará reflejada en Libro de Sigüenza, en Niño y grande y señaladamente en El obispo leproso.

A los veintiún años obtiene la licenciatura en Derecho en la Universidad de Granada. Y en 1901, el mismo año en que escribe su primera novela, La mujer de Ojeda, contrae matrimonio con Clemencia Maignon, hija del cónsul de Francia en Alicante, de la que tendrá dos hijas: Olympia y Clemencia.

Alterna su labor de escritor con la preparación de oposiciones a judicatura, a las que acude, sin éxito, en dos ocasiones (en 1905 y 1907), y desempeña empleos burocráticos mal retribuidos: administrativo en el Hospital Civil de la Diputación; cronista oficial -no llegó a redactar crónica alguna-, plaza de la que quedó cesante; secretario particular del alcalde Federico Soto y auxiliar administrativo de la Junta de Obras del Puerto.

Su primer éxito, y el reconocimiento literario, llegó en 1908, cuando obtiene el premio del concurso convocado por «El Cuento Semanal» con su novela corta Nómada. El jurado estaba formado por Pío Baroja, Ramón María del Valle-Inclán y Felipe Trigo, actuando como secretario Eduardo Zamacois. El mismo día en que aparece publicada esta obra, el 6 de marzo de 1908, fallece su padre. El premio le abre las páginas de la prensa madrileña y sus colaboraciones aparecen en Los Lunes de El Imparcial y en Heraldo de Madrid. Publica entonces una novela breve y muy intensa, que ya tendría redactada, La novela de mi amigo, y tarda aún dos años en concluir la obra en que había puesto sus ilusiones de juventud, y en la que venía trabajando tal vez desde 1902: Las cerezas del cementerio, que se publica en Barcelona en 1910.

Desde 1918 hasta 1922 colabora en el diario La Publicidad de Barcelona, y publica: El humo dormido, El ángel, el molino, el caracol del faro, Nuestro Padre San Daniel y Años y Leguas. En 1925 gana el premio Mariano de Cavia por su artículo «Huerto de cruces».

El 3 de mayo de 1930, durante una cena-homenaje a Miguel de Unamuno, Gabriel Miró se sintió indispuesto. Fue sometido a una apendicectomía, sin éxito, y falleció el 27 de mayo. Contaba cincuenta años de edad.

Gabriel Miró fue calificado por Jorge Guillén como «escritor único en su país y en su época» y por Dámaso Alonso como «el más intenso y expresivo artista del lenguaje»

Cabe destacar por su interés la reciente publicación de su Epistolario. Edición de Ian R. Macdonald y Frederic Barberà, con la colaboración de Alba Chaparro, Alicante, Caja Mediterráneo-Instituto Alicantino de Cultura «Juan Gil-Albert», 2009.