Cuando tuve por obligación extrema y porque daba mis primeros pasos como escritor, que crear este blog  hace hoy exactamente dos años, no tenía ni la más ligera idea de cómo hacerlo. Por lo que me fui a ver a un amigo entendido en estos trajines de la informática, pero para nada iniciado en el mundo de la blogosfera. Y recuerdo que llegué a su casa como siempre, saludando y sonriente, pero aún sin sentirme convencido de querer lanzarme el reto de representarlo y alimentarlo para hacer conocer mi obra y para que esta llegara a quien bien quisiera leerla cada vez que tuviera tiempo y un artículo nuevo y digno de ser mostrado, saliera de mi ecléctica cabeza de poeta.

Por lo que todo pasó rápido aquel día, nos sentamos los dos uno al lado del otro y frente a su buro donde relucía con el plástico aún nuevo, un Mac de último modelo. En cuatro palabras le expliqué más o menos y sin saber mucho, lo que quería. A lo que él me respondió tajante: ¡Wordpress! Y acto seguido, después de darme una pequeña explicación sobre el dominio, me dijo, con esa gente nunca tendrás líos y además te darán un sinnúmero de herramientas gratis e indispensables al mantenimiento de un blog holgado. Y lo creó y me lo puso en marcha explicándome más o menos como tenía que hacer, pero reiterándome cada cinco minutos que el trabajo que iba a pasar para hacerlo conocer sería bien arduo y el tiempo encantador. Y colgados de mis ilusiones y de su buena fe, nos fuimos por un rato a visitar el mundo virtual de los sitios webs más mimado por el público. A analizar como me dijo, a los jugadores que en aquellos momentos se consideraban como lo mejorcito del estadio. Luego volvimos al principio de esta página y el mismo puso los dos o tres primeros artículos que aquí aparecieron allá por julio de 2011.

Y no les miento si les cuento que dos días después tuve que ir a ver una amiga, ella por cierto, menos entendida en cuestiones de informática y mas adentrada en el mundo de los blogs literarios.

Por lo que igualmente trabajamos en la concepción de aquel elemento vacio. Ella como buena maestra, quiero decir con mucha calma y haciéndome repetir el ejercicio, me enseñó como tendría que hacer para darle vida en lo que a creación de artículos concierne. Y allí en su casa pasamos la tarde entera yo aprendiendo y ella cansándose de repetirme lo mismo hasta que le entré de lleno al compromiso. Y salí de allí contento, diciéndome que ya tenía blog y agradeciéndole a ambos el trabajo que me habían enseñado. Y sobre todas las cosas por la paciencia y el tiempo que me había incondicionalmente dedicado. Y pasaron los días y me dediqué a estructurarlo un poco escogiendo algún tema que me gustara y poniendo algunos gadgets, unos interesantes y otros decorativos. Hasta que más o menos a finales de mes lo envié por primera vez a un poeta y amigo, el mismo que me lo exigió como  elemento necesario para entrar en sus Antologías. De las cuales me había previamente propuesto formar parte sin que yo aún me considerara aún como poeta; y sin que nadie me conociera dentro del mundo literario. Eh ahí el comienzo de la aventura de mi obra dentro del mundo virtual.

Y como todo lo que se aprende y se hace bien, poco a poco y con el tiempo las cifras de visitas fueron  paulatinamente aumentando. Y yo me fui convirtiendo en uno de los más fervientes cultores, del valga la redundancia, culto de las letras. El mismo que nos cultiva profesión, la de escritor. Pero eso sí, nada me hacía presagiar ni el primer millón de visitas, ni el segundo que pronto podré festejar junto a mi obra. Ni la barrera de las más de diez mil visitas en una sola jornada varias veces alcanzada, ni los 666 post registrados hasta el día de hoy; pero si el día el de hoy… Y como a las claras ven y humildemente puedo expresar, el mundo entero, sin que falte un país, viene a darse su baño de buenas lecturas en el blog del Idílico Existencialista.

En fin, para mí, este artículo significa mucho más que un simple anuncio de segundo cumpleaños. Justamente  porque en verdad, fue ese 08/07/2011, que yo comencé a escribir en serio. A estructurar de manera consciente mis escritos y a cuidar de las prosas que, cada vez que puedo, a ustedes les dejo leer. Y el todo ocurrió sin imaginar que tiempo después, esas mismas obras, pioneras de mi incursión poética, formarían parte de mi 1ra colección literaria. De esos mismos títulos que ya por ahí venden; y qué libro a libro, los llevarán de las manos de los versos romance a mi estilo, hasta la penúltima de mis letras de esta época. Justamente porque están  compuestos de cinco volúmenes cargados de estas; y de mi manera de abordar las cosas que me tientan.

Y hoy, mi objetivo principal sigue siendo el mismo, alcanzar sin competencias “La victoria…”, ya que como buen deportista sé que solo las victorias tientan a vivir una epopeya y a salirse con dignidad de esta. La victoria pero con decencia y sin tener que hacer la guerra. ¡No la gloria, la victoria! Ya que solo por procuración de esta  sobrevivirá la historia de nuestra especie y nuestra época; y el amor algún día reinará sobre la faz de la tierra.

Muchas gracias a todos en general; ¡por todo!

Tony Cantero Suarez – El Idílico Existencialista. 

Web del autor: http://tonycanterosuarez.com/