Santiago Segura: "La ostentación me da vergüenza"

El director y actor está de promoción de su última película, 'Padre no hay más que uno 3'. Con la excusa, proponemos al cirujano del humor que se ponga un poco intenso. Y este es el resultado.

Alguien ha escrito en la Wikipedia que con 12 años, ¡con 12 años!, Santiago Segura "comenzó a tener poder adquisitivo", tanto que se compró una cámara súper ocho. ¿Que cómo se puede tener poder adquisitivo a los 12 años? Bueno, lo que pasó es que empezó a ir al rastro, "pero debió de ser más hacia los 14", matiza. Si es que uno no puede confiar ni en la Wikipedia. Entonces, coleccionaba tebeos, su casa era pequeña y allí vivían cuatro personas, así que su madre parece que le dijo: "Hijo, es que nos vamos a tener que ir de casa con tantos cómics". Y allá se fue el canijo Segura al mercado callejero a hacer "un pequeño negociete de compraventa de cómicos bastante interesante". El problema, en fin, es que volvía con más cómics de los que vendía.

P: Mal negocio para su madre...

Estaba aterrorizada. Yo siempre he sido un poco mercader, me ha gustado siempre negociar. Me acuerdo de que mis primeros cómics los alquilaba a mis compañeros de clase por un par de pesetas. Siempre me ha gustado negociar, es como una especie de necesidad. El otro día no sé quien me dijo: "Tío, es que los que habéis sido pobres tenéis siempre mentalidad de pobre". Yo no creo que sea mentalidad de pobre, sino mentalidad de que el dinero es limitado, de que es difícil de conseguir y que es un bien preciado.

Como se dedica a diseccionar el humor, le proponemos que se ponga un poco intenso. Acepta a su manera, siempre riéndose pero siempre en serio. ¿Se ríe porque es serio o es serio porque se ríe? Da igual, porque Segura habla creyendo en lo que dice y eso le otorga seriedad. Y mucha gracia:

«A mí la intensidad... En una entrevista, me siento casi obligado a decir algo humorístico, a ver la realidad con humor, hay tanta gravedad ya en el ambiente... Pero dale, dale».

Pero, Santiago, usted también llorará de vez en cuando.

Por supuesto. Si ese es el problema, que lloro más de lo que quisiera y sufro más de lo que quisiera. Creo que lo complicado en la vida es disfrutar. El disfrute no está ahí para todos y todos somos felices, no, la vida es un valle de lágrimas bastante duro. Yo soy un privilegiado, y tú, porque estamos aquí, con aire acondicionado, hablando de nuestras tonterías. Como cuando se te estropea la calefacción y te dicen: "Problemas del primer mundo". Es todo tan relativo... ya estoy intenso. Es todo tan relativo porque el drama y la comedia es una cuestión de punto de vista; y de tiempo y de distancia, te puedes reír de ciertas cosas con distancia y con tiempo.